Las imágenes son más que elocuentes cuando de describir un acto importante se trata.
El pasado viernes 11 de agosto, centenares de personas acudieron al Vivo Beach Club de Carolina para celebrar dos décadas de labor del Taller Tambuyé en Puerto Rico.

En una noche emblemática de este caluroso verano tropical, la bomba cadenciosa y la plena festiva se pasearon majestuosas defendidas con pasión y nobleza por centenares de artistas. Eran músicos, cantantes, bailadores y estudiantes, que en un abrazo de compromiso fraternal celebraron la gesta iniciada por Marién Torres desde su trinchera cultural.
El golpe de barriles y percusión caribeña irrumpió con el asomo del anochecer… Y la fiesta no paró hasta entrar la madrugada.
Grupos como Atabal, Maracatú Caribe, El Laberinto del Coco, Dani y Alex, Los Pleneros de la Cresta, Yuba Iré, Ausuba y Barrileras del 8M fueron desfilando uno a uno en claro respaldo a los 20 años de Tambuyé en el fragor artístico. A ellos se unieron como invitados especiales una interminable lista que incluyó a Erick Robles, Gabylón de la Juntilla, Leró Martínez, Luisito Sanabria, PJ Sin Suela, John Butler, Nuno Calderón, Víctor Vélez, Vilma Sastre, Nuno Calderón, Maryann Santiago, Emil Martínez, DJ Mano Santa, Hijo de Borikén, Ama y el maestro Tony Mapeyé, entre otros.

La celebración fue extensa, pero en el rostro de los presentes se palpaba el sentir de la satisfacción por una jornada de entrega y reafirmación entre barriles de bombas y sonoros panderos.
Mas entre todos los rostros, el de Marien Torres lo decía todo… Sudorosa, exhausta pero muy expresiva, el orgullo por la labor cumplida brillaba resplandeciente en su cara.
“Hoy rompemos esa tarima en cantos, en poderosas vibraciones ancestrales y bailes de excelencia. ¡Hoy hay bámbula!”, prometía de antemano la folklorista.
Y la promesa se dio… más allá de lo imaginable.

Para la joven que es ejemplo de tantos boricuas que desde la cultura luchan día a día sin ceder un paso en su causa, la celebración de estos 20 es, ante todo, la renovación de un compromiso inquebrantable.
Así lo dijo la Tambuyera Mayor: “¡Lo pienso y no lo creo! Salgo al escenario con las mismas mariposas en el pecho de la primera vez, hace 20 años; esta vez acompañada de una familia que se ha multiplicado en amor y solidaridad en retos y trascendencia en recíproco aprendizaje”.
Bien dice el dicho: “para muestra, con un botón basta”. Dejemos que sean las imágenes captadas por el lente del fotoperiodista José Rodríguez las que narren esta historia.



