Fecha de nacimiento
12 de diciembre de 1924
Lugar de nacimiento
Caguas, Puerto Rico
Fallecimiento
27 de noviembre de 2014

Luis Miranda Fernández, conocido por todos como "El Pico de Oro de Puerto Rico", fue nombrado con ese apelativo en 1962, luego de que don Rafael Quiñones Vidal lo escuchara cantar en su “Tribuna del Arte”.
Este jíbaro aguzao no vivió con comodidades, pero sí tenía tres tesoros que valoró hasta sus últimos días: Dios, su familia y su música.
La vida del Pico de Oro discurrió casi en su totalidad en el barrio Tomás de Castro I en Caguas, bajo la tutela de don Sabino y doña Ramona Fernández. Desde niño, encaminado por su padre, ya entonaba los ritmos del folclor campesino.
Resalta el escritor Orlando Santiago-Díaz, en su libro “Decimario Nacional”, que “antes de cumplir los ocho años, y por audición, ya cantaba el verso; a esa edad era el asombro del barrio ante la habilidad que exhibía y más cuando compartía con trovadores consagrados”.
Sus primeras décimas las inspiró en su abuela Cunda, documenta el autor, hermano del reconocido trovador don Miguel Santiago-Díaz. “Es de esa manera que don Luis se inicia en la música criolla. Los temas sagrados, de historia, astronomía, anatomía, náutica, etc., eran muy frecuentes hacia los años 50, lo que de alguna manera también estimulaban el incipiente interés que mostraba el hijo de Caguas”.
Tras ingresar al Ejército de Estados Unidos, en los momentos de ocio divertía a los soldados entonando seises y aguinaldos. Poco después de su regreso incursionó en el magisterio, pero inquieto por la trova que circulaba por sus venas participó en “Tribuna del Arte”. Tras su consagración, en poco tiempo surgieron oportunidades para grabar sus primeros discos con Maso Rivera y Claudio Ferrer.
Luis Miranda fue uno de los artistas exclusivos de Ansonia Records, casa disquera especializada en la trova campesina que produjo y editó discos de Ramito, Chuito el de Bayamón, La Calandria, Germán Rosario, Baltazar Carrero, Odilio González, José Miguel Class y otros trovadores.
Aclamado por su ingenio poético para la improvisación de la décima espinela, El Pico de Oro recorrió ciudades estadounidenses de gran concentración boricua, como Nueva York, Boston y Chicago.
A sugerencia de Rafael “Pole” Ortiz, en 1986 conoció a Elías Lopés, quien lo reclutó para el concepto Orquesta con Trovadores, ingeniado por Pole, y que luego el músico registró como “Trompeta con Trovadores”, junto a Mariano Cotto y Félix Morales.
Grabó varios discos, incluso como solista acompañado por Nieves Quintero y el Taller Campesino de Edwin Colón Zayas, hasta que en 1996 se conviertió a una religión cristiana protestante y comienza a grabar discos con décimas inspiradas en Jesucristo, distribuidos por Disco Hit.
El día de “El Pico de Oro” celebrado a su honor y la apertura de la Casa del Trovador que lleva su nombre en su natal Caguas fueron reconocimientos que lo emocionaron. Además, Luis Miranda fue honrado por sus compañeros músicos con la producción del disco “Homenaje a Luis Miranda El Pico de Oro”, grabado en 2004, y cuyo concierto, realizado en 2005, fue editado posteriormente en dvd.
La histórica grabación que produjo el cuatrista Quique Domenech y reunió al Pico de Oro con Danny Rivera, Tony Croatto, Tavín Pumarejo, Andrés Jiménez y los hermanos Ricardo y Eduardo Villanueva, incluyó una versión de su décima más conocida: “La muerte del ruiseñor”.
"Oí cantar un ruiseñor
en las ramas de un tintillo
me acerqué como un chiquillo
al pajarito cantor.
Menguando fue mi dolor,
mi pesadumbre, mi hastío;
él mi atención sin desvío
parece que adivinaba
y mirándome continuaba
dulcemente su cantío
"Yo, como un rey en la silla
de oro me estaba sintiendo,
me parecía estar viendo
un jardín de maravilla;
mas la inocente avecilla
paró en seco su cantar
pareciendo adivinar
la presencia de un maleante;
y fue así porque al instante
se oyó un disparo sonar".
En Tomás de Castro I El Pico sembró arroz, crió gallos y desde allí entonó sus aguinaldos y seises por los bateyes de la Cordillera Central. Abandonó la campiña donde se hizo hombre por una causa mayor: acompañar a su esposa en su recuperación tras ser operada.
Aunque don Luis Miranda creía que la musa y la inspiración son dones divinos que se llevaría a la tumba, lamentablemente el Alzheimer lo privó de la agudeza y la agilidad mental con que solía expresar al instante sus sentimientos con versos octosílabos.
Consciente del mal que enfrentaba, ya para el verano de 2006 confesaba sin reparos que ya no improvisaba mucho la décima espinela por temor a que la memoria lo traicionara. Mas atesoraba, como si fuera el testamento de su vida, un ejemplar de la tesis “Historias de Vidas Ejemplares: Envejecimiento Exitoso y Sabiduría”, de Rosa Nelly Ramírez Zaragoza. En el texto, sus andanzas artísticas habían sido documentadas en un extenso capítulo. Le enorgullecía ser uno de los protagonistas del libro junto a Enrique Laguerre, Juanita Méndez y la doctora Ethel Ríos de Betancourt.
Luis Miranda Fernández entró a la inmortalidad el 27 de noviembre de 2014 en el Hospital de Veteranos en San Juan.
Jaime Torres Torres
Fundación Nacional para la Cultura Popular
Lista de discografía parcial recopilada por Fundación Nacional para la Cultura Popular -
Mi música borincana Vol. I
Mi música borincana Vol. II
La muerte del ruiseñor
El trovador y el poeta
Navidades con Luis Miranda
De parranda con Luis Miranda
El Parrandero Vol. I
El Parrandero Vol. II
Celebrando 50 años con Dios, mi pueblo y mi gente
Navidad: época de amor
Mi última grabación
Mi primera grabación para Cristo
Cristo me salvó
Una invitación
Cristo es la solución
Encuentro decimal cristiano
Música cristiana del ayer
Jesucristo es lo primero
Somos más que vencedores
De Cristo soy trovador
Homenaje a Luis Miranda “El Pico de Oro”
Tengo un viaje pendiente
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