Convite excelso de Eduardo y Yezenia

En un concierto exquisito que duró casi cuatro horas, la pareja celebró grandemente junto a un grupo de invitados de lujo.
Yezenia Cruz y Eduardo Villanueva presentaron el concierto “25 años y los que faltan” en el Teatro Municipal de Cayey. (Foto Tamara Yantín)

Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Buena música y en grandes dosis. Fue un banquete con aperitivo, ‘picadera’ y postre. Un viaje musical por diferentes ritmos e invitados de lujo. El espectáculo ‘Eduardo Villanueva y Yezenia Cruz: 25 años y los que faltan’ fue un festín de celebración fuera de serie. Una puesta sonora que comenzó a las 4:30 de la tarde y finalizó a las 9:00 de la noche –con un receso luego de las primeras dos horas, de un poco más de 20 minutos- escenificada exitosamente en el Teatro Municipal de Cayey.

Odilio González fue el primer invitado del concierto. (Foto Tamara Yantín)

Ante un recinto repleto de un público receptivo a escuchar excelente música, inició la jornada con la entrada de ‘Doña Eufemia’ –interpretada por Ivette Fuentes- que de manera jocosa entretuvo todo la velada, personificando una anciana que escuchaba por radio el concierto de Eduardo y Yezenia. Tras la participación de Eufemia, arribó a escena ‘El Jibarito de Lares’ Odilio González, que bajo la dirección del virtuoso cuatrista orocoveño Edwin Colón Zayas se adueñaron de los aplausos del soberano. En tarima también se encontraba Manny Trinidad (guitarra), Gary Aponte (bongó) y Javier Torres (conga). Entre excelencia interpretativa, domino de escena y graciosos comentarios ‘El Jibarito de Lares’ deleitó en el vals ‘Raíces’; el bolero ‘El porcentaje’ y la popular guaracha ‘Sal y agua’. Luego de este banquete abriendo el espectáculo, hizo presencia Eduardo Villanueva para hablar loas del cantante de 83 años; e interpretar juntos el tema ‘Botella de vino’ (de la autoría de Villanueva). Ante una eufórica ovación, González se despidió de los presentes.

Eduardo prosiguió con el pegajoso -tema incluido en su disco Bien ajibarao- ‘Arroz blanco y huevo frito’ lírica de su autoría y con el respaldo genial de Colón Zayas (cuatro) y Nicolás Santiago en trompeta, además brilló en flauta y saxofón soprano. Posteriormente, hizo entrada el cuatrista Ricky Torres que junto a Edwin y Manny acompañaron al trovador en el bello y emotivo corte milonguero -también de la inspiración de Villanueva- ‘De la muerte hasta la vida’. Previo a la interpretación, el cantor valorizó su amistad con Ricky Torres y resaltó, que hacía largo tiempo no cantaba este tema. La conmovedora melodía afloró aplausos espontáneos y masivos.

El trovador Félix Morales fue elogiado por Yezenia y Eduardo . (Foto Tamara Yantín)

Llegó el turno de Yezenia Cruz que con un rico popurrí de los cortes ‘Desde mi estancia de flores’, ‘En el vaivén de un suspiro’, ‘Levanto mi copa y brindo’, ‘Un amor ideal’, ‘Jardín de nuestro planeta’, ‘Esperanza mía’ y ‘Tú y mi poesía’ hizo gala de su excelente y potente voz.

Inmediatamente, continuó con ‘Soy la canción campesina’ –logró agitar las palmadas como acompañamiento de los presentes- ‘La nena de la casa’ –segmento en donde la pantalla ubicada como parte del escenario mostró visuales de su niñez- y el seis pampero de la autoría de Flora Santiago, ‘Andando sola’ (de la producción discográfica ‘Joyas de nuestro folklor’). Tras aplausos masivos en señal de aceptación total del exquisito segmento, entró Eduardo Villanueva a declarar su amor y buscar aprobación con el tema ‘Si o no’.

La escena se preparó para uno de los momento más espectaculares de la velada y para el instrumento nacional. El encuentro musical de Pedro Guzmán, Colón Zayas y Trinidad, que a son de cuatro interpretaron ‘Los hijos de Sánchez’ hermosa melodía original del trompetista Chuck Mangione, puertorriqueñizada a lo ‘jíbaro de Jazz’ de Guzmán. Un manjar en las cuerdas por los tres exponentes. Guzmán continuó acompañando a Villanueva en el tema ‘Llanera en jazz’. Hizo lo propio junto a Yezenia en la balada en inglés, ‘Out Here On My Own’, popularizada en 1980 por la recién falleccida Irene Cara.

Con evidente respeto, Eduardo escolta al maestro trovador tras su participación en el concierto del domingo. (Foto Tamara Yantín)

En compañía de Colón Zayas y Manny Trinidad se incorporó el grupo Mapeyé y la voz fuerte e inconfundible de José Antonio Rivera ‘Tony Mapeyé’. Entonó apasionadamente ‘Firme y combativo’ letra de Villanueva. La buena música continuó con el mapeyé ‘El sur es el norte’ –en voz de Eduardo- un contundente tema que arrancó aplausos y ovación de los presentes. Aprovechando la coyuntura mágica del grupo Mapeyé, se adicionó al festín el trovador Félix Morales que recibió elogios de parte de la pareja de cantantes. Morales se impuso con el seis fajardeño ‘En tu piel de caramelo’. Tanto Villanueva como Yezenia hablaron sobre sus vivencias junto a Morales. Eduardo narró anécdotas de la amistad de años que mantiene su progenitor (José Miguel Villanueva); mientras Yezenia recordó su experiencia con Morales en la orquesta de Elías Lopés, ‘Trompetas con Trovadores’.

Don Félix Morales hizo galas de su talento y hasta improvisó décimas en inglés. Con un efusivo abrazo a ambos, el trovador se despidió de los esposos. La intérprete cerró la primera parte del programa con su homenaje a Luz Celenia Tirado y la puesta ‘Flotando sobre el Caribe’.

Aidita Encarnación brilló en sus interpretaciones.  (Foto Tamara Yantín)

Luego de 20 a 30 minutos de intermedio, se reanudó el espectáculo presentando a Eduardo en compañía de su guitarra frente al telón. Tras un diálogo instructivo con Doña Eufemia (talento actoral) sobre la importancia de resaltar la labor de nuestros compositores, se preparó el ambiente para un hermoso homenaje a Sylvia Rexach.

El sonido sublime y exquisito del piano del cantautor Rafi Escudero colocó el ambiente en uno de bohemia. Las teclas adornaron perfectamente la introducción a la llegada de la cantante Maribella, que embrujó con ‘Anochecer’. La mágica combinación de piano y voz continuó arropando la escena con las extraordinarias interpretaciones de Aidita Encarnación y José Juan Tañón, que adicionaron sus imponentes estilos para regalar ‘Di corazón’ y ‘Alma adentro’. Ambos, impartieron estilo y personalidad propia en un segmento fuera de serie. Yezenia se unió a la bohemia con ‘Y entonces’ donde lució gigante; y posteriormente cantó en compañía de Maribella, Aidita y José Juan, al piano de Escudero para lograr un espectacular acierto en ‘Olas y arenas’.

El cantautor Rafi Escudero (al piano) y el intérprete José Juan Tañón se unieron al homenaje presentado a la inmortal Sylvia Rexach. (Foto Tamara Yantín)

Las bellas letras y exquisitas notas melódicas del piano continuaron con ‘Soy libre’ -letra de Escudero- que con la elegancia de sus manos sobre las blancas y negras mantuvo en silencio la sala. Colón Zayas y Trinidad se acercaron hasta el pianista para acompañar a Tañón, que hizo un trabajo magistral con la sensacional danza compuesta por Escudero ‘Añoranzas’. La participación de Escudero concluyó con ‘Seis junqueño’ junto a Eduardo y Yezenia. La pareja protagonista de la noche permaneció en escena y cautivaron con ‘Canción para dos almas’. Una vez más, el binomio Aidita y José Juan engalanaron la sala con la danza de Villanueva, ‘Mujer latina’.

Por otro lado, Yezenia dio un cambio de velocidad a la propuesta con una interpretación de excelencia en el tango ‘Desde señora hasta tirana’; mientras el camino se preparó para la extensa, pero deleitante parte entre Eduardo y el trovero cubano Manuel Soriano. Donde a fuerza de pie forzado se enredaron en una amigable controversia (seis pampero y punto cubano) e improvisaron sobre diversos temas. Un espacio magistral, donde el maestro Colón Zayas mostró su dominio sensacional del instrumento nacional. Fascinante e inolvidable momento durante la noche.

Los cantantes concluyeron en alto la velada musical tras cuatro horas de música, versos y anécdotas. (Foto Tamara Yantín)

El concierto no podía terminar sin la presentación del nuevo proyecto de Eduardo y Yezenia, un disco de salsa, con la conspiración como director, productor y arreglista del joven y excelente bajista Jesús Algarín. Repartieron salsa por todas las esquinas, para concluir con temas como ‘El amor intacto’ y ‘Tu piel’. Como si fuera poco –un concierto de casi cuatro horas- regresaron al escenario para dar fin a la velada con ‘De barrio’.

Un punto meritorio y obligatorio de resaltar es que Eduardo Villanueva, además de trovador, intérprete y músico, es un prolífero y talentoso compositor que sigue aportando a su repertorio y al pentagrama musical nacional. Bravo por Eduardo.

¿Qué más se puede decir? El concierto fue un manjar exquisito de principio a fin. Una de esas presentaciones fuera de serie que hasta cierto punto son irrepetibles. Una pareja que son baluarte de la música nacional; que cuentan con una gama de artistas elites como amigos y junto a ellos, disfrutaron la noche. Un junte excepcional para un momento inolvidable.

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