Fecha de nacimiento
25 de julio de 1956
Lugar de nacimiento
Oriente, Cuba
Fallecimiento
30 de noviembre de 2011 en San Juan, Puerto Rico

La cantautora Bertha María nació en la región Victoria de las Tunas de la ciudad de Oriente en Cuba, y llegó a Puerto Rico con apenas tres abriles cumplidos. Bajo la dirección de la profesora Pilar López dio sus primeros pasos en el arte estudiando piano, teoría de la música, solfeo y canto a los nueve años. Ya en la adolescencia tomó todos los cursos disponibles en sus años escolares aprendiendo a tocar guitarra, piano y percusión.
A mediados de la década de 1970 se trasladó al estado de la Florida donde estudió arte dramático, teatro y pantomima en el Miami Dade Community Collage bajo la dirección de María Teresa Rojas, profesora que encaminó también al actor Steven Bauer. De regreso a Puerto Rico, la joven complementó todo su aprendizaje en la Compañía de Variedades Artísticas bajo las tutelas de los profesores Renée Barrios, Tito Bonilla, Aixa y Sarita Ayala.
Dividida su vida entre dos puertos, Bertha logró primeros lugares en el Festival de la Voz y la Canción de Puerto Rico mientras, en los Estados Unidos, ocupó el tercer lugar como intérprete y el quinto como compositora en el Festival OTI celebrado en 1979 en la ciudad de Miami.
En esos días ya la artista había hecho su primera incursión en el mundo de las grabaciones con el sello disquero Oliva Canto para el cual produjo su carta de presentación: “Bertha María”. Estableciéndose como toda una revelación, su versión femenina del clásico “Gavilán o paloma” del compositor español Rafael Pérez Botija, copó la difusión de las ondas latinas del estado de la Florida. Producciones posteriores como “En la intimidad”, dirigida por el reconocido músico Elías Lopés y el productor Willy Chirino, y nuevamente “Bertha María”, bajo la dirección del maestro Zito Zelante, la establecieron como una nueva voz del género filin en el Caribe.
Con el pasaporte del éxito sellado Bertha María difunde en las ondas radiales canciones como “Chiquillo de buen andar”, “Quiero”, “Joya rara”, “Cuando amamos”, “Consejos doy” y “Usted”. Así gana el primero de tres Discos de Oro mientras, simultáneamente las oficialidades gubernamentales de ciudades como Hialeah y San Juan, por medio de sus respectivos alcaldes Raúl C. Martínez y Hernán Padilla, reconocen su sobresaliente labor artística en las comunidades latinas.
En el transcurso de la década de 1980, sus presentaciones en escenarios nocturnos la convierten en una de las figuras más respetadas por la crítica especializada. “Bertha María deja la pista caliente”, reseñó el periodista Joseph Cáceres en el diario El Nacional de Ahora durante su presentación en un concierto de Rocío Jurado en la República Dominicana. Una actuación posterior en el Hotel La Concha de San Juan, Puerto Rico, lleva al diario El Mundo a describirla como “una filinisita de primera”. “Cuánta entrega, cuánto dominio y poder irradia Bertha sobre el escenario”, apuntó el diario boricua.
Asi, la joven cantautora demostró su talento lo mismo en Chile y Argentina que en México, Perú y Panamá. En los más diversos escenarios, la joven compartió tarima con figuras de la talla de Pedro Vargas, Celia Cruz, Libertad Lamarque, Olga Guillot, Gloria Estefan y Miami Sound Machine, Ednita Nazario, Andy Montañez, Chucho Avellanet, Armando Roblán, Rubén Rabasa y Sully Montero, entre otros. Con el internacional José Feliciano actuó en el auditorio miamense James Earl Knight abriendo el espectáculo del boricua y cantando con él a dúo la composición de Roberto Figueroa, “Para decir adiós”.
En 1999 Bertha María lanzó al mercado la producción “Clásicos de Sylvia Rexach” dedicado a la inmortal compositora puertorriqueña. El disco fue concebido en colaboración con el reconocido pianista Amaury López Jackson e incluyó sus versiones de temas como “Nave sin rumbo”, “Olas y arena”, “En mis sueños”, “Mi versión”, “Di corazón”, “Matiz de amor”, “Anochecer” y “A ti”, este último una composición que la propia intérprete le dedicó a la insigne compositora.
Mas no bien completa su labor musical con la obra de Rexach, Bertha María descubrió la magia de otra gran compositora del pentagrama boricua: Ketty Cabán. Honrada por la selección que le hace la propia compositora para interpretar sus canciones, Bertha volvió a unir su talento al del maestro Amaury López Jackson para entregar el alma en la interpretación de su séptima producción: “El placer fugaz del amor”. La misma fue seleccionada por el diario El Nuevo Día como una de las más sobresalientes de 2004.
A partir de dicha producción la artista se mantuvo activa en el mundo de la bohemia así como en el desarrollo de su faceta como compositora. Tras enfrentar contratiempos de salud, un paro respiratorio la sorprendió a las 6:50 de la tarde del 30 de noviembre de 2011 en un centro hospitalario de San Juan, Puerto Rico.
Javier Santiago
Fundación Nacional para la Cultura Popular
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