Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El Coliseo José Miguel Agrelot (Choliseo) estaba repleto. La función del concierto fue lleno total, lo que obligó una segunda función. Las luces se apagaron e iniciaron los vítores. Un vídeo de Víctor Manuelle se apoderó de la atención de la audiencia que narró en su propia voz, parte de su trayectoria. El soberano olvidó los 60 minutos que tuvo que esperar –concierto pautado para las 8:30 y comenzó a las 9:30- para que entrara a escena ‘El Sonero de la Juventud’, Víctor Manuelle, y lo recibió con gran ovación y algarabía.
Tras una introducción de la orquesta presentando un popurrí de sus éxitos, el cantante y compositor isabelino salió frente a su público e interpretó ‘Ella lo que quiere es salsa’ rodeado de una dinámica coreografía en un escenario espectacular. Una gigantesca tarima, una pantalla enorme con efectos extraordinarios; y un juego de luces excelente, se convirtió en el hábitat fuera de serie del salsero.

‘Tú volverás’ fue el segundo corte que rápido tuvo eco en la audiencia y cantaron en compañía del vocalista. ‘Así es la mujer’ continuó con un respaldo colorido de diversas coreografías que lucían formidables por los excelentes efectos en los bailarines al parecer estar suspendidos en el aire.
Luego del tema ‘Pensamiento y palabra’ se dirigió a los presentes entre lluvia de aplausos, gritos y algarabía. La grey salsera reunida en el recinto dejó claro, conocer sus letras que, al solo escuchar la introducción musical se integraban de manera orgánica.
Las primeras palabras de Víctor Manuelle fue dar gracias a su país por el respaldo de tres décadas. Expresó agradecimiento por responder a la convocatoria del concierto que, logró abrir una segunda función (hoy, domingo 4 de junio). Tras recordar su primer viaje a Colombia para llevar su música, se quedó con la escena al cantar el éxito ‘Apiádate de mí’. De igual forma y con la misma energía entonó ‘Pero dile’.
Al exponer el próximo corte ‘Tengo ganas’ se plasmó en la pantalla gigante que abarcaba todo el escenario, la letra de la canción como si fuera un karaoke. Después de invitar al público para acompañarlo, salió a escena Tito Nieves, quien cantó junto a Víctor Manuelle. Un ruido inmenso se adueñó del recinto al ver entrar al llamado ‘Pavarotti de la Salsa’. Aprovechó la visita de Nieves, para cantar un segundo tema ‘Fabricando fantasías’. Otro corte romántico ‘Si tú me besas’ concluyó con la parte dedicada a Colombia.

El concepto del concierto fue como hacer un recorrido en avión por los 30 años de trayectoria del vocalista puertorriqueño. Por lo que, el próximo viaje fue a Perú. Los temas ‘Como una estrella’, ‘El águila’, ‘Víctima las dos’ –la que cantó mientras se presentaba un vídeo-musical de La India pareciendo que hacían el tema juntos- la salsera no se encontraba en Puerto Rico por un compromiso en Miami. Seguidamente cantó ‘Esta noche te conviene’ que cerró el segmento dedicado a Perú.
En su viaje imaginario a México expuso ‘Me da lo mismo’, el exitazo ‘Hay que poner el alma’ y un popurrí al suelo azteca. Posteriormente dedicó un espacio a su compromiso y lucha de concienciación del Alzheimer. Todos saben sobre la misión y la experiencia del terrible trastorno que destruye lentamente la memoria. Suceso vivido por Víctor en relación con su progenitor.
‘Lo que un día fue no será’ y ‘Devuélveme un te amo’ fue preámbulo al encuentro con su gran amigo Gilberto Santa Rosa. Tras ‘El Caballero de la Salsa’ ser fundamental en su carrera, no podía faltar esta noche de celebración. Aunque en la conferencia de prensa que anunció el evento, Víctor no lo había confirmado, fue evidente que de tener algún invitado sería Santa Rosa.

La entrada de ‘El Caballero de la Salsa’ provocó una revolución de aplausos y vítores permanentes en el corte ‘Carnaval’. Un binomio explosivo de improvisadores guapachosos que no tiene comparación. ‘Dile a ella’, ‘Qué habrá sido de mí’, ‘He tratado’ y ‘Que suenen los tambores’ no podía faltar.
Durante todo el espectáculo, la audiencia mantuvo su efervescencia, no claudicó al cansancio, ni bajó revoluciones. Víctor Manuelle puede estar tranquilo, porque han pasado tres décadas y su música se encuentra intacta en los corazones de sus seguidores. El público boricua le ha respondido inmensamente. Es claro que para ser un salsero exitoso como Víctor Manuelle, hay que poner el alma.