Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
En medio de la más reciente Asamblea de la Asociación de Maestros de Puerto Rico fue honrada la profesora Milagros de Jesús Ortiz, madre del actor, productor y director teatral Josean Ortiz, quién recibió el Premio José Eligio Vélez, el más importante de la organización. Este galardón se instituyó en 2001 y se otorga a la persona con una reconocida trayectoria profesional intachable, digna de emular en el campo educativo y por ejercer su liderazgo en esta asociación.
De Jesús Ortiz, nacida en Santurce el 11 de julio de 1943, se inició en el magisterio en 1962 en la Escuela Gautier Benítez en Villa Palmeras, esto luego de completar estudios en pedagogía en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ya en 1963 (en su segundo año en las aulas, laborando para el segundo grado) obtuvo la distinción de Maestra Ejemplar de Puerto Rico, siendo felicitada directamente por el entonces gobernador Luis Muñoz Marín, e invitada a formar parte de sus reuniones semanales para revisar el Programa de Español con la Dra. Ángeles Pastor, Juan Manuel García Passalacqua, Vilma Carrasquillo de Chaves y Ramonita Arana de Cuevas. Durante su trayectoria como educadora en las materias de español, estudios sociales y educación especial logró ser seleccionada Maestra del Año en cuatro ocasiones más.

En la Escuela Rafael Hernández del residencial San José trabajó por 31 años. Además, fungió como asambleísta municipal de Carolina, coordinadora del Programa de Educación Especial en el Distrito Escolar de Río Piedras B y durante siete años presidenta de la Asociación de Padres y Maestros de la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini en Hato Rey, ayudando a conseguir que se construyera e inaugurara en 1981 el edificio que aún conservan.
Esta educadora ingresó a la Asociación de Maestros en 1976, destacándose como líder. Fue maestra representante y vicepresidenta del Departamento de Maestros de la Escuela Intermedia. Se desempeño, también, como directora de Carolina en EDUCOOP y posteriormente como oficial de educación. Su retiro del magisterio ocurrió en 1994 y de EDUCOOP en 2004. Por 18 años residió en el estado de la Florida para cuidar a su hija encamada, ya fallecida, pero en octubre de este año que cierra retornó a Puerto Rico.
El veterano histrión Josean Ortiz resaltó que “este premio y dedicatoria ha sido un nuevo aire para ella. Desde que regresó al País está feliz. Siempre fue una mujer bien activa y luchadora. Ha tenido que pasar muchas pruebas de salud en los últimos años. Hubo que amputarle un brazo y tiene que usar oxígeno”.
El artista rememoró que como maestra siempre la autora de sus días, “fue muy exigente. Nosotros fuimos niños modelos. Yo crecí dentro de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, junto a los hijos de José Eligio Vélez, de Aida Díaz, de Salvador Morales, de todos los líderes de esa época. Siempre decían que éramos muy educados, pero era que mami no nos tenía que decir nada, solo con mirarnos… No me dio clases, pero como maestra fue muy exigente. Era una lectora voraz, también de la prensa. Recuerdo que el closet del pasillo era como un ’school supply’ con informaciones de diferentes temas, láminas… Cuando los muchachos de la urbanización tenían una asignación, pues iban donde ella. ¡Eso morirá con ella! Éramos tres hermanos, yo soy el mayor; mi hermana que murió fue maestra. Mi hermano trabaja en un banco… Toda la vida mami quiso ser abogada y empezó a estudiar leyes por dos años. Tuve que dejarlo porque nosotros éramos adolescentes y estaba como presidenta de la Asociación de Padres y Maestros de la Escuela Libre de Música. Nunca pudo cumplir su sueño de adolescente”.
Un emocionado Josean Ortiz recalcó que estar junto a su madre en el homenaje fue muy especial al ver de primera mano todas las muestras de respeto que le profesaron. Resaltó que sus tías son maestras retiradas y ahora una sobrina sigue los mismos pasos. “Mami fue la primera y la guía de todos nosotros”, puntualizó, lleno de orgullo por la gesta del ser que le dio la vida.
…Mujer ejemplar toda su vida –

Milagros de Jesús Ortiz describió como “gloriosos” sus años en el magisterio. Mencionó que justo cuando obtuvo la primera distinción como Maestra del Año en 1963, que provocó comentarios por la poca experiencia, entendió que “el buen maestro lo es desde el primer día frente a la sala de clases y el mal maestro está 30 años siéndolo…”.
Sobre la evolución del magisterio en Puerto Rico comentó finalmente que “todos los logros grandes de los maestros los ganó la Asociación de Maestros que era la única institución que existía, luego nació la Federación de Maestros. Nosotros teníamos por norma la figura como maestro profesional y siendo el centro de la educación el niño…. En este momento, estoy muy triste porque he visto el deterioro en algunos aspectos de nuestra institución, como se ve en todas las fases de la vida de Puerto Rico, en todas las instituciones. Ha habido un descenso en los métodos y formas de ver las cosas. En un momento dado de la actividad me sentí triste porque estaba acostumbrada a ver una asamblea con 900 o 1,000 delegados, y los registrados eran 468, de esos faltaron ciento algo. Ahí se ve cómo ha mermado la participación de los maestros en las actividades. Eso lo puedo ver en el Colegio de Abogados, en el Colegio de Médicos… En todas las instituciones y grupos ha mermado la participación y el compromiso. No se ve como equipo la gente, sino en su carácter individual, de sálvese quién pueda. Esa es la visión que tengo del Puerto Rico de hoy”, concluyó contrastado la participación de las matrículas de antaño con las de ahora.
