Redoble de tambor en memoria de Gonchi Sifre

El baterista puertorriqueño será siempre respetado, admirado y recordado por su innovadora y vanguardista aportación dentro de la escena musical.

Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

El estilo perpetuado del baterista puertorriqueño Gonzalo ‘Gonchi’ Sifre siempre será recordado por ser
innovador y vanguardista. Su calidad musical era su marca registrada desde que se adentró por los senderos del pentagrama. Sin duda, dejó claro la enorme visión que poseía para expresar puro sentimiento al ritmo de la batería.

Durante la última entrevista que le realicé para la Fundación Nacional para la Cultura Popular recordó que a los 12 años, se sentaba frente al toca-disco de su papá a escuchar jazz y música clásica; lo cual, lo hipnotizaba y encantaba.

En ese momento señaló: “A mí, me gustaba mucho escuchar a Louis Armstrong. En ese momento me llamaba la atención el sonido de la trompeta. Inicialmente fue mi sueño la trompeta… pero solo fue eso, un sueño más que otra cosa”.

De igual manera expresó que el rock and roll revolucionó su vida y de esa forma, llegó a la batería.

‘Ser’ su única producción como solista. (Foto suministrada)

Le pregunté ¿Y por qué la batería?

“No sé, creo que la batería me escogió a mí. He escuchado ese comentario de muchos músicos. Fue como una conexión sin mucha explicación”, dijo en ese instante un pensativo Sifre.

Apasionado por la música de los Beatles, grandes oportunidades llegaron al soñador natural de Santurce, que desfiló por la banda Abram Shoo (1967-70), hasta la llegada a New Zealand Trading Co. (1970-73) con quien grabó un disco y durante dos años, viajó todo Estados Unidos. Una época de gran crecimiento, aprendizaje y experiencias.

Después de éste valioso caminar musical se fue acumulando la idea de innovar, inventar, fusionar y adentrase en una nueva fase creativa. El siguiente paso, fue el banquete exquisito de la creación y desarrollo de Raíces (1974-76) junto a Amaury López, Kiko Meléndez, Juanito Meléndez, Roberto Puras, Rafi Cruz y Sammy Figueroa.

Raíces, presentaba un jazz contemporáneo con pizcas y pinceladas de rock, funk y ritmos de Brasil que expresaban aires innovadores y desafiantes para la época. Una entrada hacía una nueva dimensión musical en el panorama local. La trascendencia y efecto positivo de la expresión en el pentagrama de Raíces, los llevó a grabar un disco para Atlantic Records, donde plasmó interesantes cortes como ‘Parallax’, ‘Lenguas’ y ‘Bamboo’, entre otras. De igual manera, se expuso en la participación histórica de altenar en un concierto junto a la leyenda del jazz, Miles Davis -trompetista norteamericano, arreglista y compositor/1926-1991- en el ‘Schafer Music Fest’ en Nueva York. Un encuentro musical que reunió 80,000 personas.

Otro acierto de Raíces, es el disco Alberto Carrión y Raíces, que incluye una excelente versión en español de la canción ‘Aguas de marzo’ de Antonio Carlos Jobim, temas de nueva trova y nueva canción; y la rica pieza instrumental compuesta por Carrión, ‘Isla de lobos’. Además de esta refrescante producción discográfica, es prohibido olvidar, la presentación del grupo en el desaparecido teatro Sylvia Rexach de Puerta de Tierra.

Posteriormente, le llegó la oportunidad de grabar en una sesión discográfica con el guitarrista Roy Buchanan. Durante esa época formó parte de otro proyecto discográfico innovador y adelantado a su era, ‘Cortijo y su máquina del tiempo’, una formidable producción del maestro Rafael Cortijo (1928-1982) que cuenta con extraordinarios arreglos del pianista Pepe Castillo y el guitarrista Edgardo Miranda. También participó por muchos años al lado de la gran voz nacional, Danny Rivera; y el ‘Rey de la Manos Duras’, el conguero Ray Barretto (1929-2006).

En la década de los 80, formó parte de los excelentes proyectos discográficos y de la banda del cantante y compositor Glenn Monroig. Discos como ‘Tropical’, ‘No finjas’ y ‘Glenn Monroig con David Sanborn’, causaron una revolución en que la ecuación se convirtió en trabajo constante en presentaciones junto a Monroig.

Durante una estadía en Los Ángeles, California, donde esperaba continuar ampliando conocimientos por medio de la educación musical, tocó con el saxofonista colombiano, Justo Almario; y en su regreso a Puerto Rico, dio la bienvenida a la década de 1990 participando al lado del cantautor Roy Brown, con quien estuvo por 10 años (1990-2000). Grabó en las producciones discográficas ‘Balada en otro tiempo’, ‘Nocturno’ y ‘En fuga’.

Por varios años, se presentó en compañía del pianista Carlos Muñiz, propietario de un restaurante y club de Jazz en Viejo San Juan, participando en dos discos grabados en vivo, desde el lugar. También, legó su aportación en el proyecto discográfico ‘Antillano’ del pianista, compositor y arreglista Raymond Torres-Santos.

A insistencia del amigo y cómplice de su cuarteto, Elías Celpa (bajista), en 2019, Sifre grabó el disco ‘Ser’, donde además, aportan sus talentos Ángel David Mattos (piano y teclados) y Norberto Ortiz (saxofones). Apetecible y rico trabajo donde el baterista expresó su extenso andar por la música que lo formó y llevó a convertirse en un músico innovador, creativo, multi-géneros, y propia identidad respetada por todos.

“Conocí a Gochi en el Trío de Carli Muñoz. Cuando salió Gabriel Rodríguez (bajista) yo entré a tocar como parte del House Band en Carli’s Café. Ahí permanecí varios años, y en ese trío desarrollamos una amistad”, destacó el músico y profesor Elías Santos Celpa.

“Luego, tocamos esporádicamente, pero siempre nos reencontrábamos. Tiempo después surgió la oportunidad de un ‘steady’ en el restaurante ‘Caffiato’ –espacio que duró casi cinco años- y fungió como laboratorio para no solamente afianzar la relación musical, sino el proyecto discográfico ‘Ser’. Una producción que refleja su gran gusto, musicalidad y pasión por el arte musical. En el disco quedó plasmado la sensibilidad, elegancia y alta noción con la que Gonchi concebía la música. Eso se refleja en la afinación de la batería y el sonido de los platillos”, dijo Santos Celpa, quien produjo junto a Sifre el disco.

“Aun en sus últimos días, su preocupación estando en el hospital era que no había podido practicar la batería. Agradezco a Dios la oportunidad que me dio de trabajar junto a una leyenda y referencia obligatoria de la batería puertorriqueña”, concluyó diciendo el bajista.

De igual forma, el baterista boricua Henry Cole honró la memoria y gran aportación de Gonchi dentro del pentagrama musical.

“El maestro Gonchi Sifre representa la excelencia de un músico y baterista puertorriqueño. Fue parte de una época dorada, donde se grababa a diario en estudios y se tocaba en las noches. Hábil en muchos géneros; y un ser humano excelente y consciente”, expresó con nostalgia Cole ante la partida física del destacado baterista.

Sin duda, Sifre será recordado como uno de los más grandes exponentes de la batería nacional y su legado permanecerá. Que descanse en paz

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