Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
La guitarra de Arturo Castro Nogueras emana una multiplicidad de bálsamo sonoro que, es resultado de su amplia diversidad cultural. La herencia cubana, mexicana y puertorriqueña corren por su sangre, lo que brinda una rica sapiensa de su folclor. El mensaje musical del guitarrista clásico residente en Alemania -se mantiene viajando a Puerto Rico- ha surcado por países de Europa, África y Latinoamérica llevando la expresión melódica de sus tres culturas.
“Me mantengo viajando entre Puerto Rico y Alemania… culminé mis estudios en 2016 y permanezco en Alemania, porque he realizado varios proyectos por acá. Poco a poco he podido desarrollar trabajos en Puerto Rico como tocar con la Orquesta Sinfónica; y exponer mi música en la apertura de la temporada pasada de Pro-Arte Musical”, expresó vía telefónica desde Alemania, el guitarrista clásico Arturo Castro Nogueras.

El joven músico se ha presentado de manera exitosa en el Festival de Düsseldorf y el Schumannfest de Düsseldorf, Alemania; Festival San Donatus en Croacia; Reading Fringe Festival en Inglaterra; Museo Nacional de Arte de Ciudad de México; el Instituto Iberoamericano de Berlín, entre otros lugares. De igual forma, propuestas junto a diversos ensambles, tocando música clásica y contemporánea de México, Cuba y Puerto Rico.
“Estoy involucrado en varios proyectos… lo que me gusta de estar por acá en Europa, es que principalmente me da una perspectiva y oportunidad de poder realizar proyectos en estos rincones del mundo. He regado la música puertorriqueña por todos lados. Donde quiera que me presentó expongo nuestra música. Me otorgaron un premio de la ciudad de música, y a veces me contactan para actividades oficiales de la alcaldía, y toco música puertorriqueña. Llegó de visita un alcalde ucraniano y me invitaron para que llevara mi música e interpreté ‘Verde Luz’…”, dijo orgulloso Castro Nogueras -de padre cubano y madre mexicana- nacido en México, pero criado en Puerto Rico, destacando sentirse boricua cien por ciento.
“Yo me considero puertorriqueño… llevo por un lado lo cubano; y por otro lo mexicano. Fue en Puerto Rico donde me forjé, crecí y me desarrollé. Mi madre es mexicana, pero su padre nació en Puerto Rico. Además, en Puerto Rico está mi familia… tengo una amplia y heterogénea riqueza cultural”, narró el músico, quien posee un bachillerato en Música con especialidad en Guitarra del Conservatorio de Música de Puerto Rico, bajo la tutela distinguido maestro puertorriqueño Leonardo Egúrbida; y había estudiado con José Antonio López, entre otros grandes profesores. Realizó maestría en Guitarra y Música Antigua del ‘Conservatorio Robert Schumann en Düsseldorf’ bajo la tutela del afamado guitarrista y compositor Joaquín Clerch, y el pianista y clavecinista Anthony Spiri.
“Josean (José Antonio López) me ayudó mucho en encarrilarme hacia la guitarra clásica. Con Leonardo Egúrbida fue de inmensa valía y en ese momento, ya se estaba retirando… fue cuando decidí trasladarme a Alemania. Quería estudiar con el maestro cubano Joaquín Clerch, a quien considero uno de los mejores del mundo. Clerch hizo sus estudios en Europa y se quedó viviendo en Alemania”, señaló Castro Nogueras, quien realizó sus estudios preescolares hasta su bachillerato en el Conservatorio de Música en Puerto Rico.

Recordó con nostalgia su crianza en Puerto Rico, donde la música era el quehacer diario. En su hogar la música era como respirar. Sus padres, ambos pianistas impartían ese lenguaje melódico que fluía de forma orgánica.
Hizo alusión a una vieja foto, donde -con apenas un año- su progenitora está ensenándole las notas musicales. No solo recibía expresiones clásicas, sino que su padre también escuchaba salsa; la nueva trova de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés; y danzas cubanas y puertorriqueñas. A pesar de que sus progenitores manifestaban su arte a través del piano, Castro Nogueras optó por tocar la guitarra.
“El piano siempre me ha encantado… me agrada mucho su sonido. Pero la guitarra, me llamó la atención principalmente, por su sonido. Cuando escuché por primera vez la guitarra clásica, me enamoré. También, porque quería tocar en parrandas y rock. Era una manera de revelarme, hacer ruido con ‘heavy metal’ en la casa. Pero, mis padres inteligentes al fin, simplemente lo aceptaron. Me preguntaron, si quería tocar la guitarra… pues entonces me dijeron tienes que estudiar”.
Sus actuaciones recientes incluyen presentaciones como solista junto a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, Neue Philharmonie Westfalen en Alemania, Orquesta Ciudad de Palencia, España, Camerata Santiago de Querétaro y la Orquesta Sinfónica del INJUVE en Ciudad de México; y la Orquesta Filarmónica de Aldworth en Inglaterra.

En otras destacadas puestas musicales se encuentran, recitales transmitidos en vivo a diversos países; y apariciones en cadenas de radio y televisión como BBC, Radio Francia Internacional y Deutsche Welle.
Castro Nogueras lanzó su producción discográfica -disponible en todas las plataformas digitales- titulado ‘De un pájaro las dos alas’. Un exquisito proyecto, donde deleita con la guitarra clásica y, además, marca su variada cultura musical. Un recorrido clásico con las influencias latinoamericanas y caribeñas.
“El disco ‘De un pájaro las dos alas’ nace de lo obvio, esa relación de Cuba y Puerto Rico. Con un padre cubano, crecí con estas dos culturas muy presentes. Históricamente, ambas islas tienen una hermandad tremenda, incluso, desde los tiempos de los taínos… Y siento que, la música de ambos lugares es bien similar. Pienso que van por el mismo canal. Hacer este disco es un homenaje a eso. Colocar las danzas de Puerto Rico y Cuba juntas, música contemporánea, grabar una pieza de mi profesor Joaquín Clerch; la sonata de guitarra del compositor puertorriqueño Roberto Sierra; y la pieza Taxco (Poquita cosa) que grabó en uno de sus discos José Antonio López, es una exquisitez poderlas tocar”, señaló el guitarrista, quien sobresale por la originalidad de sus proyectos artísticos. Siempre en la búsqueda de exponer su arte como campo amplio, donde incluye temas sociales, ambientales; y creciente entendimiento de la música en una atmósfera post colonial.
‘Guajira a mi madre’, ‘La comparsa’, ‘Margarita’, ‘Los tres golpes’, ‘El Coquí’, ‘Verde Luz’ y ‘Taxco’ (Poquita cosa) son algunas de las geniales piezas del proyecto discográfico.
Igualmente, ha ofrecido conferencias-conciertos junto al neuro-científico Christian Bravo sobre la relación de la música y el cerebro; sobre la música como instrumento de diálogo intercultural trabajando con el Conservatorio de Música de Puerto Rico, Escuela de Ciencias Médicas de la UPR, Zentralrat der Juden en Alemania, Movimiento No Mafia en Sicilia, Diplomatische Akademie Wien, Fundación Kabawil, Instituto Goethe en Lagos, Nigeria, Universidad Nacional de Música de Lima, Perú, Universidad del Estado de Montana, el Instituto de la Juventud en Ciudad de México, entre otros lugares.