Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Siempre que sabemos que un grupo va a explorar un montaje de teatro colectivo, revivimos aquel inapreciable momento en el que coincidimos con el actor, dramaturgo, ensayista, narrador, poeta y director colombiano (fundador y director del teatro experimental de Cali desde 1955, y fundador del Teatro Experimental de Cali (TEC) en 1965), Enrique Buenaventura (1925-2003), en el Teatro Sylvia Rexach, en 1973.
Buenaventura estaba en Puerto Rico, con su grupo, por motivo de la Primera Muestra de Teatro Mundial que se dio en nuestro archipiélago ese año. Aquella noche, veíamos “Proceso por la sombra de un burro” del dramaturgo suizo Friedrich Durrenmatt (1921–1990), montaje efectivo y bien logrado de Teatro del 60 para la Muestra.

Al finalizar la obra, hubo un intercambio, provocador y controversial, entre Buenaventura, y todos los allí presentes, que continuó en una muy importante charla que se coordinó esa misma noche, a la cual no pudimos asistir. Dado que en pocas ocasiones se dan interacciones como esa en Puerto Rico, se trató de un intercambio histórico invaluable.
En aquel momento, los jóvenes teatreros puertorriqueños no éramos ajenos a los trabajos de creación colectiva en el teatro, sobre todo en Colombia. Sentíamos fascinación por el método de producción grupal sistematizado, que se dio durante las décadas de 1960 y 1970 en Europa y América.
Entre esos colectivos, además del TEC, se destacaron el Living Theatre (fundado por Judith Malina, Erwin Piscator, Julian Bec en 1947) en Estados Unidos; Teatro del Sol (fundado por la actriz Ariane Mnouchkine en 1964), en Francia; Grupo Teatro Escambray (fundado Sergio Corrieri y Gilda Hernández en 1968) en Cuba; Libre Teatro Libre, fundado por María Escudero con estudiantes de la entonces Escuela de Artes, de la Universidad Nacional de Córdoba, en 1969 en Argentina; y Teatro La Candelaria (fundado por un grupo de artistas e intelectuales independientes de la Universidad Nacional en 1966) en Colombia.
De la misma manera, estábamos familiarizados con los principios del Teatro del Oprimido creado por el dramaturgo, escritor y director de teatro brasileño Augusto Boal (1931-2009).
Era un teatro con misión política, en el cual, en muchas ocasiones, el colectivo construía el texto (con todo lo que implica) y la propia dirección. Por supuesto, era una alternativa para los jóvenes arrojados de nuestra generación, por lo que grupos como El Tajo del Alacrán, Anamú, Moriviví, Teatro Pobre de América, entre otros, realizaban brillantemente en Puerto Rico.

Estos grupos dejaron referencias y métodos que resultaron efectivos y exitosos, a los cuales podemos acudir si deseamos indagar por esa hazaña.
A su vez, es posible que hayan encontrado referencias de la creación colectiva en la Comedia del Arte en el Renacimiento Italiano, donde los actores desarrollaron obras de teatro a partir de sus propias creaciones.
Bajo ninguna circunstancia debe asumirse que se trataba de un “laissez faire, laissez passer”. El método era estricto, exigía taller y compromiso en alto nivel, que contaba con una figura central. El TEC, por ejemplo, tenía a Enrique Buenaventura, quien decía, sin miedo, todo lo que tenía que decir, y así lo conocimos en aquella memorable velada.
“Imprudencers”, la última propuesta del XLIV Festival de Teatro (6 de octubre-5 de noviembre 2023) en Caguas que auspicia el Departamento de Desarrollo Cultural del Municipio Autónomo de Caguas, fue producto de un laboratorio de creación colectiva, desarrollado por Dándolo Todo Team.
Este colectivo, compuesto por Jorge Armando Rivera, Marielis Fonseca, Axel Serrant y Yesmín Luzzed, se formó, específicamente, para desarrollar la dramaturgia y la dirección de “Imprudencers”, cuyo título alude a influencers, palabra inglesa que se usa para definir a un sector de éxito, mega “influyente”, en la comunidad cibernética.
El resultado fue una pieza de estructura similar a la desarrollada por el Libre Teatro Libre de Argentina, donde distintas historias, cuentos o viñetas, se entrelazan con una transición. Y parecida, por cierto, a “Preciosa y otras tonadas que no llegaron al hit parade”, colectivo que desarrolló Anamú dirigido por Pablo Cabrera, para el Primer Festival de Teatro Latinoamericano exploraron en Puerto Rico en 1971.

La dramaturgia colectiva de Dándolo Todo Team no está comprometida con la política de izquierda. Este trabajo tampoco se posiciona con extremos en el señalamiento sobre redes sociales e inteligencia artificial.
A tales efectos, citamos las exactas palabras del grupo en el programa de mano: “El mundo anda inmerso en una gran ola de tecnología y redes sociales que está sumergiendo a las personas en una demencia digital sin precedentes. Los ‘Imprudencers’ abordan estos temas por medio de la comedia y números musicales. Se presentan las consecuencias del mundo moderno y sus excesos con el fin de crear consciencia sobre el uso mesurado de las redes sociales”.
El propósito del junte colectivo está expresado también, en el programa de mano: “Iniciativa que surge a través del interés colectivo actoral y cultural de compañeros y amigos con el fin de generar espacio para las ideas, desahogo social-creativo y taller histriónico, además de impulsar proyectos que ayuden a desarrollar y capacitar oportunidad de empleo y sustento económico para los participantes”.
Para lograr lo anterior desarrollaron ocho segmentos que ellos llamaron bloques: La cuerpa, Los chanchulleros, Podcast, La voladora, Queer MC, El Bazucamba, La Cherryboom, Closing, entrelazados por canciones de ritmo contemporáneo, muy dinámico, expuestos de una manera directa y simpática. Cada viñeta puede funcionar sola, como una obra breve o de micro teatro, y puede hacerlo con efectividad.
No tenemos conocimiento si Dándolo Todo Team continuará la aventura por las “20 mil leguas” del teatro colectivo. Lo que podemos asegurar es que la producción que vimos tuvo aciertos, entre los que sobresalieron las actuaciones, la selección de los temas, la música y los vídeos.

De la misma manera, son los personajes en función de las distintas situaciones elaboradas, la estrella más brillante de esta dramaturgia colectiva, lo cual arropa los diálogos en casa situación.
Los actores, destacados talentos puertorriqueños, se lucieron en sus distintos personajes, y demostraron, además, una brillante vitalidad que nunca asomó el más mínimo ápice de cansancio, canción tras canción, viñeta tras viñeta, sin tregua.
Cabe destacar que la puesta en escena que vimos, segunda de aquel domingo, tuvo apenas media hora de descanso entre funciones. Dándolo Todo Team fue un “team” que “lo dio todo”. Laureles para Jorge Armando Rivera, Yezmin Luzzed, Axel Serrant y Marielis Fonseca.
Pondremos otro laurel en la frente de DJ Vogue Titi Plastic, por el mix de los vídeos y el sonido. Aunque su nombre no figura en ese crédito, nos enteramos que la artífice fue Yezmin Luzzed.
La dirección, que siguió el patrón de línea al frente para hablarle al público, antes de cada historia, fue correcta en el uso de áreas escénicas. Las composiciones fueron básicas y sencillas.

Por otro lado, la dirección tuvo un ritmo vertiginoso, que mantuvo un mismo nivel de principio a fin. Es ahí donde algún (entiéndase también alguna) Enrique Buenaventura imparte las necesarias pinceladas de calderones, silencios, estacatos, adornos y una que otra cadencia, sobre todo en cada transición o hilo conductor, y en acciones como cambios de vestuario delante del público.
El colectivo tuvo también aciertos en el concepto del diseño de escenografía o ambientación, luces, utilería, vestuario y maquillaje.
Felicitamos al resto del equipo Natalie Droz (regidora y supervisora técnica), Kamila Luzzed (asistente en regiduría y proyecciones), Daniel Rivera (escenografía y elementos), Yezmin Luzzed (edición proyecciones), Bianca Santiago y José Julián (DP en vídeos y efectos), Luis Negrón y Saúl Acosta (técnicos de sonido).
Aplaudimos a Dándolo Todo Team, que tuvo cuatro funciones a casa llena con un público eufórico a cabalidad. Los animamos a llevar este montaje a distintos lugares donde, tal como lo hicieron los predecesores colectivos se pueda suscitar una buena conversación con el público. ¡El tema lo merece!
Felicitamos y agradecemos al municipio de Caguas por 44 años de presentaciones teatrales de calidad. Estaremos en primera fila el año que viene.