‘Lavoe’ en cuerpo, alma, vida y corazón

El primerísimo actor Raúl Carbonell hijo se corona de laureles en esta producción que con lleno total engalana la escena nacional.
Raúl Carbonell hijo protagoniza y dirige el musical “¿Quién mató a Héctor Lavoe?”, de Pablo Cabrera. (Foto Reuben Huertas Nieves)

Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Nuestro primer encuentro con el musical “Quién mató a Héctor Lavoe”, ocurrió en agosto de 2001, mientras cumplíamos con una temporada de dos meses en el teatro de Repertorio Español en la ciudad de Nueva York, con la obra del venezolano Gustavo Ott, “Divorciadas, evangélicas y vegetarianas”, y fuimos invitados a ver un ensayo general, en el teatro del Puerto Rico Traveling Theater (304 West 47th Street).

El actor enloqueció de gusto al público con los soneos históricos del personaje. (Foto Reuben Huertas Nieves)

La pieza, comisionada a Pablo Cabrera por David Maldonado, estrenó en el mismo teatro de la 47, en 1999. La producción, financiada por Cardenas/Fernandez & Associates, contó con Domingo Quiñones en el rol de Héctor Lavoe. Cuando el salsero no pudo seguir haciendo la obra, Raúl Carbonell, hijo, lo sustituyó. La actuación de Carul (así le dicen sus amigos cercanos) le valió un premio como mejor actor de la Asociación de cronistas del espectáculo (ACE).

La reposición de 2001, fue estrenada por Domingo Quiñones el 21 de agosto, y cuando sus compromisos artísticos le impidieron continuar, solicitaron a Carbonell que volviera a sustituirlo. Como el actor no podía, recomendó a Carlos Esteban Fonseca.

Fonseca personificó al “Rey de la Puntualidad”, hasta que la producción cerró el 10 de diciembre de 2001. Después, la obra, se ha repuesto en otras plazas, Puerto Rico, entre las mismas, con mucha aceptación del público y de la crítica.

El 30 de septiembre de este año 2023, día del cumpleaños del “Cantante de los Cantantes” nacido en 1946, estrenó, a casa llena, “Quién mató a Héctor Lavoe”, en la Sala Antonio Paoli del Centro de Bellas Artes de Santurce. La producción de Alexandra LLC, fue dirigida por Raúl Carbonell, hijo, quien, también la protagonizó.

De la misma manera, la función del domingo, a las cuatro de la tarde, corrió a casa llena.

No había telón. La frase “El cantante” se destacaba en una pared que simulaba estar construida de ladrillos, en centro-centro del escenario. Encima del letrero, sobresalía la bandera de Puerto Rico, pintada en la pared.

Denise Quiñones sobresalió en su caracterización para la producción de Alexandra LLC. (Foto Reuben Huertas Nieves)

Con la canción “El cantante” de Rubén Blades, comenzó la obra. La pared, que descansaba en una plataforma giratoria, rotó en el sendero de las manecillas del reloj y dejó al descubierto una plataforma con niveles y una orquesta.

Aunque nada así lo indicó, sabíamos que nos trasladábamos al club nocturno El Corso en la ciudad de Nueva York.

“Quién mató a Héctor Lavoe” explora un momento magnánimo en la salsa, cuando el género comenzaba a ser conocido como tal, a fines de la década de 1960 y la década de 1970. Era el inicio de la era de Fania All Stars, grupo fundando por Johnny Pacheco y Jerry Masucci, como reacción al contrincante Alegre All Stars.

Fania abrazó a dioses del género como Larry Harlow, Richie Ray, Papo Lucca, Mongo Santamaría, Yomo Toro, Bobby Valentín, Ray Barreto, Roberto Roena, Johnny Pacheco, Louie Ramírez, Celia Cruz, Willie Colón, Rubén Blades, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Ismael Rivera, Ismael Quintana, Santos Colón, Adalberto Santiago, Pete “El Conde” y Héctor Lavoe. Algunos figuran en el texto de Cabrera.

Ningún personaje se identifica con su nombre en el libreto de dos actos; tampoco se indican las fechas ni las locaciones. Pero el aullido a toda luz evidencia que el musical se pasea por la existencia de Héctor Juan Pérez Martínez (nombre de pila del cantante).

Entre las canciones, y a veces dentro de las mismas, atestiguamos cuando el niño Héctor Juan, quien perdió a su madre, Francisca Martínez, a los tres años de edad, se enfrentó a su padre (el músico y compositor ponceño Luis Pérez) porque no quería ser trombonista, quería ser cantante; acompañamos a ese joven, de 17 años, desde Ponce hacia la casa de su hermana Priscila en Nueva York (1963) y nos enteramos de algunas cosas que pasaron en la ruta que lo llevó a convertirse en cantante profesional.

Wanda Sais sumó su excelencia del elenco del musical. (Foto Reuben Huertas Nieves)

Además, nos asomamos a su vida matrimonial, su afición a las drogas y a las mujeres, y el asunto del hijo fuera del matrimonio. Vivimos sus tardanzas a los conciertos, su rompimiento con Willie Colón (1973), la muerte de su hijo Héctor (7 de mayo de 1987); el salto al abismo del piso 10 del hotel Regency en el Condado (26 de junio de 1988), sus fatídicos últimos años (que incluyen el concierto con Roberto Roena), y su muerte, con la compañía de su esposa Puchi y Tito Nieves, (en Saint Cares Hospital en Manhattan, a los 46 años de edad, el 26 de junio de 1993).

El efectivo libreto mantiene ritmo de salsa hasta en las transiciones. El diálogo se destaca por la agilidad y el cinismo de los comentarios, sobre todo en los parlamentos tomados de la vida real del protagonista.

La trama no abarca todo en la vida del cantante, ni tampoco lo pretende. Ninguna obra de teatro pretende ser un documento histórico. El dramaturgo tiene el derecho de seleccionar lo que incluirá en su texto y cómo lo incluirá, con la flexibilidad ilimitada de la licencia poética.

Cabrera no incluyó, entre otras cosas, que Lavoe era paciente de SIDA, que practicó la santería, que tuvo relaciones con personas de su mismo sexo, que estuvo en una cárcel en Ecuador, entre otros asuntos, lo cual no hace al texto ni mejor ni peor.

Las canciones son el sol del sistema solar en este trabajo, lo cual, además de significativo, nos parece justo. Cuando no estemos en este mundo, nuestros errores humanos serán lunas que rondarán la cantidad de planetas que habremos creado. Y seremos recordados por eso que hemos creado.

Tampoco se incluyeron todas las canciones que interpretó Lavoe. Pero las 15 canciones seleccionadas, fueron suficientes para coronar los inicios de un género que cambió la forma de arreglar sonidos con “culto a la clave” y “reverencia al soneo”.

El elenco estelar tuvo la misión de interpretar distintos personajes. (Foto Reuben Huertas Nieves)

Originalmente, se llamó “sonero” al cantante del son cubano. El término se extendió al cantante de salsa. Ha dicho Gilberto Santa Rosa que “un sonero es un cantante de salsa que tiene la capacidad de improvisar y que, además, posee un dominio del ritmo que le permite ‘jugar con la clave’”. Lo anterior, que define a los grandes, es afín a la interpretación de Héctor Lavoe, ejecutada por Raúl Carbonell, hijo.

Carbonell, quien en fechas recientes fue recipiente del premio San Gregorio otorgado por el Salón de la Fama de Puerto Rico, tiene trayectoria y experiencia como cantante de muchos géneros. No fue una sorpresa para nosotros que el actor enloqueciera de gusto al público con los soneos históricos del personaje, y con los que soltó como propios en una que otra ocasión.

Coronamos de laureles a este primerísimo actor, estrella de nuestro cielo, por haberse convertido, en cuerpo, alma, vida y corazón, en Héctor Lavoe.

Tampoco era la primera vez que Carbonell fungía como director de “Quién mató a Héctor Lavoe”. Para unas funciones de 2008, Cabrera, quien no podía estar presente, le encomendó la dirección. Su labor como director en este montaje de 2023, fiel al libreto, sobresaliente por el trabajo con los actores, fue elegante y pulcro.

El elenco estelar tuvo la misión de interpretar distintos personajes como Ismael Miranda, Polito Huertas, Tito Nieves, Puchi (esposa), Luis Pérez (padre), Héctor Pérez (hijo), Priscilla (hermana), Johnny Pacheco, enfermera, detective, fanaticada, etc, además de formar el coro y el cuerpo de baile. Nos conmovieron. ¡Felicidades!

El diálogo de la pieza teatral se destaca por la agilidad y el cinismo de los comentarios. (Foto Reuben Huertas Nieves)

Brillaron como actores bailarines y cantantes en sus distintas responsabilidades Luis Obed Velázquez; y Michael Stuart, y Víctor Santiago. Sobresalieron, Denise Quiñones; Víctor Santiago; Wanda Sais; Zaiedd Vélez; Héctor Beltrán y Glyneris Vázquez.

Pondremos laureles en la frente de Eliud Cintrón, por una convincente actuación de Willie Colón.

Cintrón fue también el trombonista de la orquesta, dirigida por el maestro Isidro Infante, a la batuta de un quinteto completado por Efraín Hernández (bajo), Edwin Clemente (bongó) y Antonio Marrero (conga). Fue precisamente, ese quintento, junto con el director musical, uno de los grandes aciertos del montaje.

Otros dos grandes aciertos fueron la participación del cuatro, ejecutado por Juan Nieves y la propina (Encore), protagonizada por el cuatro y el trombón de varas después del saludo final. Entendimos este emotiva, casi emocional experiencia, como una reverencia al cuatrista puertorriqueño Víctor Guillermo Toro Vega (Yomo Toro, 1933 – 2012), uno de los primeros músicos en usar el cuatro en la salsa; y otra reverencia al momento en el cual la salsa sustituyó el saxofón por el trombón.

El diseño de escenografía, que no tiene crédito en el programa de mano, se lució a sus anchas en el escenario de la Sala Antonio Paoli. Las luces (Quique Benet) se destacaron con precisión y acertada estética.

Brillaron como actores bailarines y cantantes en sus distintas responsabilidades Víctor Santiago, Michael Stuart y Luis Obed Velázquez. (Foto Reuben Huertas Nieves)

Aplaudimos de pie los diseños bellísimos de la atesorada maestra Gloria Sáez, la coreografía (tan en la tierra) de Carlos Hernández, y el soberbio maquillaje de Carlos Muñoz.

Aplausos para el resto del equipo: Luis Felipe Meléndez (asistente del director y regidor); Luis Muñoz (realización de escenografía); Vilma Martínez (realización de vestuario); Elixander Negrón (utilería y ambientación); María de los Ángeles Castellano Torres (asistente de producción); Luis Felipe Meléndez (arte gráfico original); Jesús López (artista gráfico); Omar Mendoza (filmación y edición); Gerardo Ortiz (locutor); Edumil Ruiz y Sylvia de León (relaciones públicas); Twins Theory (manejo de redes); Lilliam Irizarry (asistente de Producción); Alexandra Fuentes (productora ejecutiva); Juan R. Ward Cid (productor general).

“¿Quién mató a Héctor Lavoe?” se presenta el 7 y 8 de octubre en el Teatro Yagüez en Mayagüez, el 21 de octubre en el Centro de Bellas Artes de Humacao, y su última función, por el momento, será el 27 de octubre en San Juan. ¡No se la pierdan!

Felicitamos y agradecemos a Alexandra Fuentes por su invaluable labor con el teatro y la cultura puertorriqueña.

Datos pertinentes

A continuación, las 15 selecciones (y sus compositores) que conformaron el musical “Quién mató a Héctor Lavoe”.

La escenografía, que no tiene crédito en el programa de mano, y las luces de Quique Benet se destacaron con precisión y acertada estética. (Foto Reuben Huertas Nieves)

El Cantante (Rubén Blades); Paraíso de Dulzura (Héctor Lavoe); Tus Ojos (Pepe Delgado); La Murga (Héctor Lavoe y Willie Colón); Hacha y Machete (Enildo El Chino Padrón y Kent Gómez); Que Bien Te Ves (Willie Colón); Triste y Vacía (Luis Caván); Periódico de Ayer (Catalino Tite Curet Alonso); Piraña (Catalino Tite Curet Alonso); Todo tiene su final (Willie Colón); Mi gente (Johnny Pacheco); El rey de la puntualidad (Johnny Pacheco); El Todopoderoso (Perucho Torcat / Willie Colón & / Héctor Lavoe); La Fama (Héctor Lavoe); Che Che Cole (Willie Colón / Héctor Lavoe); Felices Horas (bolero que compuso el padre de Lavoe, y músico ponceño Luis Pérez)

En junio de 2002, Héctor Lavoe fue sepultado junto con su esposa, Nilda (Puchi) Román y su hijo, Héctor Pérez Román, en el cementerio de la Ciudad Señorial de Ponce.

Para finalizar, responderemos al título, alejados de toda tesis y de todo juicio. ¿Quién mató a Héctor Lavoe? Tranquilos. No se puede matar aquello que es inmortal. El cantante, que tiene monumentos en su honor en su Ponce natal y en la provincia peruana de El Callao, sigue siendo un éxito a nivel mundial. ¡Celebremos en paz!

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