Pedro Rivera Toledo

Uno de los talentos más completos en la música surgidos en suelo boricua lo es Pedro Rivera Toledo. Hijo de don Pedro Rivera Dueño y doña Selenia Toledo Moreno, este santurcino forjó su educación primeria en la Academia Santa Mónica. Al completar sus grados superiores, ingresó en la Universidad de Puerto Rico pasando más tarde a estudiar clarinete, flauta y piano en el Conservatorio de Música de Puerto Rico. Esta preparación se complementó con clases de dibujo y pintura bajo la tutela del artista plásico David Goitía.

Durante esta etapa inicial de formación y aprendizaje Rivera Toledo contó con maestros de primer orden en el campo musical. En la Escuela Libre de Música dio sus primeros de formación con el saxofón y el bombardino guiado por el profesor don Luis González Peña. Posteriormente el maestro Ramón “Moncho” Usera le impartió sus primeros conocimientos en armonía, área en la que profundizó en el Conservatorio bajo la tutela del compositor Amaury Veray.

No bien Pedro había completado su etapa educativa, ya el joven había integrado varias agrupaciones musicales de primer orden. Orquestas como las de Moncho Usera, Tommy Olivencia y Noro Morales fueron sus primeras plataformas de lanzamiento en el mundo profesional. Con la orquesta de Mario Ortiz laboró por varios años, incluyendo una extensa temporada en el hotel San Jerónimo Hilton. Y fue precisamente allí, en una ocasión cuando Don Mario enfermó, que el joven músico tuvo su primera oportunidad de dirigir sin saber el futuro que en el campo artístico le estaba aguardando.

En plena transición entre 1967 y 1968, Rivera Toledo hizo arreglos para la Orquesta Panamericana y compuso para ellos “Mambo sicodélico”. Hasta que llegó su gran prueba de fuego: realizar un arreglo para el tema que representaría a Puerto Rico en el Primer Festival de la Canción Latina del Mundo a celebrarse en México en marzo de 1969. Como parte del equipo boricua en aquella memorable competencia, Pedrito vistió de gala el tema “Génesis”, de Guillermo Venegas Lloveras, el cual armado con la interpretación de Lucecita Benítez arrasó en la competencia internacional.

Con 27 años apenas cumplidos, Pedrito se convirtió en una de las grandes revelaciones en la música de la época. Así los productores le encomendaron los arreglos del disco que Lucecita grabó a raíz del triunfo de Puerto Rico para la multinacional RCA Víctor. Para ella realizó arreglos de temas de Venegas Lloveras y Armando Manzanero, convirtiéndose la producción en la de mayor venta en 1969.

A raíz de “Génesis”, Pedrito se convirtió en el arreglista oficial de la intérprete. La acompañó en las temporadas del hotel Caribe Hilton (1969 a 1973), en sus programas de televisión y sus conciertos masivos como “Traigo un pueblo en mi voz” (1974) y “En las manos del pueblo” (1975). Igualmente fungió como arreglista y director musical de sus producciones discográficas como “Mucho corazón” (1972) y “Soy de una raza pura”, editado en Puerto Rico por el sello Hit Parade en 1973, y distribuido en España por el sello Belter en el mismo año.

Simultáneamente la demanda por su trabajo fue amplia. En la era dorada de los festivales, Pedro Rivera Toledo enmarcó musicalmente muchas de las canciones triunfadoras en dichas competencias. “Cuando volverás” de Edwin Olivier se llevó los laudos del triunfo en el Festival de la Canción en Ibagué, Colombia, en 1971 con la interpretación de Rosita Rodríguez; mientras Chucho Avellanet acudió a la primera edición del Festival de la OTI en 1972 con el arreglo realizado por Pedrito para el tema “Por ti” de Guillermo Venegas Lloveras; y en 1999 acompañó a José Vega quien quedó en segundo lugar con el tema de su autoría “Con una canción”.

Pero la carrera de Rivera Toledo abarcó mucho más durante esos años. Si bien fue el primer director latino en dirigir la orquesta del Ed Sullivan Show cuando Lucecita se presentó en el prestigioso espectáculo que se transmitía de costa a costa en los Estados Unidos, en suelo nacional se desempeñó con éxito en la dirección de orquestas de numerosos programas televisivos como “Noche de Gala”, “Música en dos tiempos”, “El Show de Iris Chacón”, “Charytín” y “Con amor, Leonel Vaccaro”. Hizo lo propio también en especiales televisivos que fueron galardonados por la crítica especializada con figuras como Danny Rivera, Sophy y Wilkins.

En el renglón de espectáculos hoteleros, Rivera Toledo fue nombre obligado en la dirección musical de las presentaciones de figuras como Chucho Avellanet, Oscar Solo, Carmita Jiménez, Ednita Nazario, Los Hispanos, Sophy, Las Caribelles y Gilberto Santa Rosa, entre otros. En este aspecto, la experiencia se suma a la labor de haber trabajo previamente en las orquestas que acompañaron en Puerto Rico a figuras como Nat King Cole, Paul Anka, Sammy Davis Jr., Ella Fitzgerald, Tom Jones, José Feliciano y Tony Bennett.

A tono con su excelencia como director musical, su labor ha trascendido los límites territoriales de su País para desempeñarse en escenarios de países como España, México, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Cuba, República Dominicana, Venezuela, El Salvador y la Unión Soviética.

En el campo teatral, Pedro Rivera Toledo goza de un récord respetable. Desde su primera incursión en el teatro musical con “Puerto Rico fua” en 1974, sus aciertos han sido numerosos. “Los titingós de Juan Bobo”. “La verdadera historia de Pedro Navaja”, “Fulgor y muerte de Joaquín Murieta”, “Cofresí”, Titanic” y “Don Quijote de la locura”, son algunos de sus créditos en el campo histriónico.

Por otro lado, en el teatro infantil se le acredita bandas sonoras para obras como “Turroncito”, “El soldadito de plomo” (editada en disco), “Salvemos el plantea” (premiada por la Junta de Calidad Ambiental e invitada a presentarse en el Festival de Teatro de Puerto de la Cruz en Venezuela), “La bella y la bestia” (premiada por el Círculo de Críticos de Teatro de Puerto Rico), “El baúl de los cuentos” y “El flautista de Hamelín”.

Más allá del teatro, la labor de Rivera Toledo también se ha evidenciado en varias bandas sonoras cinematográficas como lo son “Ángel”, “El sueño del regreso” (2005), “Dios los cría” (2004), “Linda Sara” (editada en disco compacto en 1994 por la multinacional Sony) y “Lo que le pasó a Santiago” (única película puertorriqueña nominada a un Oscar en la categoría extranjera).

En el campo sinfónico Pedro Rivera Toledo es el autor de “Afrocaribe”, obra que le fuera comisionada para un concierto del percusionista Giovanni Hidalgo con la Orquesta del Instituto de Cultura y para el aniversario de la Orquesta Filarmónica de Arturo Somohano. Igualmente fungió como director y arreglista en la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento de Puerto Rico, así como compuso “Suites de himnos” para el centenario de la Universidad Interamericana.

Simultáneamente, a mediados de la década de 1980 Rivera Toledo estableció su estudio de grabaciones, cuyos servicios han sido utilizados por numerosas figuras del País.

A través de su extensa carrera profesional Pedro ha recibido numerosas distinciones. Entre las más reciente se destaca el grado honorífico de Doctor en Humanidades que en 2017 le otorgara la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

(Datos Diana Rivera y Fundación Nacional para la Cultura Popular)
revisión 9-my-2022