Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El veterano actor Miguel Diffoot demuestra ser amante de las grandes obras que puedan dejar huellas en la escena teatral puertorriqueña y en la piel de personajes, “con situaciones densas, porque nos dan otra dimensión”
Hace unos días, culminó el montaje de la estremecedora pieza “Madres de la Plaza de Mayo”, de la autora estadounidense Stephanie Alison Walker, en el Teatro Francisco Arriví en Santurce, como parte del 53 Festival de Teatro Internacional del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP). Compartió escena con Linnette Torres, Wanda Sais, Luis Obed Velázquez y Yeidimar Ramos, bajo la dirección de José Manuel Díaz, en una producción de Corillo Eventos y Casa Productora. La historia estaba enmarcada en hechos ocurridos en Argentina, donde se formó este movimiento conocido como Madres de la Plaza de Mayo durante la dictadura, con el fin de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos, inicialmente, y luego establecer quiénes fueron los responsables de los crímenes de lesa humanidad y promover su enjuiciamiento. Según la trama de la propuesta teatral, en medio de la llamada Guerra Sucia en Buenos Aires (1978), la gente desaparecía de las calles, pero nadie hablaba de ello.

Diffoot estuvo en la piel de “Padre Juan”, un antiguo amigo y vecino de la protagonista, asignado como sacerdote dentro de las instalaciones de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), instalación que funge como centro de detención, tortura y exterminio de los desaparecidos por tener ideas contrarias a las del gobierno cívico-militar.
“Fue una experiencia maravillosa… El texto es maravilloso, ya que refleja a esta familia que teme que uno de los desaparecidos sea uno de sus miembros. En este caso, se cree que la nieta está desaparecida. Es una obra muy fuerte en términos anímicos y emocionales. ¡A la gente le encantó!”, precisó. (A los actores les preocupó utilizar acento argentino en la pieza, pero entendían que era lo mejor para dar mayor credibilidad a la historia. El elenco recibió entrenamiento en ese aspecto, al igual que sobre la cultura del país sudamericano).
‘Tío Vania’ cierra la actual edición del Festival de Teatro Internacional –
Ahora el respetado histrión protagoniza para el mismo Festival, la producción “Tío Vania”, del 9 al 12 de noviembre, en el Teatro Victoria Espinosa, a cargo de la compañía teatral Anilom Inc.
Esta obra del dramaturgo Anton Chejov, a pesar de que fue escrita hace más de un siglo, mantiene pertinencia a la hora de hacer una radiografía de la condición humana y pone en relieve su naturaleza. Los personajes toman conciencia de que el destino de sus vidas se les escapa y tendrán que decidir entre negar la realidad o sacar el valor de afrontarla. Según la sinopsis, “Tío Vania” y su sobrina “Sonia” viven en el campo; él en plena crisis existencial y ella enamorada de un médico que raras veces les visita. Ambos trabajan como animales para pagar la deuda de la finca. Su cotidianidad se interrumpe con la llegada del padre de “Sonia” y su joven esposa, que deciden residir allí, revolcando la vida de todos: aspiraciones, frustraciones, miedos, herencia y todo lo que llevan callando por años. La finca pertenecía al padre del “Tío Vania”, ya fallecido.
El actor explicó en detalles que su personaje había renunciado a su parte de la herencia para poder comprar esa hacienda que iba a pasar a manos de su hermana; lo hizo todo por ella. Ahora ni su padre ni su hermana están vivos. Sin embargo, la hermana estuvo casada con un intelectual que tiene en estos momentos el mando sobre la hacienda. “Tío Vania” se ha dedicado a trabajar en ésta, abandonando todos sus sueños. En la puesta en escena se reencuentra esa parte de la familia y algunos allegados. “Realmente, en la obra todos los personajes tienen unos sueños no cumplidos y durante este aislamiento en la hacienda – se desarrolla en Rusia- se reencuentran y empiezan a surgir los rencores, envidias, celos, más la angustia de estar atrapados en este lugar. Muchos salieron de allí y solo se quedó el ’Tío Vania’. Él está en una edad en que no tiene otras alternativas”, abundó Diffoot.

Destacó, en entrevista con la Fundación Nacional para la Cultura Popular, que “las obras de Chejov muchas de ellas son clásicos, porque rompieron un patrón en el estilo de hacer teatro de la época, a finales del siglo 19. Del teatro romántico se pasa a este tipo de teatro más conversado, donde la gente muestra su realidad más profunda… Y la forma en que se interpretaba empezó a ser un poco más hacia el realismo que estamos acostumbrado ahora, pero verdaderamente empezó con Chejov”.
A Miguel Diffoot se unen Laura Isabel Cabrera, Efraín Rosa, Yaiza Figueroa y José Félix Gómez -a quien le han dedicado el 53 Festival de Teatro Internacional del ICP- todos bajo la dirección de Omar Torres. Diffoot fue estudiante del homenajeado en el curso de dicción. Luego Gómez dirigió la obra “Cofresí”, que produjo Teatro del Sesenta, en la que se unieron estudiantes del Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Las funciones de “Tío Vania” son desde este jueves a sábado, a las 8:30 de la noche, y domingo a las 5:00 de la tarde.