Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Doña Tina Casanova es de esas personas que con solo mirarla, estremece, porque transmite paz, ganas de vivir a través de su sonrisa y respeto por sus semejantes. Ya cuando nos adentramos a conocerla, entendemos la razón. La escritora tiene auténtica vocación por las letras y una genuina preocupación por continuar educando al pueblo a través de sus libros, principalmente a los niños.
Durante la segunda edición de la Feria Anual del Libro, que se celebra en la Sala Carmita Jiménez de Bellas Artes de Caguas, pudimos dialogar con una mujer que ha vivido, pero que se mantiene con los pies en la tierra. La única vanidad que exhibe es ponerse su lápiz labial.

Ella nos recibió con el contundente pensamiento, “la escritura es un oficio que tienes que aprender, pero que no se puede enseñar”.
Desde temprana edad sentía inclinación por las letras. “Yo leía un cuento y no me gustaba, le cambiaba el final y los personajes. ¡Escribía historias tontas!”, afirmó.
¡Quería ser escritora y pintora! “Llegué a pintar 10 años y no lo sentía, como siento la escritura. Pintaba porque había muchas cosas dentro de mí quería sacar, pero no era suficiente”, reveló.
Su primer texto – a los 40 y pico de años- fue “Sambirón” (1998), en honor a un sector en Ciales, donde nació. “Es una novela histórica que tardé cinco años en escribirla. (Trata) de seis generaciones de una familia pasando a través de los últimos 150 años de nuestra historia. Hay dos momentos que se quedan, porque sino hubiera hecho una novela de 1,500 páginas. Se quedan la invasión norteamericana que toco luego en ‘Cinco Marías y un ángel’ (2000), y la década del ’40, ’50 y ’60 que marcaron nuestro caminar, y la cojo en ‘Como Paloma en vuelo’ (1999). Ya había hecho el estudio investigativo de los 150 años y pude sentarme a escribir…”, narró.
Tina analiza el período histórico completo, a nivel social, económico y político, para conformar el ambiente, que es la espina dorsal de su obra y agrega, entonces, los personajes reales y las tramas de ficción que van tejiéndose. “Tengo 12 novelas históricas trabajadas”, precisó. Además de ‘Cinco Marías y un Ángel” están “Bugarach”, “Caparra, Memorias de una mudanza” y “¡Cuéntame de ti, Sofía!”, entre otras. Tres de sus novelas son de tema indígena… En la actualidad, Tina escribe sobre la historia del corsario Miguel Henríquez.

Al indagar cómo selecciona los temas, la autora respondió, “a veces los escojo yo, a veces me escogen ellos a mí”. Su lugar para la inspiración es un pueblo pequeño en Asturias, España, donde básicamente es escritora residente y se aloja por tres meses.
Para que le publicaran su primer libro contó con suerte. Andrés Palomar, de Publicaciones Puertorriqueñas, le lanzó “Sambirón”, vendiendo tres ediciones (de dos mil y tres mil copias) el primer año, lo que no había logrado ningún autor nacional. Ganó el Premio Barco de Vapor (con sede en Puerto Rico), siendo la primera boricua en alzarse con la distinción gracias a “Pepe Gorras’ que se convirtió en una serie y se lee en escuelas públicas y privadas del País.
Tina Casanova relató que su personaje infantil “Pepe Gorras” surgió cuando visitó por 20 años -hasta que empezó la pandemia del Covid-19- los planteles educativos como parte de un programa especial, sin cobrar un centavo. “Me daba cuenta que los niños no estaban leyendo. Antes de ‘Pepe Gorras’ ya tenía un montón de libros para nenes… ¡Quería que los nenes leyeran! He visitado escuelas en Cuba, en Santo Domingo (República Dominicana), Asturias (España) y en Estados Unidos… Los niños en Puerto Rico no leen; escribo cuentos y novelas juveniles. ‘Pepe Gorras’ se lee en quinto, sexto y séptimo grado… Trata sobre un nene de una parcela, que es vago, se cuelga en el salón de ciencia, tiene amigotes que son atorrantes y se ponen ‘sobrenombres’. ‘Pepe Gorras’ es porque nació calvito, no echó pelos. La maestra le dice que se ponga una gorra para que los nenes no se distraigan…”.

Lamentó que, aunque le entregó 20 años de su vida a la escuela pública, solo adquirieron como texto a “Pepe Gorras”, sin embargo, los colegios tienen todos sus libros para niños. Algunos libros infantiles son “El Jardín del Búho Sabio”, “El Libro Viajero”, “Relatos y Leyendas de Borinquen” y “Al final del arcoiris”.
Tina Casanova escribió el libro “Corazón y raíz” (2021) sobre don Ricardo Alegría Gallardo, fundador del Instituto de Cultura Puertorriqueña y que es considerado en la historia como uno de los grandes responsables de la conservación del patrimonio cultural que los puertorriqueños tanto atesoramos. Utilizó como base la biografía de Carmen Dolores Hernández.
Al volver a profundizar sobre su preocupación por qué los niños no leen en Puerto Rico, la escritora entiende que cada vez la situación “está peor”. Sí se interesan por la serie de “Pepe Gorras”, que publicará su quinta serie de un momento a otro.
En otros temas, Tina Casanova considera que los audiolibros son una herramienta más para los adultos. “A los niños si queremos ayudarles tenemos que darles libros de papel para que lean. Tenemos que ponerlos a leer en voz alta…

La lectura hace que los nenes adquieran tantas habilidades y utilicen tanto su mente. Estamos desperdiciando esa oportunidad”, expuso. Alertó, a la misma vez, a que si un menor está muy pegado a la red Internet eso le quita el hábito a la lectura de un libro.
Antes de despedirse para seguir atendiendo al público en la Feria Anual del Libro en Caguas, que finalizará mañana, sábado, Tina Casanova sentenció que los padres tampoco tienen hábitos de lectura. “No hemos podido desarrollar una cultura de lectura. El Departamento de Educación ha fallado en eso. No hay libros para que los nenes lean. ¡Cómo vas a pretender que los nenes saquen buenas notas si no leen! La lectura te va a ayudar para tú desarrollar áreas del cerebro, entender lo que la maestra habla, para tú digerirlo, para archivarlo…. Un niño que lee no tiene casi que tomar notas”, culminó diciendo.