Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Aunque en Vega Alta no hay tradición de bailar y tocar bomba, contrario a Arroyo, Mayagüez, Guayama, Loíza y Santurce, sí será escenario nuevamente del “Bombazo de la Central”.
Migna Y. Morán Dávila, directora artística del Ballet Folclórico Batey Boricua, proyecto comunitario en el barrio Sabana Hoyos en Vega Alta, resaltó que ese impulso a la bomba en años recientes se debe a “la concienciación del puertorriqueño por su afrodescendencia que está buscando estos ritmos”, al igual que por la lucha contra el racismo.

Esa efervescencia ha sido gracias a educadores y maestros de la cultura que se unieron para formar el “Bombazo de la Central”, que celebrará su segundo aniversario el domingo 1 de octubre, de 3:00 PM a 6:00 PM, en la plaza pública Gilberto Concepción de Gracia de Vega Alta. En esta ocasión, contarán con la participación de la delegación del norte de Puerto Rico, que formó parte del más reciente Encuentro Nacional de Tambores, celebrado en Ponce, organizado por Norma Salazar.
“En el norte hay unos pueblos que no tienen tradición de bomba, pero con este interés por la afrodescendencia han estado surgiendo maestros, cantantes, artistas, percusionistas, personas interesadas en hacer los tambores, en cantar y en crear bombas, no solo las tradicionales que hemos escuchado de los Hermanos Ayala y de los Hermanos Cepeda que son para muchos la referencia”, explicó la gestora cultural.
Precisó, como ejemplo, que en la primera edición llegó “gente de Hatillo a Cataño y hasta de Utuado a tocar… Barceloneta no tiene tradición de bomba, sino a través de sus ballets folclóricos. En esos pueblos no encuentras un ‘Bombazo’… ¡Ahora sí está de moda la bomba en Puerto Rico!”

A pesar de que tienen el apoyo de la Oficina de Cultura y Turismo del Gobierno Municipal de Vega Alta, el “Bombazo de la Central” se creó realmente en el Centro Cultural Manuel G. Medina Escalera.
Morán Dávila, de 62 años y más de 30 años en el baile de bomba, se destaca como maestra de folclore, resaltando su labor con el Ballet Folclórico Batey Boricua. Fue en la escuela pública donde se entusiasmó por esta disciplina al tener maestra de baile en escuela elemental. Ya en octavo grado realizaba coreografías. “¡He bailado folclore toda la vida!”, enfatizó con orgullo. En la universidad pudo perfeccionarse más, al igual que asistiendo a través de los años a distintos talleres, incluyendo con los Hermanos Cepeda.
Migna confesó que le preocupa que en los planteles educativos sean “menos cada vez” las plazas de bellas artes. “En Vega Alta había tres plazas de maestras de baile, que dábamos folclore, y las eliminaron. Eso ha pasado a nivel general en todos los pueblos… Ahora poquito a poco han ido poniendo, pero es lo mínimo”, lamentó, para luego elogiar a aquellas maestras comprometidas que hagan proyectos especiales durante la Semana de la Puertorriqueñidad y en Navidad.