Fecha de nacimiento
4 de julio
Lugar de nacimiento
San Juan, Puerto Rico
Fallecimiento
18 de abril de 2000 en Miami, Florida (EE.UU.)

Aunque muchos la recuerdan por su personaje de “Pelusa” y otros por su efusividad en la animación, Vilma Carbia inició su carrera como actriz trabajando en el teatro y en la radio puertorriqueña.
Fue en septiembre de 1944 que la joven artista debutó profesionalmente en el Teatro Tapia con la obra de José Manuel Pérez Moris , “Lo mejor es quererse”, bajo la dirección del licenciado Alfonso Miranda Cárdenas. De ahí, su entrada a la radio fue prácticamente inmediata al unirse a la compañía del famoso comediante Ramón Rivero “ Diplo ”.
Su carrera en las ondas radiales fue prolífera llegando en un momento dado a trabajar simultáneamente en unas cinco producciones. Como ejemplo, Vilma formó parte del elenco de “El color de mi madre”, junto a la actriz Mona Marti, que fue transmitido por WKAQ Radio El Mundo. Igualmente laboró en “La sombra”, de Dario Nicademos , dirigida por el recordado Manuel Méndez Ballester .
En un periodo de ocho años actuó en el programa cómico “La familia Pérez”, donde interpretaba el personaje de “Toñita”, así como compartió estelares con Tommy Muñiz en la recordada comedia “Gloria y Miguel”.
Su unión matrimonial en 1951 con el cantante y productor Tony Chiroldes coincidió prácticamente con los años de la llegada de la televisión al País. En esta etapa inicial Carbia comenzó animando un programa de 15 minutos titulado “ Album de amor”. En el interín, también trabajó en un programa del productor norteamericano Ed Gardner que, grabado en Puerto Rico, fue difundido en diversas emisoras de los Estados Unidos. Ahí la joven Vilma llegó a cantar y actuar en inglés.
Pero el golpe decisivo en su conquista del público televidente surgió con la creación del programa de media hora de duración, “El show de Vilma y Tony ”. Sería éste el espacio que desembocaría en el inolvidable “ Rendezvous nocturno” que en 1956 comenzó a transmitir Wapa TV / Canal 4. Ya para esa fecha, la producción, que se transmitía los jueves de 9:00 a 10:00 de la noche, dejaba a Chiroldes a cargo de la producción mientras Vilma y el ponceño Carlos Rubén Ortiz fungían como anfitriones del programa nocturno.
En 1965 “ Rendezvous nocturno” se rebautizó con el nombre de “Rambler rendezvous ” – por convenio con la principal firma patrocinadora , Gómez Hermanos, distribuidora de aquella marca de autos. El programa de variedades, descrito por historiadores de la cultura popular como una de los m ás elegantes y exquisitos de la televisión nacional, contó con estrellas invitadas de la talla de Marisol, Vicentico Valdés, La Lupe, René Cabel , Fernando Albuerne, Ñico Membiela, Machito, Graciela, Celia Cruz, Yolanda Montes «Tongolel», Miguel Aceves Mejía, Tin Tan & Marcelo, Los Cuatro Hermanos Silva, Los Hermanos Castro, Los Hermanos Reyes, Los Ruffino , Roberto Yanés , Rocío Dúrcal , Carlos Pizarro y Joe Cuba, entre otros. Simultáneamente, talento de nuevo cuño como Omayra , Hugo Leonel Vaccaro y Awilda Pedroza (la más tarde llamada “La Mimosa”) se convertirían en revelaciones juveniles de la canción popular a través de este estelar programa musical.
“Rambler rendezvous” fue en 1968 el primer programa que se transmitió a color en la televisión boricua. Para esa fecha, los esposos Chiroldes Carbia ampliarían su quehacer en los medios instituyendo por espacio de dos años el programa meridiano “Sábado de estrellas” (con Vilma y Ramiro Martínez como presentadores). Del mismo modo incursionaron en el mundo de la producción discográfica creando el sello Vilton en el que editaron a los cantantes españoles Mónica y De Raymond.
Lejos de su labor como anfitriona de los programas de Empresas Chiroldes, Vilma Carbia también tuvo espacio para incursionar esporádicamente en el mundo de la actuación. Para los pasos de comedia de “ Rambler rendevous ” creó su simpático personaje de la traviesa niña “Pelusa”. En el campo cinematográfico participó en el elenco de la película “Libertad para la juventud” que en 1970 protagonizaron Chucho Avellanet , Rosa Haydee y Arturo Correa.
En plena era de los llamados “fan clubs”, Vilma Carbia contaba con el suyo. Y con el apoyo de sus admiradores fue premiada en varias ediciones del Festival de Popularidad con el Yunque y el Cordero de Oro, así como en tres ocasiones fue distinguidas con el t ítulo de Dama Televisión por el Consejo Superior del Arte.
C on la llegada de la década de 1970, los cambios en la industria televisiva no se hicieron esperar. Como respuesta a ellos, Tony Chiroldes mudó su centro de operaciones a la entonces recién inaugurada cadena Rikavisión , cuya planta matriz era WRIK TV / Canal 7, culminando así el exitoso ciclo de “ Rambler rendezvous ”. Aquí creó los programas “ Rikavariedades ” y “ Rikalocuras ”. Pero dos años más tarde (1972), volvió a mudarse , esta vez para el Canal 11 de la Telecadena Pérez Perry. En esta planta produjo “Cita con las estrellas” y “Mediodía circular”. En este último , Vilma compartía la animación con el galán cubano José Yedra . Ya en febrero de 1973 iniciaron la transmisión de la última versión de su exitoso “Rendezvous nocturno”.
Mas la vida profesional de la actriz y locutora tomó un sorpresivo giro cuando en 1975 decidió concluir su relación matrimonial con Chiroldes para posteriormente unirse en matrimonio al legendario actor cubano Leopoldo Fernández “Tres Patines”. Estableciendo su residencia en la ciudad de Miami, Vilma y Leopoldo trabajaron en innumerables producciones de teatro a trav és de los Estados Unidos y Latinoamérica.
En Perú, por ejemplo, donde Fernández gozaba de amplia popularidad, actuaron juntos en la película “Tres patines en acción”. Se presentaron con éxito en República Dominicana, mientras en Puerto Rico hicieron lo propio en el Teatro Matienzo (hoy Teatro Francisco Arriví). Y en la ciudad de Miami, siguiendo la línea del exitoso “La tremenda corte”, produjeron programas de radio para WQBA así como agotaron largas temporadas en el Teatro Marti .
Cuando el 11 de noviembre de 1985 el comediante cubano falleció, Carbia detuvo prácticamente toda su labor en el arte. Profundamente afectada por la partida de su compañero de una década consideró seriamente abandonar las tablas. Sin embargo, con el estímulo de amigos y admiradores, la actriz volvió a los escenarios, lo que le sirvió de aliciente en la etapa final de su vida.
Una de sus primeras actuaciones en este periodo fue su incursión teatral por ocho semanas en la producción “Una chica en mi closet” que protagonizaba la actriz y cantante peruana Regina Alcover . Por su labor en esta producción Vilma Carbia ganó en 1986 el Premio Otto Sirgo que otorgaba los cronistas de espectáculos de Miami. Posteriormente, la artista boricua laboró también en el montaje miamense de la obra argentina “Los ojos llenos de amor”.
Una visita que giró a su patria natal para este tiempo puso en bandeja de plata su regreso a los escenarios boricuas. Con la ilusión de poder trabajar con su hijo Tony Chiroldes Carbia , quien ya despuntaba como uno de los nuevos talentos histriónicos del País, los productores Josep Amato y Juan González, de Producciones Candilejas, reclutaron a Vilma para la reposición teatral del clásico “La carreta” de René Marqués. La campaña publicitaria comenzó y Vilma, en su personaje de la prostituta “Matilde”, se retrató en la barriada La Perla del Viejo San Juan como parte de la promoción de la obra. Pero semanas más tarde, se tronchó la cristalización de aquel regreso al anunciarse que la actriz enfrentaba quebrantos de salud que le impedían cumplir con el compromiso.
Aún así, en 1988 su carrera tuvo un gran resurgir al reactivarse en teatro y comerciales de televisión en el sur del estado de la Florida. Allí, mientras era contratada como portavoz de la compañía de autos Nissan para su campaña televisiva, actuó como estrella invitada en la revista cómicomusical “ Cabelidoscopio ” que presentaba el comediante Nelson Cabel en el Teatro Alcazar de Miami.
En esa ocasión, el cronista Manuel Viscasillas reseñó su trabajo para el periódico El Vocero de Puerto Rico describiendo como “un reto” la participación de Vilma Carbia en la revista musical por la dinámica escénica y la diversidad de caracterizaciones. “Los personajes que interpreta en los pasos de comedia y que alternan con deslumbrantes producciones de baile y coro son, en orden de aparición; una anciana que recobra la juventud; una guajira miembro del comité de vigilancia de la Revolución, una sexóloga y una niña traviesa, cerrando con su intervención de cantante”, reseñó Viscasillas.
A los aplausos cultivados en “Cabelidoscopio”, le sucedió entonces su regreso a la pantalla chica para actuar en pasos de comedia en el programa “Sábado gigantes” que transmitía Univisión . Pero ya para la década de 1990, su retentiva comenzaba a afectarse por el mal del Alzheimer. Y a siete años de su retiro de los medios, la actriz falleció en la madrugada del martes 18 de abril de 2000. Su cuerpo fue cremado y sus cenizas fueron traídas por su familia a Puerto Rico donde fueron depositadas en el cementerio Buxeda de Isla Verde, junto a los restos de su progenitor, don José Carbia Miranda.
rev 27-jul-06
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