Manuel Tizol Márquez

Violinista, Contrabajista, Arreglista, Compositor, Profesor y Director Musical



Fecha de nacimiento
30 de diciembre de 1876


Lugar de nacimiento
San Juan, Puerto Rico


Fallecimiento
15 de mayo de 1940 en San Juan, Puerto Rico

Manuel Tizol Márquez pasó a la historia como la principal personalidad de la música instrumental en Puerto Rico durante la primera mitad del Siglo 20. Así lo sostienen los más respetados musicólogos nacionales. Este ilustre boricua sobresalió, de igual manera, en los géneros clásico y popular. Entre sus más significativos méritos es obligatorio resaltar las fundaciones de la Sociedad de Conciertos de San Juan, que contaba con una orquesta capaz de ejecutar los repertorios de todos los grandes maestros europeos de la música clásica (1913); el Club Armónico de San Juan, que desarrolló una intensa actividad cultural (1923) y la primera Orquesta Sinfónica de Puerto Rico que tuvo carácter oficial (1926).

En el campo popular, se le acredita haber mantenido una orquesta de baile frente a la cual grabó una serie de grabaciones para la compañía Columbia en 1910. Siete años más tarde (enero de 1917), realizó otra sesión, esta vez para la Victor Talking Machine, dirigiendo la Banda Municipal de San Juan. Se convirtió así en uno de los artistas nacionales pioneros de la industria discográfica.

Manuel Tizol Márquez pertenecía a una prestigiosa dinastía de músicos, por la línea paterna. Era hijo de Eusebio Tizol Burdonis y Saturnina Márquez Roselló. A la edad de cuatro años fue iniciado por su padre – un notable maestro – en el aprendizaje del violín. Después se adiestró en los demás instrumentos de arco y en el piano. En 1890 – contando entonces 13 – integró un quinteto de cámara que completaron sus hermanos Eusebio, Gervasio, Facundo y José Belén. En este grupo ejecutaba la viola. Ya cercano el Siglo 20, con ellos creó la Sociedad de Conciertos de San Juan. Ya para aquella época era muy requerido para formar parte, como violinista, violista o contrabajista, de las orquestas afiliadas a las compañías de ópera o zarzuelas que visitaban nuestro país.

Durante el período 1900- 1912, dirigió la Banda del Colegio de Beneficencia de San Juan; fundó la Banda de Bomberos de Aguadilla – a la que llegó a pertenecer, como trombonista, el entonces adolescente Rafael Hernández – y presidió la Sección de Bellas Artes del Ateneo Puertorriqueño. También, al percatarse del vacío existente de conjuntos que amenizaran banquetes, recepciones nupciales y demás actividades sociales, organizó el Octeto Tizol (en realidad, dicho conjunto tenía diez miembros), que quedó oficialmente constituido el 11 de enero de 1909. Fueron sus integrantes: Joaquín Burset (pianista); Julián Andino (violinista solista); Julia Lecompte (primer violín); Domingo Andino y Sergio Lecompte, hijo (segundos violines); Sergio Lecompte Aspurúa (violista) y Andrés Fernández (oboísta). El maestro Tizol tenía a su cargo el contrabajo.

Frente a la Sociedad de Conciertos que estableció en 1913 desarrolló una fecunda labor que dio lustre al ambiente musical de Puerto Rico, pues además de auspiciar constantes funciones con artistas nacionales en diversos centros culturales y sociales y de apadrinar a instrumentistas jóvenes muy talentosos, propició las presentaciones de famosos concertistas internacionales en nuestro país. En cambio, el Club Armónico de San Juan, que fundó una década después, enfocaba su trabajo hacia la música ligera. Su orquesta oficial consistía de piano, cinco violines, dos violoncellos, viola, contrabajo, dos flautas y clarinete. Nutría su repertorio, básicamente, de danzas, muchas de ellas compuestas por él: “Amistad”, “Candidez”, “Cuando digo que te quiero”, “Fragancia”, “Nina”, “Para siempre”, “Un beso”, etc.

Manuel Tizol Márquez mantuvo la batuta de la Orquesta Sinfónica que había fundado en 1926 hasta 1928, cuando se le encomendó la dirección de la Banda del Hogar Insular de Niñas en Cayey. A partir de entonces, aquella importante institución musical tuvo como directores a (en orden sucesivo) Ignacio Carballeira, Luis Rodríguez Miranda, Jesús Figueroa Iriarte, Arístides Chavier Arévalo, Arturo Pasarell, Domingo Cruz «Cocolía», Juan Mellado y Augusto Rodríguez Amador.

Durante las postrimerías de su vida, nuestro biografiado dirigió la Banda de la Guardia Nacional y diversos conjuntos de cámara. Sus tres hijos, José de Jesús, Gervasio y Mateo fueron excelentes violinistas. De ellos, Gervasio era reconocido como el mejor por la crítica, pero desgraciadamente falleció de manera prematura en La Coruña, España, poco después de graduarse de médico. Mateo fue el más destacado, aunque no como ejecutante, sino como director de compañías zarzueleras en La Habana. Un sobrino, Juan Vicente Tizol (1900-1984), virtuoso trombonista y gran compositor, es reconocido como el primer exponente puertorriqueño importante en la historia del jazz.


Autor
Miguel López Ortiz para la Fundación Nacional para la Cultura Popular
Nota
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