De tal palo… tal Javi

El pianista e ingeniero de grabación habla de sus influencias y aportaciones musicales desde los distintos frentes.
Además de una exitosa carrera en el sector de la banca, Javi Fernández se destaca como pianista e ingeniero de grabación. (Foto suministrada)

Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

No se le hizo muy difícil apasionarse por el piano. Javier ‘Javi’ Fernández fue atraído por las blancas y negras de manera genética y aclimatado a un hábitat donde el sonido del mismo era orgánico. Existe un viejo dicho o refrán que asegura ‘hijo de gato, caza ratón’ y eso es muy cierto… Una infancia escuchando tocar las teclas a su progenitor, el excelente y destacado pianista, arreglista y director de orquesta Javier Fernández, era difícil no contagiarse de tan divina fiebre.

Aunque su padre siempre lo enfocó en ir tras una meta educativa, nunca lo alejó de la música. La dura realidad del músico de vivir momentos de bonanza y otras de menos bonanza, quizá fue la razón por la que Javi fue guardado por la sabiduría y experiencia de su papá, quien tocó e hizo un sinnúmero de arreglos musicales para Willie Rosario.

Luego de comenzar su estudio de grabación para los proyectos de su progenitor, Javy Fernández F3 Studio se encuentra realizando trabajos para propuestas de otros músicos. (Foto suministrada)

“Desde niño disfrutaba ver a mi padre realizar arreglos musicales en el piano y encima del escritorio. Siempre recuerdo que lo primero que me captó la atención es que, él estaba haciendo un arreglo para un concurso de canto y la melodía la tocó muchas veces y se me quedó en la mente. Me senté en el piano y la saqué. Para ese tiempo tendría como cuatro años”, recordó el músico e ingeniero de sonido Javi Fernández.

“Como a los siete años, mi padre observó que tenía el interés por el piano y me compró un libro de teoría y otro de piano práctico y comenzó a darme clases. Ya en el colegio, cuando hacían fiestas me llevaba mi teclado y tocaba. Me encantaba tocar para la gente y la dinámica de los aplausos… es un recuerdo de niño. Pero mi papá me crio para que no fuera músico. Como que no quería que saliera músico. Era como un sentido de protección”, destacó el músico bayamonés.

Recordó que durante un tiempo se olvidó y se alejó un poco del piano. Se adentró en el deporte, en especial al baloncesto, pero a los 15 años retomó el piano.

“En el colegio evangélico en donde estudié toda la vida, hacían un evento en la capilla y había un muchacho que tocaba. Él joven ya estaba en cuarto año y yo me decía que, cuando él se graduara me quedaría con esa silla y despertó nuevamente un interés por el piano”, detalló Fernández que a partir de ese momento se interesó por escuchar salsa.

“Nunca se me olvida el primer montuno que me enseñó mi padre. Una peculiaridad de él, es que no me enseñaba las cosas de una manera sencilla. No me ensenaba acordes sencillos, siempre tenían un grado de dificultad y eso es bueno, porque abre el oído y el entendimiento.”

Es prohíbo olvidar que en el colegio estudió con el cantante Kayvan Vega –cómplice de andanzas- y otros compañeros con habilidades musicales y formaron un combo. Un tiempo de gran aprendizaje y de interesarse por la improvisación. Instante en que su progenitor le enseñó una base para que siguiera explorando el arte de crear sus propios solos, y se esmeró en escuchar a grandes pianistas como Eddie Palmieri y Papo Lucca.

La producción “The Eternal Classic” fue distinguida como una de las más sobresalientes de 2014 por la Fundación Nacional para la Cultura Popular. (archivo F.N.C.P.)

“Otro recuerdo que tengo es que, cuando me gradué de noveno grado, mi padre me regaló un teclado eléctrico, donde podía hacer secuencias. Grabé una conga y un bajo y estaba desde que llegaba del colegio hasta por la noche practicando. Una día, me llamaron de un grupo de música salsa sacra y empecé a tocar con ellos y fue una grata experiencia.”

La preparación profesional de Fernández es en Administración de Empresa y lleva una carrera exitosa en el sector de la banca desde 2004.

“Me reincorporé e inicié un trabajo más formal en la música, cuando papi hizo el primer disco con su ‘big band’, ‘The Eternal Classic’. En ese momento preparé un estudio de grabación con la idea de ser el ingeniero de grabación y de mezcla de sus proyectos musicales. Y para sorpresa y bendición, el teléfono comenzó a sonar para estos fines”, narró el junior de los Fernández.

Con el pasar del tiempo, Javi desarrolló su propio y estilo y sabor. Ejemplo de esto, es su implacable trabajo como pianista en los proyectos ‘The Etenal Classic’, ‘The Eternal Classic II: Tributo a los soneros’ y ‘The Eternal Classic III: Tributo a las reinas’, encomienda que compartió junto a su padre. De igual forma, es responsable como ingeniero de grabación y mezcla.

Además compartió su sonido de las blancas y negras en el proyecto de Gilberto Santa Rosa, ‘Colegas’ –en dos temas- con Don Perignon; y en la producción discográfica de la cantante y percusionista Zayra Pola, ‘Te va a gustar’ entre otros.

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