Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El 20 de noviembre de 1991 es una fecha que nunca se ha borrado de la memoria del salsero Willito Otero, porque visitó el programa “Telecómicas”, de Telemundo, para participar como parte de un grupo conformado por niños trovadores de distintos municipios. Todo se dio gracias al gestor cultural Raúl Reyes, quien tenía el concepto La Nueva Cepa en el barrio Los Llanos de Coamo al que, además de Otero (con siete años), pertenecían Juan Vélez (ganador de cuarta edición de “Objetivo Fama”, Univisión Puerto Rico), Harold Prats y otros músicos que en la actualidad son profesionales. “Por ser un tesoro, tu nombre quedará siempre en nuestro cofre. Gracias por tu valiosa colaboración”, lee el certificado.
El artista lo conserva desde hace 32 años, pero solo le faltaba la firma de “Dagmarita”, personaje interpretado por la animadora y cantante Dagmar Rivera, sí contaba con la de nuestra inolvidable Sandra Zaiter.

Tras ser invitado para promover su nuevo tema “El amor de tu vida” el jueves 16 de noviembre en el espacio televisivo “Día a día”, en el que labora Dagmar, Willito entendió que era el momento perfecto para que ella estampara también su firma. Él etiquetó por la red social X al también anfitrión y comediante Raymond Arrieta para que lo ayudara en su gran anhelo. Lo que quizás no esperaba Willito era que Dagmar le respondiera de inmediato, “con mucho gusto lo firmo, sería motivo de alegría…”.
“Yo recuerdo cuando canté en el programa ‘Telecómicas’. No estoy cien por ciento seguro, pero creo que fue la primera vez que estuve en Telemundo”, manifestó emocionado, por vía telefónica, en entrevista con la Fundación Nacional para la Cultura Popular. Aunque no fue el primer “premio” o certificado de colaboración recibido en su vida, sí representó algo especial. Ya tenía otras distinciones obtenidas en concursos de trovadores, pero no televisivos.
Willito, quien empezó a interpretar trova a sus cinco años, aclaró que nunca ha dejado de hacerlo, aunque ha abrazado otros géneros como la plena -que cultivaba mucho en la escuela- el bolero, el merengue y la salsa. En el caso de la salsa, acogió el ritmo a sus 16 o 17 años, siendo en estos momentos uno de los cantautores más prometedores.
Durante sus espectáculos en la época navideña, Otero incluye en su repertorio el aguinaldo “Borinquen te quiero”, que grabó en 2017.

El solista aprovechó para resaltar lo importante que es que en distintos escenarios del País, como en los medios de comunicación, se le brinde una plataforma de exposición a los niños trovadores, al igual que de otras vertientes musicales. “Eso es tan importante como echarle agua a un árbol, a una semilla que tú sembraste. Si no le echas agua, si no la pones al sol, no va a pasar nada. ¡La semilla nunca va a germinar!”, apuntó.
Willito recordó cuando hizo una defensa pública del joven y talentoso salsero Luis Vázquez porque “llovieron las críticas”, al dedicársele el “Día Nacional de la Zalsa”. “Yo no entendí, ni entiendo, por qué la gente se pone a la defensiva con cualquier noticia, en vez de apoyar… Yo le escribí a Luis Vázquez”, sostuvo. Rememoró, además, que justo en 1992 en el negocio El Pollito en Bayamón -en el que antes hacían bohemias y trovas, y en donde se pasaban el fenecido Cheo Feliciano y Sammy Marrero, al igual que lo mejor de la trova- le hicieron un homenaje. Pero, eso no fue todo, la placa se la entregó el renombrado cantante Sammy Marrero. Por eso, durante la discusión pública suscitada con el reconocimiento a Luis Vázquez publicó en sus redes sociales enfatizando en que no se premiaba la trayectoria, sino “dando un espacio, un empujón a un joven que se interesó en la salsa, algo que lo inspire a seguir cantando salsa. Eso se premia, porque detrás de ese esfuerzo, no solo está el joven, sino unos padres que han invertido su vida en ese niño para que sea exitoso. ¡Se premiaba el amor y educación de los padres! Se estaba premiando que el joven quisiera cantar salsa, cuando pudo irse a cantar reguetón y hacerse millonario más fácil. Sin embargo, con ese incentivo de hacerle un homenaje en un evento importante dentro del género de la salsa creo que ahí está echarle agüita a la semilla para que germine… De no darse oportunidad a un joven puede, en ocasiones, hasta frustrarse”.
Insistió que “falta muchísimo trabajo” en cuanto a mayor visibilidad a la hora de un espaldarazo a los talentos emergentes, pero resalta que los niños trovadores hoy tienen compañías como Decimanía y la Academia de Luis Daniel Colón, entre otras, que realizan una labor encomiable ya que los educan en el folclore, más brindan exposición. En su tiempo, sobresalía el gestor cultural Raúl Reyes en Coamo, porque “no había mucha gente apoyando”.

El carismático exponente subrayó que su padre, el cuatrista, cantante y guitarrista Wilfredo Otero Santiago, acompañaba a muchos trovadores en los concursos en Naranjito y otros eventos alrededor de Puerto Rico lo que le permitió ser parte de los mismos, inclusive, el Día de Reyes, cuando otros menores disfrutaban de los regalos. Sentenció que su progenitor ha sido, “la base de todo”.
Quién diría que aquel niño trovador que se ganó un certificado en “Telecómicas” sea hoy un artista completo, que no olvida sus raíces, y comparte escenario con grandes salseros y hasta su desarrollo musical está quedando plasmado en los especiales del Banco Popular.
El domingo 3 de diciembre, a las 8:00 de la noche, por los principales canales, aparecerá en “Salsa: Sabor y Evolución”, a dúo con Karla Marie en el clásico “La Rueda”. Esta es la tercera vez cantando y la segunda formando parte del especial televisivo. Puso la voz al tema “Romance del campesino” del disco “Qué lindo es Puerto Rico” (2014). Actuó como extra en “Cuba y Puerto Rico son…” (2015). Sí prendó de su gran voz e imagen en “Tiempos de aguinaldo” (2019) en las canciones “El Ña” y “Alegre vengo”, junto a Kiani Medina y acompañado del cuatrista Christian Nieves.