Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El éxito arrollador de la comedia “La verdadera historia de Cuca Gómez” por varios escenarios de Puerto Rico demuestra que cuando un actor conoce a la perfección un personaje trasciende generaciones, a lo que se suma una historia bien contada.

Otilio Warrington “Bizcocho” domina completamente a “Cuca Gómez” aunque salió de la pantalla de Telemundo en los ’90, después de arrasar en sintonía. Solo reapareció -según recortes periodísticos- en un espectáculo en 2011 para un reencuentro con parte del elenco de “Los Kakukómicos”.
Durante la vigésima función de la producción teatral -el domingo 29 de octubre en la Sala Antonio Paoli del Centro de Bellas Artes de Santurce, a cargo de Alexandra LLC.- el veterano comediante dio cátedra una vez más al mantener la esencia de “Cuca Gómez”, pero pudo ponerla acorde a estos tiempos, por medio del libreto de Alexis Sebastián Méndez. Estuvo tan actualizado que hizo alusión hasta a las inundaciones que afectaron la zona metro días previos a estar en cartelera.
Asimismo, la “compinche” de esta diva de la belleza y la elegancia, “Gloria” (interpretado por Tita Guerrero) lució perfecta en su rol y por derecho propio se ganó el respeto y aplauso de la concurrencia en el recinto cultural y de entretenimiento. El mayor logro de Tita es que su caracterización fue propia, sin tener que ser comparada con la primerísima comediante Rosita Velázquez, quien le dio vida magistralmente por tantos años en pantalla.

La puesta en escena inspirada en el segmento del programa “Los Kakukómicos” -que marcó la historia de la televisión local en los ’80- provocó un mar de aplausos y carcajadas de principio a fin por la química y brillantes actuaciones de su formidable elenco compuesto, además, por Herbert Cruz (Juez), Marilyn Pupo (“Loba Sofía”, archi-enemiga de la protagonista), Julio Ramos (“Mauro”, el abogado de “Loba Sofía” y pretendiente de “Gloria”; sustituyendo a René Monclova), Braulio Castillo (“Braulio”, galán que tuvo amoríos con “Cuca”), Gil Viera (“Colibrí”) y Mario Roche (alguacil, profesor y mesero; en lugar de Erik “Chicho” Rodríguez). Todos contribuyeron a que la gente disfrutara de una tarde deliciosa. ¡Cada uno en su punto! Muy acertada la dirección de Gilberto Valenzuela.
Por medio de vídeos aparecieron Tairís Warrington, hija de Alí Warrington y nieta de Bizcocho, encarnando a “Cuca Gómez” en la adolescencia, y la comunicadora Lourdes Collazo, reseñando -en vídeos- el “pleito legal” y entrevistando a otros personajes como “Reguerete” (Bizcocho) y “Toribio” (Adrián García).

Una mención especial merecen, definitivamente, “Soledad y Solitaria”, personajes del mismo espacio televisivo, a los que han dado vida por décadas de forma genial Waleska Seda y Adrián García. Ellas llegaron al tribunal buscando un permiso especial para visitas conyugales con cualquier confinado y, luego, regresaron para presenciar el juicio contra “Cuca” por los derechos de la famosa frase “Yo lo fabrico, yo lo uso, ¡y yo lo recomiendo!”, que se adjudica “Loba Sofía” e hilvana la historia de la pieza. “Soledad y Solitaria” enriquecieron tanto la propuesta teatral que merecían permanecer más tiempo. ¡Bravo!
El autor Alexis Sebastián Méndez creó una trama entretenida para develar durante el juicio los secretos de “Cuca Gómez” tras su desaparición de la vida pública en Puerto Rico, comenzando por su historia y ascendente carrera como empresaria de productos de belleza y refinamiento, el hijo que tuvo con un jaque árabe con el que perdió contacto, sus problemas financieros y la “guerra sin cuartel” con “Loba Sofía” desde la vida estudiantil. Sí hubo momentos de mucha picardía, como suele ocurrir en teatro, más que lo presentado en el programa producido por Paquito Cordero. Pero, son otros tiempos y los gustos cambian.
Este montaje revalida que las grandes producciones no mueren, porque permanecen imborrables en la memoria colectiva.
“La verdadera historia de Cuca Gómez” tendrá una función a principios de diciembre en The Osceola Performing Arts Center en Kissimmee, Florida.
Admiran al personaje y a su intérprete –

Antes de entrar a la función de “La verdadera historia de Cuca Gómez” pudimos dialogar en el vestíbulo del Centro de Bellas Artes de Santurce con algunas personas del público sobre el impacto del personaje que ha inmortalizado Otilio Warrington “Bizcocho”.
“Me motiva conocer un poco más de su historia del programa de los ’80, ya que nací en 1982. Realmente, no conozco mucho del personaje. Me sorprende que haya durado tanto tiempo en la televisión local. Mi familia lo veía. Además, Bizcocho estuvo mucho tiempo en la televisión”, destacó Suheil Rodríguez, de Carolina, impactada porque haya trascendido generaciones.
Iris Fernández, también de Carolina, subrayó, en tanto, “he admirado mucho a este personaje, al igual que a Bizcocho como persona. Me gusta todo lo que él haga. Ha sido un hombre trabajador y un actor al que le gusta hacer reír a los demás”.

“Me gusta ‘Cuca Gómez’ porque es parte de nuestra cultura. Me encantaba verla en televisión. Su comedia era sana… Ella causa risa y no raya en lo vulgar ni chabacano”, destacó Bennylin Piñeiro Ramos, de Cataño.
En esa misma línea, Gladys Rodríguez, de Trujillo Alto, afirmó, “siempre la veía cada vez que la presentaban. Me encantaba su coquetería. ¡Yo quiero ser como ella!”.
Amada Nieves, de San Juan, comentó que “siempre me gustó verla en televisión. Su humor es sano. En aquella época rompió con todo lo que podían ser las cuestiones discriminatorias de los hombres poder hacer ese tipo de comedia… (Bizcocho) hacía de mujer y llegaba a todo el público femenino. ‘Cuca’ nos conquistó con sus cosas, con sus consejos”.
Norma Ramírez, de Luquillo, entró a la conversación para decir, “¡me encantaba! Siempre me hacía reír. (El segmento) era algo sano, no chabacano, ni vulgar… Estaba fabulosa como mujer. (Bizcocho) se ve más lindo de mujer”.
Al salir de la función, el rostro de la gente lo decía todo. Para muchos, fue revivir una época de gloria de la comedia televisiva, para otros más jóvenes conocer a ese personaje del que todos hablan…