Fecha de nacimiento
25 de enero de 1922
Lugar de nacimiento
Guayama, Puerto Rico
Fallecimiento
9 de enero en San Juan, Puerto Rico

Mario Eduardo Prévidi Calzada nació en Guayama, Puerto Rico, el 25 de enero de 1922. Desde adolescente soñaba con ser actor y, persiguiendo la materialización de ese anhelo, tras concluir sus grados académicos regulares marchó a Nueva York, a la sazón la Gran Meca a que aspiraban llegar los artistas puertorriqueños. Allá inició su carrera como locutor en la radioemisora WWRL / La Voz Hispana en 1947. Luego formó parte de la batería de animadores de la legendaria WHOM. También hizo sus pinitos actorales en el ámbito teatral.
Regresó a Puerto Rico a mediados de la década de 1950, a raíz de la inauguración de Telemundo / Canal 2. En esta empresa tuvo oportunidad de intervenir en algunos melodramas. Pero, al considerar que no recibiría la exposición que como actor anhelaba, optó por dedicarse al periodismo especializado en el mundo del espectáculo. Entonces se vinculó a la revista Alma Latina escribiendo desde 1958 la columna “Entre el micrófono y yo”, al tiempo que colaboraba con algunas publicaciones de Nueva York.
En 1962 Prévidi fundó, junto a su compueblano y compañero en las lides artísticas Juan Ortiz Jiménez, la que fue la revista especializada en el mundo del espectáculo más antigua de Puerto Rico: TeVe Guía. Aunque esta publicación no fue la primera en su clase que existió en nuestro País – le habían antecedido Ecos Radiofónicos (editada en Mayagüez, 1942-1961), Hits Musicales (también cancionero, editada en Ponce, 1958-1964), Candilejas y Showtime, entre otras –, sí fue la de más prolongada vigencia. Claramente, desde el comienzo la revista que él fundara junto a su inseparable colega y amigo Ortiz Jiménez se adentró en la preferencia del público, hasta el punto de que al cabo de pocos años ya era una institución.
TeVe Guía circuló por primera vez durante la primera semana de noviembre de 1962, siendo la bolerista cubana Olga Guillot quien ocupó su portada inaugural. Su reportero principal era el veterano periodista cubano Luis Pons Vilá “Lupovi”, quien en su patria había sido director y propietario de la popular “Guión”. Durante los primeros tiempos constaba de 24 páginas, la mayoría dedicadas a las programaciones de los diversos canales de televisión (de ahí su nombre) e incluía par de entrevistas sencillas, breves reseñas con fotografías de las estrellas que se presentaban en los centros nocturnos de los hoteles sanjuaneros y de los protagonistas de teleseries norteamericanas, entonces muy en boga en la pantalla chica boricua. También, algunos anuncios. Se distribuía gratuitamente, a veces como suplemento del diario El Mundo, donde laboraba Ortiz Jiménez.
Al margen de su labor periodística en el campo de la cultura popular, su vocación de actor siempre la mantendría latente. De hecho, intervino en varias de las producciones cinematográficas que se rodaron aquí durante la década de 1960, siempre caracterizando a personajes secundarios. Se le recuerda, principalmente, como el médico de Rafael Hernández en la película “El jibarito Rafael”, producida por Damián Rosa y protagonizada por Orlando Rodríguez en 1966. Otra en la que intervino fue “Fray Dollar”, que tuvo entre sus figuras estelares a Velda González y se estrenó en 1970.
De su etapa en TeVe Guía – en la que permaneció como Editor Emérito hasta su retiro en 1995, luego de haberla vendido a la Agencia de Publicaciones de Puerto Rico varios años antes –, se enorgullecía de haber compartido con súperestrellas como Sofía Loren, Roger Moore, Liza Minelli, Tom Jones, The Supremes, Raphael y Julio Iglesias. A veces firmaba sus escritos como Eduardo Calzada (su segundo nombre y segundo apellido). Quienes lo trataron siempre lo recordarían por su caballerosidad, elegancia en el vestir, su andar derechito y porque le encantaba narrar anécdotas de sus inicios artísticos en la plaza neoyorquina.
Tras su retiro, siempre procuró mantener contacto con sus sucesores en la edición de TeVe Guía, cuya dirección mantuvo el talentoso Ramón Luis “Papo” Brenes Berríos desde 1983, habiéndola heredado de don Juan Ortiz Jiménez, quien se acogió al retiro al mismo tiempo que don Mario. Uno de sus grandes placeres era coleccionar máscaras. En su colección figuraban de casi todo el mundo.
Muy desafortunadamente, durante sus últimos años padeció del Mal de Alzheimer, que luego se le complicó con cáncer. Fue precisamente esta calamidad la que reclamó su vida, mientras estaba recluido en el Hospital San Gerardo, en Cupey, a eso de las 5:40 de la madrugada del viernes 9 de enero, faltándole apenas par de semanas para cumplir 87 años de edad.
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