Fecha de nacimiento
24 de septiembre de 1927
Lugar de nacimiento
Madrid, España
Fallecimiento
27 de abril de 2018

María de las Mercedes Sicardo nació en Madrid, España, hija menor de la madrileña Mariana Carderera y el puertorriqueño José Sicardo, coronel del ejército español. Durante el difícil periodo de la Guerra Civil Española, la familia Sicardo Carderera tuvo que salir hacia Alicante donde permanecieron hasta que su padre pudo sacarlas de la Península Ibérica. El haber nacido él en Puerto Rico fue argumento perfecto para lograr que Mercerdes, sus dos hermanas – María Isabel y María del Pilar - y su esposa, zarparan en el barco Santo Domingo, vía Guadalupe, hacia Borinquen. Así llegaron al puerto de San Juan el 25 de mayo de 1940.
Las hermanas Sicardo estudiaron en la Academia Perpetuo Socorro gracias al apoyo de don Guillermo Esteves y doña María Blanco, amigos de la familia. En los inicios de la década de 1940 las simpatías por Franco eran evidentes tanto en el entorno escolar como en la iglesia católica. Su padre optó entonces por darlas de baja de la Academia. Pero antes de que lo hiciera, Mercedes tuvo la oportunidad de dar unos pasos en el teatro escolar. La obra “La rosa mística” le dio su primer contacto con el escenario. Y con ella supo lo que era recibir la aprobación del público ante una actuación.
Su progenitor se convirtió entonces en comentarista de guerra para la emisora radial WNEL y, posteriormente, para la revista Puerto Rico Ilustrado del periódico El Mundo. Mercerdes desarrolló su habilidad como mecanógrafa, trabajó para la Puerto Rico Administration (PRA), así como comenzó a escribir libretos para WIPR Radio. Allí, la pintora Luisa Geigel de Gandía conoció su talento y tendió el puente para que Mercedes Sicardo entrara al Ateneo Puertorriqueño.
En la institución cultural conoció de inmediato al dramaturgo René Marqués quien, tras hacerle una prueba de actuación, la encaminó a la producción “El landó de seis caballos”, marcando así su debut teatral.
En el Ateneo Mercedes se unió a Luisa Geigel y a Piri Fernández para formar un grupo teatral. Y una noche en la que asistió a una función de “El misterio del castillo”’ en el Teatro Tapia de San Juan, conoció a uno de los actores del elenco: José Luis “Chavito” Marrero. Ella, que era sustento principal de su familia en Puerto Rico, tras el regreso de algunos de ellos a España y la condición de salud de su padre, afirmaba que no tiempo para el amor. Pero el actor quedó prendado de ella y perseveró firmemente en su plan de conquista.
Ocho años precedieron antes que se escuchara la marcha nupcial de la pareja en la Iglesia de los Jerónimos, en España, el primero de mayo de 1961. Allí, donde se casó Alfonso XII, Mercedes y Chavito se prometieron amor eterno, juramento que duró hasta que Marrero entró a la inmortalidad 40 años después.
Para la fecha en que unieron sus destinos ya la carrera artística de la actriz se había complementado con su labor como libretista de cuentos para adultos y niños en WIPR, así como adaptó zarzuelas para la televisión en el naciente Canal 6 de las emisoras del pueblo de Puerto Rico. Y con la entrada de las telenovelas a la televisión comercial la carrera de Mercedes Sicardo despuntó ampliamente.
Década tras décadas la actriz trabajó en melodramas en varios de las empresas televisivas del País. Producciones como “Con la muerte en el alma”, “Río abajo”, “Las tres hermanas” y “Las espigas miran al cielo” contaron con su talento entre las décadas de 1950 y los inicios de la de 1960. Posteriormente actuó en melodramas como “Esa mujer”, “Juan de Dios” y “Lucecita”. Cuando en 1978 Telemundo reinició la producción nacional de telenovelas con “Cristina Bazán”, Mercedes formó parte de su exitoso elenco. Y las dos décadas subsiguientes caracterizó diversos personajes en producciones como “Tanairí”, “Cuando vuelvas”, “Modelos SA”, “Preciosa”, “Vivir para ti”, “Yo sé que mentía” y “Cuando despierta el amor”.
Simultáneamente la carrera de Mercedes Sicardo estuvo sumamente activa en los escenarios teatrales del País. Obras como “La resentida”, donde actuó con Madeline Willemsen en 1959; “Cielo caído”, “Bienvenido don Goyito”, “Circe o el amor”, “Vegigantes”, “La casa de Bernanda Alba” y “Las mariposas son libres”, fueron algunos de los títulos que marcaron su carta de presentación en sus primeros años en teatro.
Activa en las tablas hasta 2007, fecha en la que trabajó en “Mujeres frente al espejo” de Producciones Aragua, la actriz abordó lo mismo el teatro dramático que la comedia. Personajes como Emilia en “Los soles truncos”, Juana en “Tiempo muerto”, Magali en “Altitud 3200” y Pepita en “Bienvenido don Goyito”, fueron algunos de los que le cosecharon aplausos de la crítica especializada. De hecho su labor en “La enemiga” – en la que dio vida a una mujer 80 años que casi fue reina - le mereció un premio en 1984 del Círculo de Críticos de Teatro de Puerto Rico, mientras su actuación en “El casorio” le ganó otra distinción del exclusivo gremio profesional.
Mercedes Sicardo recibió igualmente otras distinciones comenzando con el de actriz más destacada en televisión en 1956, otorgado por la revista Alma Latina; Premio Intre en 1980, Agueybaná en 1987 como actriz del año; reconocimiento del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 1999 y la dedicación del cuadragésimo Festival de Teatro.
La actriz, quien también incursionó brevemente en el cine en la película “Angelito mío”, supo compartir escenario con su esposo en varias ocasiones. Pero entre todas quedó el recuerdo de una emotiva actuación en la obra “El estanque dorado” (“On Golden Pond”), presentada en 1994 en el Teatro Tapia de San Juan.
rev 20/jun/2012
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