Enrique Laguerre

Novelista, Cuentista, Dramaturgo y periodista

Nombre completo
Enrique Arturo Laguerre Vélez


Fecha de nacimiento
15 de julio de 1905 (inscrito el 3 de mayo de 1906)


Lugar de nacimiento
Aceituna, Moca, Puerto Rico


Fallecimiento
16 de junio de 2005 en Carolina, Puerto Rico

A diferencia de sus contemporáneos Francisco Matos Paoli y Abelardo Díaz Alfaro, quienes cultivaron, preferente y respectivamente, la poesía y el cuento, Enrique Laguerre sobresalió como brillante novelista, aunque su obra abarcó la mayoría de los géneros literarios. Con aquellos completó la trilogía cumbre de escritores puertorriqueños del Siglo 20. Al punto de que sus nombres fueron considerados para recibir el codiciado Premio Nobel de Literatura. Hasta el instante de su llorado deceso, ya en el umbral de su centenario, era considerado el más importante cultor viviente de la palabra escrita.

Este importante escritor puertorriqueño era hijo de Juan Nepomuceno Laguerre González y Atanasia Vélez Vargas. Cursó sus grados académicos regulares en escuelas públicas de Isabela y Aguadilla. La vocación literaria le floreció cuando recién entraba a la adolescencia. La misma le fue estimulada por una de sus maestras: Carmen Gómez Tejera.

En 1923 ingresó a la Universidad de Puerto Rico con miras a convertirse en educador. Sin haber concluido sus estudios en dicho recinto, en 1925 se inició como maestro rural, ejerciendo la enseñanza en su pueblo y en otros poblados de la región Oeste. Siete años más tarde, 1932, se estrenó como periodista y ensayista, publicando artículos de carácter cultural y político en el diario La Democracia. Posteriormente, fue colaborador de las revistas Alma Latina, Ámbito, Artes y Letras, Brújula, Horizontes, Puerto Rico Ilustrado, Isla y, sobre todo, Paliques, de la cual fue co-fundador. En diversas etapas firmó bajo los seudónimos de Alberto Prado, Motial, Tristán Ronda y Luis Urayoán.

Tres años más tarde, 1935, Antonio S. Pedreira lo motivó a que publicara “La llamarada”. Por la excelencia de esta obra recibiría un Premio del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) en 1936. Durante estas mismas fechas, también mereció la Medalla Menéndez Pidal por haber sido seleccionado Mejor Estudiante de Filología en su graduación de la Escuela Normal de la UPR. En 1937 escribió su segunda novela, “Solar Montoya”, inspirada en las penurias de los obreros de los cañaverales y que se editaría en 1941. Paralelamente a su quehacer en La Democracia y a sus trabajos para diversas publicaciones literarias, se desempeñó como libretista de la emisora gubernamental La Escuela del Aire (1939-1941)

Enrique Laguerre obtuvo Maestría en Artes en la UPR en 1941. Al año siguiente, ingresó a la Facultad de Estudios Hispánicos, de la cual, algunos años después, sería catedrático profesor y catedrático durante casi medio siglo (1942-1988). En el ínterin, completó el Doctorado en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Ya adelantada aquella década, se vinculó al periódico El Mundo como columnista. Entre las varias que mantuvo, la última y de más prolongada vigencia fue “Hojas libres” (1959-1988). En el ínterin, ejerció la enseñanza en la Universidad Católica de Ponce. Desde 1999 hasta el final de sus días escribió la titulada “Comentario” en el diario El Vocero.

Como dramaturgo, su obra más importante es “La resentida”, estrenada en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, bajo la dirección de Leopoldo Santiago Lavandero, entre el 12 y el 14 de abril de 1944. Esta pieza recrea el momento histórico de 1898 cuando las partidas sediciosas atacaron las propiedades de los ricos hacendados cafetaleros españoles. Se repuso durante el Segundo Festival de Teatro Puertorriqueño en el Teatro Tapia, con Mercedes Sicardo, José Luis «Chavito» Marrero y Manuel Pérez Durán, bajo la dirección de Ángel F. Rivera (abril 9-15, 1959) y durante la duodécima edición de este mismo evento en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, también con Mercedes Sicardó y José Luis «Chavito» Marrero, uniéndose a éstos el Ballet Folklórico Areyto (abril 24-27, 1969). En 1983 se montó en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré con Ginnie Montalvo, Eileen Navarro y María Socorro Pérez en los papeles estelares.

Por otro lado, “Los dedos de la mano” fue adaptada a la pantalla chica por Madeline Willemsen y emitida como telenovela a través de WIPR TV / Canal 6 con un reparto encabezado por Gladys Rodríguez, Carlos Augusto Cestero, Juan Carlos Santacruz, Mona Marti, Pedro Juan Figueroa, José Reymundí, Raquel Montero e Iris Martínez, bajo la dirección de Edmundo Rivera Álvarez, en 1978.

Por su valiosa aportación a las Letras, Enrique Laguerre ha sido acreedor a numerosos galardones y distinciones, resaltando entre ellos el Premio Nacional de Literatura concedido por el ICP (1975); Proclama como Humanista del Año por parte de la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades (1985) y, como apuntamos al principio, la nominación al Premio Nobel de Literatura en 1999.

Próximo a cumplir un siglo de fructífera vida, la noche del lunes 2 de mayo de 2005, el Ateneo Puertorriqueño le confirió su más alto reconocimiento, el Premio de Honor, en acto celebrado en el Salón de Usos Múltiples de su sede en el Viejo San Juan.

Don Enrique Laguerre falleció en su hogar en el condominio Laguna Gardens, en Carolina, a las 8:20 de la mañana del jueves 16 de junio de 2005, ví­ctima de un infarto cardí­aco. Apenas le faltaba un mes para cumplir 100 años de edad.

Luego de su desaparición física, la Editorial Cultural publicaría las dos obras teatrales que dejó inéditas: “El secuestro de San Valentín” y “La renuncia de Mary Sullivan”, más las versiones – revisadas por el propio autor – de “La llamarada” y “La resaca” adaptadas a la época actual para beneficio de las nuevas generaciones.

Principales obras–

Novelas:
“Solar Montoya” (1941); “30 de febrero” (1943); “La resaca” (1949); “Los dedos de la mano” (1951); “La ceiba en el tiesto” (1956); “El laberinto” (1959); “Cauce sin río / Diario de mi generación” (1962); “El fuego y su aire” (1970); “Los amos benévolos” (1976); “Infiernos privados” (1986); “Por boca de caracoles” (1990); “Los gemelos” (1992); “Proa libre sobre mar gruesa” (1995) y “Contrapunto de soledades” (1999).

Cuentos:
“Renunciación” (1932); “El hombre caído” (1933); “El muchacho del gesto cansado”, “La parábola del anhelo elevado” y “Muchachito” (1934); “El diente de oro”, “El sumidero” y “Raíces” (1937); “El cuento que no acaba” (1939); “Pacholí” (1940); “Las vacaciones de Luisa” (1943); “Antología de cuentos españoles” y “Miedo” (1947) y “Naufragio” (1959).

Dramas:
“El hombre que volvió” (1952); “El enemigo” (1955) y “El hombre caído” (1957).

Otros géneros:
“Antología de cuentos puertorriqueños” (1954); los ensayos “Pulso de Puerto Rico” (1956); “Enrique Laguerre habla sobre nuestras bibliotecas” (1959); “La responsabilidad de un profesor universitario” (1963); “El jíbaro de Puerto Rico: símbolo y figura”, en colaboración con Esther Melón (1968); “La poesía modernista en Puerto Rico” (1969) y “Polos de la cultura íberoamericana” (1977) y el poemario “Residuos de los tiempos” (2001).


Autor
Miguel López Ortiz para la Fundación Nacional para la Cultura Popular
Nota
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