Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
La cantante Awilda Pedroza está de celebración por sus 40 años de trayectoria, “bien vividos, de muchas emociones; recopilando el cariño de la gente durante todo ese tiempo es maravilloso”.

“La Mimosa” -apodo como es conocida en la industria del entretenimiento”- tendrá un encuentro directo con sus fieles seguidores este domingo 27 de agosto, a partir de las 3:00 de la tarde, durante las “Veladas románticas al atardecer” en el Centro de Convenciones Carmita Jiménez en Bellas Artes de Caguas. La intérprete estará acompañada del merenguero Javish Victoria (su esposo) y su Orquesta, La Charanga Nacional de Puerto Rico, y la Orquesta La Criolla, como invitados especiales.
Destacó que “soy bendecida, porque a pesar del tiempo que ha pasado, siento el cariño del público de la misma forma”.
El repertorio seleccionado para la ocasión incluye canciones que sus seguidores siempre le solicitan y otras que forman parte de sus producciones musicales.
Al remontarse a sus inicios profesionales, la carismática intérprete afirmó que “todo se dio de forma tan natural. Yo no acariciaba la idea de ser cantante. Yo era una muchacha normal de su casa. Cuando ayudaba a mi mamá en la limpieza de la casa, me pasaba cantando. ¡Lo hacía como algo normal! Hasta que una vecina me oyó y le dijo a mi mamá que me llevara al programa de aficionados de don Rafael Quiñones Vidal. ¡Mi mamá le hizo caso! A partir de ahí todo se fue dando como tan fácil en ese sentido. Me fui descubriendo poco a poco. En ese momento sí tomaba clases de baile”.

Para esa fecha, Awilda comentó que sí se escuchaba ya en el ambiente musical talentos como Lucecita Benítez, Lissette Álvarez y Chucho Avellanet, al igual que cantantes internacionales que nos visitaban.
Indicó que su primer empresario fue Julio Ernesto Alers, quien la ayudó en el inicio de su carrera, porque veía futuro en ella. Después de ciertas conversaciones llegaron a un acuerdo ya que Awilda aún estudiaba. Fue entonces cuando Alers la llevó a Discos Borinquen con Darío González, firmando un contrato de tres elepés de larga duración (1968). De ahí en adelante comenzó a aparecer en televisión y en fiestas patronales.
Al romperse los lazos profesionales con el empresario Julio Ernesto Alers pasó a las filas del productor Tony Chiroldy, quien tenía programas de televisión. Esto ocurrió cuando ya contaba con tres discos. Chiroldes le organizó una gira por varios países, incluyendo República Dominicana y Venezuela.
Awilda “La Mimosa” estuvo aproximadamente 10 años trabajando en la TeleCadena Pérez Perry/ Canal 11. Ahí tuvo sus días de gloria con el inolvidable José Miguel Class, “El Gallito de Manatí”.

“Fue un hombre talentoso, exitoso, buen compositor, cariñoso… Un hombre que me respetaba mucho. Fue una experiencia muy agradable trabajar con él… Al igual que con Felito Félix, con quien estuve laborando junto a su grupo. ¡Gran compositor y amigo Felito Félix!”.
En su ruta musical sí escuchó comentarios de que una mujer no vendía discos. Sin embargo, “La Mimosa” aclaró para el récord: “yo eso no lo viví”. De hecho, los éxitos hablan por sí solos: “Pícola, pícola”; “Me hace falta”; “La primera cosa bella”; “Amigos no”; “Yo no soy esa”; “Secretaria”; “Quisiera decir tu nombre”; “Él es” y “No solo con flores”, entre otros.
En sus años de juventud frente a las cámaras intervino en una telenovela, “Una vida para amarte” con Johanna Rosaly, por el Canal Siete. No siguió en producciones dramáticas, porque le apasionaba más cantar. “Me decidí por lo que me llenaba que era cantar. En realidad no busqué más allá…”, confesó la ganadora del Festival de la Canción de Trujillo, Perú.
Pedroza cree que tomar un receso de la exposición pública -como ella hizo- puede ser favorable, aunque acepta que “a lo mejor lo tomé mucho tiempo y no me di cuenta que habían pasado dos o tres años y no había grabado…. Hasta que en 1982 hice mi versión de ‘La gata bajo la lluvia’, la cual fue de gran impacto para mi carrera. Hubo ruido de Awilda ‘La Mimosa’ en el ambiente artístico. Estuve varios años haciendo clubs nocturnos y viajé mucho a Santo Domingo…”.

Después de todos esos logros, hizo otra pausa y entiende que le afectó no tener manejador en ese período. Solo recibía ayuda de su esposo Javish, quien le colaboraba, pero tenía importantes compromisos con el Conjunto Quisqueya. Se acostumbró entonces a su hogar, hasta que grabó su producción “Piel femenina” en 1993… Además, se involucró en negocios en los que sí cantaba, aunque no hacía tanta televisión, alejándola de la palestra pública.
El tiempo ha pasado, pero la voz de Awilda áun se destaca como una de las más melodiosas del ambiente. Y con la simpatía que irradia se apresta a celebrar en grande sus cuatro décadas “bien vividas” con sus fieles admiradores, el domingo en la Sala Carmita Jiménez del Centro de Bellas Artes de Caguas.