El privilegio de escuchar a Alberto Carrión

El cantautor puertorriqueño revalidó su nivel de excelencia en el magnífico concierto ‘Te llegará una rosa’ en el Moneró.
Alberto Carrión abordó con maestría temas de su propia cosecha así como de Alberto Cortez, Joan Manuel Serrat, Antonio Cabán Vale y Pablo Milanés. (Foto Edgar Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Muchos artistas triunfan por su talento, años de trabajo, porque se unen a la fiebre musical del momento o por una perfecta campaña de relaciones públicas y publicidad… La lista de los que dejan huellas es más reducida, ¡y qué bueno! En ese selecto grupo está el protagonista del concierto “Te llegará una rosa”. Escucharlo por dos horas fue más que un lujo, ¡un privilegio!

No hay ni que verlo en el escenario, solo escuchar su voz y el mensaje de sus canciones para revivir pasajes de vida en la mente. Dueño de un sello único, de esos que identificas a distancia… Tenerlo frente, ser testigo de los relatos de sus vivencias se convierte en una experiencia difícil olvidar.

El cantautor, quien regresará a la sala del Café Teatro Moneró el domingo 18 de junio, tuvo casa llena en su función del pasado sábado 6. (Foto Edgar Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Para ser honesto, busco en mi mente y no recuerdo haber presenciado un espectáculo completo suyo; sí destacadas intervenciones respaldando a colegas. El cansancio del día, o más bien de la semana, ansiaba que su show terminara rápido, pero desistí de mirar más el reloj -poco después de las 9:00 de la noche- cuando lo escuché interpretar la primera estrofa de “Voy por el mundo”. Enseguida pensé, ¡qué grande es este artista! Claro, conocía su impecable trayectoria, lo había entrevistado en múltiples ocasiones y lo respetaba por lo que otros famosos decían de él. Entendí, entonces, cuánta verdad hubo en palabras de estrellas que admiro como Danny Rivera, Lucecita Benítez y Glenn Monroig que tantas veces lo han elogiado.

En el acogedor Moneró Café Teatro & Bar en Bellas Artes de Caguas, la noche del sábado 6 de mayo, la excelencia llegó a otro nivel durante su velada musical… ¡Hablo de Alberto Carrión! Ahí pude validar cuán cierto es lo que dicen de este magnífico cantautor. Un artista que transforma en joyas sus letras, como también la de otros compositores que interpreta.

“Esto es como un ‘party’ de casa, aquí están todos mis panas”, fue parte de su saludo inicial, para explicar que casi debe cancelar el show por una bronquitis, pero su médico de cabecera -que estaba en el recinto- lo pudo sanar. “¡Aquí estoy con ganas de cantar!”, reveló.

El artista contó con la acertada dirección musical del maestro Martín Nieves. (Foto Edgar Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Antes de comenzar con “Aguas de marzo” dijo que sería su prueba de Alzheimer porque “tiene tanta letra”, pero le quedó impecable y el público se lo dejó saber. Inmediatamente, comentó, “todavía no tengo Alzheimer”.

Como este recital era dedicado a las madres quiso auscultar cuántas estaban en Moneró Café Teatro & Bar, para luego dedicarle “Te llegará una rosa”, de Alberto Cortez, que daba título a su gran noche. De Cortez dijo que era “una cosa fuera de liga como componía ese hombre. Me gusta cantarlas, como que me quedan. ¡Ésta como que me queda!”.

De “otro de mis grandes ídolos”, Joan Manuel Serrat, prestó su inconfundible voz a “Fiesta”. Al finalizar, resaltó, “ya no se escucha música así”.

De Serrat continuó con “La mujer que yo quiero”, aumentando el fervor de los espectadores.

Alberto Carrión aprovechó para hablar de su primer beso, su primera novia y de la primera vez que hizo el amor. Admitió con picardía que “me fui flotando de esa casa”…

Uno de sus grandes éxitos retumbó por todo el salón. “Camino abandonado” provocó que la gente empezara a grabar más el concierto con sus celulares.

En su compartir de escena con Glenn Monroig  intercaló notas musicales con anécdotas vividas por ambos. (Foto Edgar Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

A otro autor “maravilloso que se nos fue”, el inolvidable Pablo Milanés, rindió tributo con “De qué callada manera”, siendo el pianista y director musical, el también maestro Martín Nieves, quien la inició entonando los primeros versos.

El ritmo del show cambió con la entrada del “amigo muy especial” de Carrión, el inigualable Glenn Monroig, quien se presentará el sábado 13 de mayo en Bellas Artes de Caguas en “Glenn Monroig…A mami”. Ambos artistas tienen una relación muy personal, porque Glenn fue cuñado de Alberto. Por supuesto que embromaron sobre cómo surgió la relación con la primerísima actriz y productora Camille Carrión. Igualmente charlaron de momentos que vivieron, de trabajos que realizaron juntos y hasta Glenn cantó de entrada un tema para su entrañable hermano de la vida. Fue Alberto quien empujó a Glenn a escribir sus composiciones, luego de haberle dado varias de sus creaciones. Glenn puntualizó que Carrión fue su gran influencia musical. Acto seguido, se juntaron en “Volver a los 17” de Violeta Parra.

Luego del “huracán” Glenn bajar de la tarima, Alberto Carrión cantó y continuó deslumbrando con “Upa Negrito”, “Miedo” (de la que comentó cómo compuso tras un show en el Ocho Puertas, Viejo San Juan) y “Porque tu mano es la mía”, esta última de Antonio Cabán Vale “El Topo”.

La presencia del amigo y cantante Manolo Mongil no pudo faltar entre los invitados de Alberto a este encuentro. (Foto Edgar Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Uno de sus momentos cumbres fue al interpretar “Para vivir”, destacando que “es una de las canciones más hermosas que se han escrito” y que hubiera querido haberla compuesto. La reacción de la audiencia fue estremecedora, al escucharse el primer “bravo”.

Alberto Carrión compartió cómo fue el día que visitó a su hoy esposa en su casa -con quien lleva 42 años de casado- recibiéndolo la hermana “Lipi”, quien fue la aliada de ambos, pero quien también le pidió que escribiera canciones que no fueran tan tristes, inspirándose en “Mi felicidad”, que es un deleite al oído. Por supuesto, que otro “¡bravo!” retumbó en Moneró…

Carrión llamó a otro “cantante que adoro, admiro”, Manolo Mongil, para unirse ambos en “Imagine” -en inglés- que llevó al primero a aplaudir el gran talento de su compañero.

Otra joya de Serrat deleitó a los asistentes, “Mediterráneo”, una de las canciones favoritas de Alberto Carrión.

Carrión cantó con Elvin Torres “Verde luz” y “Soy puertorriqueño”. (Foto Edgar Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Ya el concierto entraba en su etapa culminante con “Ensillando mi caballo” (de Silverio Pérez, luciendo además las medias que éste le obsequió), y “Distancia” (que le fascina), “Mariana” y “Castillos en el Aire”, estas tres de su amigo eterno Alberto Cortez. “¡Qué sensibilidad impresionante tenía ese hombre!”, afirmó del fallecido cantautor argentino.

Junto a Elvin Torres entonó el himno “Verde Luz” (de El Topo), seguido de “Soy puertorriqueño”.

Al volver a mirar el reloj se acercaban las 11:00 de la noche, y la clase magistral de Alberto Carrión culminaba con sus clásicos “Amanecer Borincano” y “Los Colores de mi Tierra”.

El público podrá disfrutar otra vez de su talento el domingo 18 de junio, a las 5:00 de la tarde, para celebrar el Día de los Padres, en Moneró Café Teatro & Bar en Bellas Artes de Caguas.

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