Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Hace aproximadamente nueve años Sophy de Puerto Rico se presentó en el Centro de Bellas Artes de Santurce en un momento crucial de su trayectoria… La noche del sábado 22 de julio pareció como si ese tiempo no hubiera transcurrido, porque la veterana cantante logró una sintonía sinigual con su ferviente fanaticada.
El concierto “Trayectoria Dorada” puede describirse como único en su clase. Estuvimos frente a una figura de incalculable valor dentro nuestro pentagrama, que ha podido trascender y sus fieles admiradores la han seguido por décadas. ¡Sophy es Sophy! Así lo revalidó con su repertorio de éxitos en una velada de dos horas, iniciando a las 8:20 de la noche.

Una niña recreó escenas dramáticas de la vida de la vocalista, como antesala a un despliegue de imágenes para exaltar la carrera profesional de Sophy Hernández.
La vocalista entró por la pasarela de la extrema izquierda de la Sala Antonio Paoli con su clásico “Perdón”, que formó parte del álbum “Yo soy mujer, y no soy una santa”. Su alegría era contagiosa, tanto que la sonrisa nunca se escapó de su rostro.
“Buenas noches. ¡Wao qué recibimiento tan bello! Me siento un poco nerviosa, emocionada. Hacía mucho tiempo que no me paraba en este escenario, ¡cómo nueve años!”, afirmó la exponente, cuya carrera discográfica arrancó en 1970 con la bendición del inmortal Tito Puente.
De su variada oferta musical sobresalieron “Cómo le explico al corazón”, “Háblame en la cama”, “Necesito de ti” y “Una amante así”, en esta última destacándose también sus tres coristas y recibiendo el primer “bravo” en esta jornada.
Los espectadores quedaron cautivados al escucharla cantar “Compárame”, por lo que la estrella resaltó complacida, “¡se la saben completa!”. Acto seguido, dijo en forma enérgica, “hay que darse a respetar, señora”.

Al escuchar los primeros versos de “Canción para una esposa triste”, el público empezó a aplaudir con fuerza. La sonora aprobación parecía reconocer una de las puntas de lanza en la conquista de Sophy del gusto popular con su histórica producción discográfica para el sello Velvet.
En distintos instantes de “Trayectoria Dorada” se recapituló su ruta de éxito por medio de fotos, vídeos, portadas de revistas, programas de televisión, viajes, visuales de presentaciones internacionales y mensajes de figuras de distintos ámbitos.
Poco antes de “Locuras tengo de ti”, la solista dijo a sus fieles cómplices, “ésta me gustaría que la cantaran conmigo”. Esa petición no debió ni hacerla porque la audiencia conocía la gran mayoría de su repertorio y disfruta “cortarse las venas” con ella. Inmediatamente, puso a las mujeres y a los hombres de la sala a competir para luego comentarle, “oye, están cantando afinados”.
Otras melodías que impactaron a los asistentes fueron “Hoy voy a cambiar” (Mudanzas) y “Gracias, Madre”, lanzándole un beso a una imagen de la autora de sus días, al finalizar la letra. En la sala se encontraba el cantautor David Dalí quien le escribió el tema en homenaje a la progenitora de la cantante.

Un formidable cuerpo de baile se apoderó del escenario en el cadencioso merengue “Se ve y se va”.
Sophy deslumbró en “Cómo quisiera decirte”, éxito de Los Ángeles Negros popularizado en 1971. “¡Wao, Los Ángeles Negros, qué recuerdos!”. También, conmovió con “Por equivocación/Promesas de Amor”.
Respaldada por virtuosos músicos, dirigidos por el maestro Carlos Flores, la artista aguadillana -criada en San Sebastián- conquistó a todos una vez más con “Lo mejor de mí”, del cubano Jorge Luis Piloto.
La reina indiscutible en ventas en el mercado discográfico nacional hace 50 años llevó a otro nivel el tema “Usted ya me olvidó”, original de Roberto Carlos, recibiendo la respuesta inmediata de nuestra gente.
La protagonista del show “Trayectoria Dorada” hizo un homenaje a “mi segunda patria” República Dominicana y recordó al merenguero Johnny Ventura, con quien grabó. “Aplausos para mi querido Johnny Ventura, quien siempre va a vivir en nuestros corazones”, manifestó con emoción. En esta ocasión, la acompañó el maestro Ramón Orlando como invitado especial en “No lo dejes caer”, poniendo a gozar a la multitud.

Al fin Sophy complació con “Muchacho malo”, que tanto le solicitaron a lo largo de la jornada musical, para entonces dar paso a la despedida grabada en la que agradecía “por tanto amor” y dedicó a la siempre recordada y entrañable amiga Sandra Zaiter, quien la motivó a realizar el espectáculo.
Del puñado de canciones como cierre sobresalió “Qué vas a hacer sin mí”. Entre los asistentes se encontraban el cantante e historiador Edgardo Huertas, el primer actor Ernesto Javier Concepción, el comediante Víctor Alicea, el productor de teatro Florentino Rodríguez y los trovadores Yezenia Cruz y Eduardo Villanueva.
Definitivamente, Sophy evidenció una vez más su impecable dominio escénico, fuerza interpretativa y perfecta conexión con sus seguidores. Ciertamente las letras poderosas de sus canciones tienen en ella una voz inconfundible y apasionada… Por algo perdió su apellido convirtiéndose en Sophy de Puerto Rico.