Gloria Mirabal

Cantante



Fecha de nacimiento
9 de abril


Lugar de nacimiento
Río Piedras, Puerto Rico


La menor de 14 hermanos, Gloria Mirabal vio la luz un 9 de abril en Río Piedras cuando éste aún era un municipio antes de ser anexado a la ciudad capital de San Juan. Desde su temprana niñez el arte se dejó sentir en su vida escolar donde participaba en los concursos y espectáculos delineados para estudiantes.

Si bien entre las expresiones artísticas sentía una gran atracción hacia la actuación, Gloria optó por desarrollarse como cantante por una sola razón: en la ingenuidad juvenil era muy enamoradiza. Y para evitar que la fantasía del drama se convirtiera en realidad, se entregó a la música y a la canción.

Mas de la actriz quedó siempre en ella el dramatismo para la interpretación. Así, en plena juventud, dio sus primeros pasos como cantante en el programa radial de aficionados de Rafael Quiñones Vidal. Posteriormente hizo lo propio en espacios estelarizados por Ramón Rivero “Diplo”. Con la llegada de la televisión fue reclutada de inmediato como artista invitada a programas de variedades como fueron “Show Libby’s”, “Una hora contigo” con Myrta Silva, “Tribuna del Arte” y “Risas y canciones”, entre otros.

Ya establecida como cantante, recibió el respaldo del productor cubano Gaspar Pumarejo en el canal 47 de Nueva York. Para ese entonces, ya su versatilidad interpretativa - que dominaba desde el bolero hasta la danza puertorriqueña - le había llevado a incursionar en el mundo discográfico. Así grabó para el sello Seeco el álbum “En la gloria con Gloria Mirabal”. Siguió la producción “Ojitos traidores”, con la reconocida Orquesta San José, que dirigía Papá Molina, y la Orquesta de Cuerdas de Ángel Bussi.

Con la contratación de la cantante riopedrense por parte del sello Gema de Guillermo Álvarez Guedes fue que su carrera despuntó con fuerza en el mundo del disco. Para dicha compañía grabó varias producciones siendo su interpretación del tema “Están enamorados”, del compositor y músico Julio Gutiérrez, la que llegó a la cima de la popularidad radial en Puerto Rico, ocupando el primer lugar de las listas de éxitos el 28 de octubre de 1967.

Gutiérrez, que en aquellos días tenía su composición “Se acabó” en primeros lugares de la popularidad, fue el que le dio dirección a la carrera de Gloria como intérprete. Así en esta etapa, fue estrella de clubes nocturnos como el Montmatre y Prilas de Miami, el Chateau Madrid, Alameda Room y Liborio de Nueva York.

En plena era de los festivales de la canción, fue escogida como representante femenina nacional para el Segundo Festival de la Canción Latina del Mundo, celebrado en México en 1970. En la competencia que, un año antes, Lucecita Benítez había conquistado el primer lugar con “Génesis” de Guillermo Venegas Lloveras, Gloria no corrió igual suerte. Sin embargo, su presencia en México sí hizo que el sello Musart notara su calidad interpretativa y la contratara para su catálogo.

En cuestión de meses Gloria grabó en México bajo la dirección de los maestros Nacho Rosales y Jorge Ortega. Y con la producción en mano recorrió numerosos escenarios del país azteca cosechando aplausos de la crítica especializada. Mientras, en ciudades como Acapulco, Guadalajara y el Distrito Federal se abría paso en el exclusivo circuito de centros nocturnos mexicanos, le llegó una nueva invitación para participar en Nueva York del Primer Festival de la Canción Latinoamericana. Y llevando el tema “Un milagro” de Víctor Manuel Matos, la cantante boricua obtuvo el tercer lugar de la competencia.

Con el éxito de su lado, Gloria Mirabal llevó su arte a países como Ecuador, Guatemala, República Dominicana, El Salvador, Colombia y Venezuela. Si bien, su sueño siempre fue establecerse en Puerto Rico, las oportunidades de trabajo le llegaban mayormente de las ciudades con grandes concentraciones de latinos en los Estados Unidos.

Su repercusión popular la hizo meritoria de la otorgación de las llaves de la Ciudad de Miami. En Nueva Jersey fue igualmente reconocida en el Passaic County College de Patterson. A principios de la década de 1980 presentó un concierto en el Carnegie Hall, acompañada por la Orquesta Sinfónica de Joseph Lliso.

Ya cuando las salas de fiesta o centros nocturnos comenzaron a mermar en las comunidades latinas del Norte, la artista se ha concentrado en las invitaciones que recibe de diversos sectores hispanos. Así se ha presentado en conciertos en el Puerto Rican Travelling Theater que dirigía Miriam Colón en Nueva York, compartió tarima con Roberto Ledesma en el Dade County Auditorium, ha actuado en efemérides como el Festival Betances celebrado en Boston y el Festival Cultural Latino de Queens, entre otros.

Ya en la madurez de sus años, Gloria Mirabal disfruta cada momento de nostalgia que la vida le permite sentir a través de la música. Y con orgullo recuerda desde la primera vez que cantó “Alma adentro” de Sylvia Rexach en su debut en local El Café de las 10, hasta sus versiones de “Adoro” y “Por amor”, el tema “Mis sueños sueños son” de Rafi Monclova, “Por tu bien” de Carbó Menéndez, “La voz de la experiencia” de Miguel Ángel Amadeo y el clásico impostergable “El rosario de mi madre” de Mario Cavagnaro. Esto, sin olvidar, sus inolvidables interpretaciones de la danza “Recuerdos de Borinquen” de Luis F. Miranda.

Javier Santiago
Fundación Nacional para la Cultura Popular


Autor
Javier Santiago para la Fundación Nacional para la Cultura Popular
Nota
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