Mario Ortiz

Trompetista, Arreglista y Director de Orquesta



Fecha de nacimiento
5 de agosto de 1935


Lugar de nacimiento
Santa Isabel, Puerto Rico


Fallecimiento
4 de noviembre de 1999

Era una persona de mediana estatura, pero de un talento gigantesco.

Aunque fue un virtuoso en todo el sentido artístico musical, Mario Ortiz brillaba también por su humildad. De pocas palabras, un poco tímido, pero cuando se sentía en confianza era un libro abierto.

Esa es la impresión que recibimos cuando lo entrevistamos durante dos horas en Radio Universidad y posteriormente cuando lo juntamos con Elías Lopés y Juancito Torres para un reportaje de las Trompetas de Puerto Rico.

Mario Ortiz Rodríguez sSanta Isabeiempre será recordado como uno de los genios de la trompeta, del arreglo, la orquestación y la dirección de orquesta en Puerto Rico.

Su núcleo familiar primario lo forjaron el matrimonio de William Ortiz y María Rodríguez. En su matrimonio con Nelly Santiago procrearon a Marito, quien sigue sus pasos en la música, Wanda y Alan.

Prodigio al fin, con solo 12 años debuta en la banda de su natal Santa Isabel, encaminado por el profesor Demetrio Rodríguez. Antes de cumplir 18 años, Mario tocó con agrupaciones como los Melody Boys de Ponce y la Caribbean Kids de Santa Isabel, donde coincidió con Luigi Texidor.

Graduado de escuela superior, ingresó a la Banda de Jazz de Armando Castro. Los fines de semana tocaban en el Fiesta Lounge del Condado Hotel & Casino.

También trabajó con las orquestas Siboney de Pepito Torres y con la de César Concepción, experiencias que lo acreditaron como el puente de dos generaciones musicales. Con César se fue de gira a la Ciudad de los Rascacielos y de vuelta se unió a Moncho Usera y luego a la Orquesta de Miguelito Miranda.

Mario, el arreglista y orquestador, se formó al lado de estas ilustres figuras de la música de los años 40, 50 y 60. Con un bagaje que nutría lo más granado de la música popular y el jazz norteamericano, entre 1963 y 1964 organizó su propia orquesta, conocida como su All Star Band.

Su primer elepé se tituló “On the Road” con los cantantes Paquito Álvarez y la intérprete cubana Emma Roger. Pronto debutó en el Palladium, donde alternó con Tito Puente, Joe Cuba y Tito Rodríguez.

Su segundo lp fue “Swinging with Mario Ortiz & his All Star Band” (1964). En 1965 lanzó “Bailables navideños” y al siguiente año le produjo un larga duración a la trovadora Ernestina Reyes “La Calandria” en su incursión en la salsa.

El maestro Mario Ortiz también se inmortalizó por su nobleza. De tantos artistas que ayudó, uno en particular que siempre le vivirá agradecido es el Caballero de la Salsa, Gilberto Santa Rosa, a quien le brindó la oportunidad de grabar su primer disco “Borinquen Flame” en 1976.

Mario Ortiz nuevamente hizo mutis del mundo del disco para regresar a los hoteles del país, como el Caribe Hilton, para acompañar a los cantantes internacionales más populares de mediados de los 60 y la década del 70, como Julio Iglesias, Marco Antonio Muñiz, Iris Chacón, Danny Rivera y Charytín Goyco.

Mario, quien fue una de las figuras del junte original de la Puerto Rico All Stars, regresó en el umbral de los 80 al mundo del disco, motivado por el locutor Rafi Torres. Firmó con Combo Records, gracias a las gestiones que Gilberto Santa Rosa hizo con Ralph Cartagena, y uno de sus primeros cantantes fue Anthony Cruz.

Así, con un frente ganador formado por Anthony y Primi Cruz (luego entró Luigi Valentín), lanzó casi consecutivamente discos tales como “Vamos a gozar” (1984), “Ritmo y sabor”, “Déjenme soñar”, “Algo diferente”, “Sexy Salsa”, “Qué será de mí”, cuya canción homónima escaló las listas de éxitos en 1990, y “The Trumpet Man”.

Mario Ortiz, el arreglista, también se eternizó con sus trabajos para Tommy Olivencia, José Alberto “El Canario”, Cano Estremera, Puerto Rico All Stars, Alex D’Castro, Puertorrican Power, Roberto Roena y su Apollo Sound, Julio Castro, Gilberto Santa Rosa, Conjunto Clásico, Pedro Conga y La Internacional, Tony Vega y Ray de la Paz, entre otros.

Al momento de su fallecimiento en Carolina, víctima de un infarto, se desempeñaba como director musical de Jerry Rivera.

La obra de su All Star Band continúa con su hijo Mario Ortiz Jr., quien ha lanzado discos conmemorativos del 45, 50 y 55 aniversario de la orquesta de su progenitor.

Aparte de su nobleza, Mario Ortiz Sr. fue una persona generosa, que se desprendía con facilidad de sus arreglos, que solía compartir con sus colegas.

Tras su muerte, sus cenizas fueron depositadas en el mar Caribe que acaricia su natal Santa Isabel.

Jaime Torres Torres
Fundación Nacional para la Cultura Popular


Autor
Jaime Torres Torres para la Fundación Nacional para la Cultura Popular
Nota
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