Fecha de nacimiento
17 de octubre de 1902
Lugar de nacimiento
Ponce, Puerto Rico
Fallecimiento
8 de noviembre de 1976 en Ponce, Puerto Rico

Vicente Velázquez Santana fue un músico y compositor nacido en el Barrio San Patricio de Ponce, Puerto Rico el 17 de octubre de 1902. Fue uno de los pioneros de las primeras grabaciones de plenas en Nueva York en 1929 con Canario y su grupo, Los Reyes de la Plena, Grupo Ponceño y Pleneros Sureños, entre otros. Más tarde, a partir de finales de la década de 1940 se destacó como sinfonista con Toñín Romero y su conjunto, Arturo Silvagnoli y su grupo Aires de Borinquen, y en grabaciones de trovadores como Germán Rosario y músicos como Maso Rivera.
Poco después de llegar a Nueva York en agosto de 1927, y para poder sobrevivir [1], organizó junto a otros jóvenes músicos ponceños y de otros pueblos [2], un grupo para tocar plenas en negocios y actividades familiares y comunales. El conjunto se hizo muy popular entre la colonia hispana, especialmente la puertorriqueña. Esa popularidad contribuyó para que llegara hasta ellos Manuel “Canario” Jiménez que quedó “encantado” con el conjunto y con el ritmo de plena y siendo él un cantante establecido, consiguió que una casa grabadora, la RCA Víctor, les hiciera lo que serían unas de las primeras grabaciones del popular ritmo de plena, bajo el nombre de “Canario y su grupo”. Entre abril y junio de 1929 grabaron un grupo de plenas que incluía números que quedarían por siempre como parte del folclore puertorriqueño tales como “El obispo”, “Temporal,” “Santa María”, “Cuando las mujeres quieren a los hombres” y otras. Entre ellas, también grabaron el 18 de junio de 1929 la plena “Enojo de Elena” cuya autoría el disco de 78 rpm VI 46341-B atribuye a Vicente [3]. El coro de esta canción es el conocido “Elena, Elena… Elena, Elena… Elena me dijo a mí, yo me voy papito santo pal’ pueblo de Manatí” cuya autoría el folclore popular atribuye a Canario, quién quizás fue el que la registró. En “Canario y su grupo”, Vicente tocaba la guitarra y su amigo, el ponceño de Sabanetas Mateo Malavet, tocaba la sinfonía. Se desconoce si en esos años Vicente ya tocaba la sinfonía, instrumento por el cual fue conocido más tarde en Puerto Rico.
Aparentemente, la relación musical con Canario duró poco pues en agosto del 1929, Vicente, Mateo, Nando, Tony y el cantante del grupo de Canario, Rafael “Tripopi” Capacete, formaban parte del grupo “Reyes de la Plena” de Rafael González Levy. Entre muchos otros números, la mayoría de ellos plenas, el 14 de agosto el grupo grabó con la compañía Brunswick la plena “Si yo pudiera” cuya autoría el disco de 78 rpm BR 40846 atribuye a Vicente [4]. El coro de esta canción es el también conocido “Te quiero ver, te quiero ver, paradita en las esquinas velándome…” cuya autoría el folclore popular también atribuye a Canario, aun cuando este no era parte de ese grupo. Cabe señalar que Plácido Acevedo también era parte de ese grupo Los Reyes de la Plena. El grupo de músicos grabó plenas adicionales bajo otros nombres, tales como Grupo Ponceño y Pleneros Sureños.
Vicente regresó a Puerto Rico, llegando el 24 de julio de 1930 tras haber estado dos años y 11 meses en Nueva York y se estableció en el área rural de Ponce, en el barrio Maragüez, para dedicarse a la agricultura. En ese período, aparentemente se alejó de la música en su aspecto comercial, aunque siempre mantuvo el amor por ella y la continuaba practicando. El 24 de enero de 1937 se casó con Marina Muñoz León. En 1947, preocupado porque ya el sistema escolar no proveía para que sus hijas mayores continuaran en la escuela en el Ponce rural, decidió mudar su familia al Ponce urbano, cerca de donde se había criado en la Cantera de Ponce.
Ya estando en Ponce urbano entre 1947 y 1948, regresó al ambiente musical y pasó a formar parte, tocando entonces la sinfonía, del conjunto típico “Aires de Borinquen” del gran compositor y cantante ponceño don Arturo Silvagnoli Nieves, que tenía un programa fijo en la emisora WPAB de la calle Villa de Ponce.
Alrededor de 1950, se incorpora al conjunto de Juan Antonio Romero Muñiz, mejor conocido como Toñín Romero, “El Jíbaro de Jayuya”, que tenía el programa radial “La hora campesina” en la emisora WPRP y luego en WPAB. En ese conjunto compartió con músicos como su primo Gregorio (Goyo) Salas Velázquez, Bautista Ramos, Jalisco Medina, Hermógenes Reyes y Zacarías Velázquez, entre muchos otros, y con cantantes como los hermanos de Toñín, Esteban (Tebito) y Moisés, Mito García y más tarde con un joven Ildefonso Cotto. Su relación musical con Toñín duró casi hasta el momento de la muerte de Vicente en 1976. Con Toñín participó en su programa de radio diario y luego semanal y en numerosas grabaciones en las que impartía su toque característico en la sinfonía ya fuese en plenas, aguinaldos o guarachas y en donde la musicalidad del conjunto giraba en gran parte del repertorio alrededor del instrumento que él tocaba. Su sinfonía se escucha en números clásicos de Toñín tales como “Ven dale ahora” (versión original de “El charlatán"), “La bruja (versión original de “Con el casco del juey"), “De lejanas tierras” y muchos otros.
Vicente fue compositor e intérprete de números de muchos géneros como plenas, guarachas, valses, pasodobles y otros. Algunos de ellos fueron grabados en los discos de Toñín, como la plena “María Elena” (Colonial 669-A), la guaracha “Los parranderos” (MVLP-115), el pasodoble “Mi regreso” (JARM-LP-01), el paseíto boricua “Fiesta borinqueña” (JARM-LP-01) y las mazurcas “Abuelita” (Riney 947A) y “Fidelina” (JARM-LP-04) y con Arturo Silvagnoli, como el zambirón criollo “Amor eterno” (Riney 944B). Muchos otros, o no fueron grabados o no nos consta que lo fueron. Aparte de las composiciones arriba nombradas y gracias a décimas que le dedicó don Arturo al momento de su muerte (1976), en el aniversario de esta (1977) y por el tricentenario de la ciudad de Ponce (1992) conocemos los nombres de otras de sus composiciones, tales como “Espérame en el portón”, las mazurcas “La leche al nene”, “Mazurca campesina” y “De esta vida y sus vaivenes”, la danza “Una linda jibarita”, el vals “Ilusión” y los danzones “Mi conuco” y “Zambirón”.
Además de ser parte del Conjunto de Toñín Romero, Vicente también continuó haciendo grabaciones con don Arturo y participó como músico invitado en grabaciones de otros conocidos cantantes y músicos como Germán Rosario (discos “Tocando y cantando”, Sonia LP-100; y “Fiesta en el monte”, DL-102) y Maso Rivera (“Mi cuatrito” y “Mañanita boricua”, Jardín 010-A/B), Ramito y otros, quienes lo tenían en alta estima por sus dotes de sinfonista. En sus grabaciones, don Germán se refería a él como Vicentito Velázquez. En el Conjunto de Toñín se referían a él como “Velazquito”.
Mientras la salud se lo permitió, continuó participando en el programa semanal y presentaciones del Conjunto de Toñín Romero, en ocasiones alternando la participación con otro gran sinfonista ponceño, don José Angel (Gelo) Febles. En un reportaje de 1967, [1] Teodoro Torres lo captó fotográficamente con don Gelo en el proceso de reparar una sinfonía y resaltó la habilidad de Vicente de reparar esos instrumentos, su gran oído y habilidad musical, su papel protagónico en las grabaciones en Nueva York de las primeras y conocidísimas plenas (algunas de su autoría) y luego de música típica en Puerto Rico…. pero sobre todo y más importante que todo, su humildad.
Y así las cosas, la muerte física le llegó a Vicente el 8 de noviembre de 1976 en el Hospital Dr. Pila de Ponce donde había sido internado por afecciones cardiacas y relacionadas a la diabetes, seguramente complicadas por su fuerte hábito al cigarrillo. Durante su entierro en el Cementerio Católico de Ponce sus compañeros músicos, encabezados por Toñín Romero y don Arturo Silvagnoli, le rindieron un sencillo y sentido tributo musical. Dijo don Arturo en unas décimas en el primer aniversario de su muerte:
“De Vicente sus valores
jamás se reconocieron.
Nunca respaldados fueron
sus méritos con honores.
Tal vez, los historiadores
del futuro o del presente
puedan llevar a la mente
un párrafo en nuestra historia,
llevando a vuestra memoria,
los méritos de Vicente”.
Ramón Cintrón Velázquez
(nieto)
(Foto revista Ateneísta)
[1] - Vicente Velázquez, “Un fiel intérprete de la plena”, Artículo Suplemento Puerto Rico Ilustrado, Periódico El Mundo 16/9/67, Teodoro Torres
[2] - San Juan - New York: Discografía de la Música Puertorriqueña 1900-1942, p.141, Publicaciones Gaviota, Cristóbal Díaz Ayala
[3] - Mateo Malavet (Ponce, sinfonía), Rafael “Tripopi” Capacete (Ponce, cantante/clave), Eduardo “Baldo el Chino” Ortiz Moreno (Aguadilla, cornetín), “Nando” (güiro) y “Tony” (pandereta)
[4] - San Juan - New York: Discografía de la Música Puertorriqueña 1900-1942, p.231, Publicaciones Gaviota, Cristóbal Díaz Ayala
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