Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Joe Louis es un cantautor que, definitivamente, debemos tener en la mira. Así lo demostró durante su concierto en el teatro de la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan, la noche del sábado 8 de julio.
El artista cialeño se mostró en control del escenario, con dominio absoluto de su voz, fuerza escénica que hasta puede compartir con otros talentos en desarrollo y muy articulado en sus comentarios por pleno conocimiento de lo que encierran sus letras o aquellas que toma prestadas de compositores.

Este joven boricua, radicado en México -donde también graba su segunda producción discográfica homónima- ama la música desde niño y eso se notó en tarima. En cada estrofa parecía plasmar una historia ya sea propia, o fielmente la inspiración de los autores que respeta y a los que canta sus temas para mantener aún más vivo su obra.
Acompañado casi todo el espectáculo por la Banda Onírico de la Puerta Roja, compuesta por los músicos Víctor Martínez en el piano, Jomel Rivera con la guitarra, Frido Vargas en el contrabajo, Francisco Marrero en batería y Andrés “Kino” Cruz en la percusión, el exponente hilvanó a la perfección sus creaciones en un estilo alternativo, jugando con los boleros, con el folk, la música jíbara, el jazz y el rock, pero atemperado a su generación.
La oferta musical inició cerca de las 8:50 de la noche con la aparición imponente de Joe Louis, quien llamó la atención desde la última mesa del recinto cultural, pero, más que por su cabellera rojiza, por su incuestionable talento, que proyecta de pies a cabeza, y que revalidó desde el primer verso de “Analogía”.

De inmediato, el solista señaló que el show era dedicado a la memoria de Sylvia Rexach, una de las mejores autoras de música popular hispana que sigue estremeciendo a Puerto Rico y a toda Latinoamérica, y de Dax Díaz, un joven cantautor que sobresalió en el mundo del punk, pop y polk alterando las letras de boleros para hacerlas más contemporáneas.
Como primera invitada de la velada estuvo Adryanna Müller, exvocalista de Misa E’ Gallo y quien ahora canta con Pedro Capó y como solista, con quien se unió en “El Distrito de Bayamón” y “Animal Híbrido”, atrapando de entrada a la audiencia, en la que había hasta adolescentes.
Junto a la experimentada voz de Giselle Solís, de la agrupación O’ Brasil y del concepto musical Las Damiselas de Sylvia, el protagonista de “Verano Ardiente” impactó a todos en la danza “Felices Días” de Juan Morel Campos, en un estilo propio. En el auditorio se hallaba la actriz y vocalista Nancy Millán, del mismo grupo -que también integra Kianí Medina- que a principios de año hizo tributo a Sylvia Rexach en la bohemia benéfica “Sylvia, por siempre” -en Moneró Café Teatro & Bar en Bellas Artes de Caguas.

Esotérica Tropical, quien abrió el concierto “Verano Ardiente” de su amigo y colega con su arpa y entonando temas a favor de la naturaleza y de alto contenido crítico a nivel social, reapareció en el escenario esta vez con el joven exponente “queer” en “Ojos que baten miel”.
Como durante la participación de los primeros invitados no contó con sus músicos, Joe Louis les dijo en broma “ahora la banda puede salir del clóset” para que nuevamente fueran sus cómplices en esta formidable travesía musical, arrancando carcajadas.
Llegó el momento del homenaje musical a nuestra Sylvia Rexach, cuando Louis se lució en “Por siempre”, respaldado por el intérprete Marco Torres -integrante de Epilogio y Maryola- y luego quedando con la Banda Onírico de la Puerta Roja para estremecer con “Nuestra Luna”.

El cantautor evidenció estar marcado por fuertes vivencias al criarse en medio del “cristianismo mal practicado”, que retrató musicalmente en su disco debut “Lo sagrado”. Justo en el tema “Desde mi casa” de esa producción se ganó el primer “bravo” de la noche. Joe menciona en versos a “La Vedette de América” Iris Chacón ya que en esa época dominaba las pantallas con sus atrevidos bailes, por lo que hasta imitó -de forma simpática, pero contundente- sus movimientos de caderas.
El repertorio continuó con “Boystown” y “Seguiré sin ti” (para honrar al inolvidable Héctor Lavoe) siendo también acogidas por los espectadores.
Frente a Félix “Dax” Díaz, padre del fenecido cantautor de la escena folk indie, punk y alternativa Dax Díaz (murió el 3 de enero de 2014) y sobrino del insigne autor de “Terrazo”, Abelardo Díaz Alfaro, Joe Louis narró cómo, cuando se mudó de Ciales a San Juan y entrar al circuito de la escena de música independiente, conoció la música del joven.

En el cierre de “Verano Ardiente” aprovechó para recordarlo con el bolero “Contestación” del inigualable Pedro Flores, que Dax revistió musicalmente. Seguido deslumbró a la audiencia con “El Río de Aguada”, del propio Dax. “¡Qué viva Sylvia! ¡Qué viva Dax! ¡Qué viva la música!”, gritó Louis.
Con su nuevo sencillo “Engaños y besos” -de su próxima propuesta musical “Joe Louis” en proceso de grabación y disponible a partir de septiembre en las plataformas digitales- se iba acercando el final de esta gira en Puerto Rico. Solo faltaban las canciones “El otro lado” y “Polionírico” en las que el artista se mostró igual de transparente -como su camisa- ante su público, reflejando que no tiene nada que ocultar en el escenario y está listo para seguir en la mira de todos… Tras escucharse “¡otra, otra!” de sus seguidores, retornó con el merengue “Volcán” dejando encendida la sala. A punto seguido entregó una versión de “Génesis”, de Guillermo Venegas Lloveras, que selló la noche de forma contundente.
¡Joe Louis es Joe Louis! Esta promesa musical se ha ganado por derecho propio ser escuchado, porque tiene autenticidad en lo que presenta… Y por qué no repetirlo, no necesita tener su cabellera rojiza, rubia, rosada, naranja, azul turqués, ni verde, como distintivo para resaltar. ¡Es talento puro!