Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Encendió con su música la sala de actividades de la Fundación Nacional para la Cultura Popular. A los cadenciosos ritmos de bossa nova y samba, la cantante brasileña Débora Brum hizo bailar al público desde sus sillas y mesas. Un ambiente de alegría, conocimiento y aceptación de esta música, se respiró durante la noche en la sala. La serie musical expuesta en la sede cultural ‘A las puertas del Ocho Puertas’ que inició con Los Rivera Destino en el mes de junio, continuó su brillo con el espectáculo de la artista adoptada por Puerto Rico y su presentación ‘Antesala a Minha Historia’.

En compañía de los músicos Efraín Martínez (batería), Adalberto Rosario (guitarra), Edgardo ‘Eguie’ Sierra (bajo), Héctor ‘Coco’ Barez (percusión) Carmen Noemí (teclados), Brum (voz, guitarra y percusión menor) regaló una noche mágica que cautivó a los presentes. La cantante mantuvo interacción con las personas y habló sobre los distintos compositores a los que interpretó y adicionó una buena dosis de anécdotas e historias.
La velada inició con el tema ‘Garota de Ipanema’ que con solo los primeros acordes encendió el auditorio. Desde el saque, su particular estilo y afinidad con los músicos, dio por anticipado que sería una noche musical de excelencia. Un solo de guitarra de Rosario añadió encanto a la pieza. El pegajoso corte ‘Berimbau’ (que en Puerto Rico nos recuerda a Ismael Rivera) le siguió para mantener al paso la participación con un aporte sabroso de Coco Barez en la percusión. A parte de los grandes clásicos o estándares de la rica música de Brasil, Brum expuso temas de su EP nuevo ‘Minha Historia’ –pronto saldrá un CD completo- y sus discos anteriores ‘Brasileira’ y ‘Mi vida’.

‘Samba de una nota só’, ‘País tropical’ y el clásico ‘Mais que nada’ sirvieron de preámbulo para la canción de su autoría ‘Uma vida inteira’ donde expone sus habilidades para crear líricas, y la vertiente de poder viajar entre la balada-pop. ‘Copernicus’ de la cantante polaca Barbara Trzetrzelewska, mejor conocida por Basia, continuó la alegre noche disfrutada por el público. El acompañamiento rítmico de Barez (percusión) y Martínez (batería) estuvo espectacular. Sin freno de sabor prosiguió con la canción popular de Ary Barroso, ‘Aquarela do Brasil’, escrita en 1939.
Entre comentarios, historias y anécdotas del compositor Antonio Carlos Jobim, deleitó con ‘Aguas de marco’ que fue cómplice de una interesante dinámica rítmica que se disfrutaron los músicos, especialmente, Rosario con su guitarra y Carmen Noemí con sus pizcas sonoras en el teclado. La intérprete aprovechó la ocasión para agradecer y presentar al productor ejecutivo del EP, Efraín Cordero y la artista que realizó la obra de la portada de la producción, Lizette Lugo. Se mostró contenta y entusiasmada con ‘Minha Historia’ y alentó a esperar el disco completo que saldrá pronto que además de contar con los temas del EP, incluirá letras suyas y líricas de los compositores Rodolfo Barreras, Eduardo Reyes y Alejandro Montalbán.

La buena música siguió marcando la pauta con ‘Quem de nós dois’ –un bravo trabajo de Egui Sierra en el bajo eléctrico- y la popular pieza de Jobim ‘Água de beber’ la cual grabó Brum en su disco ‘Brasileira’. En este corte, Rosario (guitarra) nuevamente se destacó.
‘Nao deixe o samba morrer’, ‘Vou deitar e rolar’ y ‘Eu sei que vou te amar’ fueron canciones que trabajaron el ambiente antes de ‘Meus caminhos’ tema donde con mucho sentimiento y colocándose una camiseta de su progenitora, aprovechó el momento para exclamar palabras de amor y gratitud. La autora de ‘Cuento de hadas’ y ‘Mi Vida’ intentó cerrar el concierto con la pieza ‘Tristeza’; y ante la insistencia y pedido de los presentes de otra canción, tuvo que despedirse con la complacencia de ‘Magalenha’ –de Sergio Méndes- donde cada uno de los músicos se despidió con respectivos solos, dejando encendida la tarima y reafirmando el compromiso de legar una noche espectacular para la serie de conciertos ‘A las puertas del Ochos Puertas’.

Tal como lo había prometido, Brum que admite tener grandes influencias musicales de cantantes como Rosa Passos, Gal Costa, Basia y Sade brindó una excelente velada musical donde cantó canciones de su nuevo proyecto ‘Minha Historia’ y un repertorio de canciones de su país que le apasionan y forman parte del pentagrama mundial. Melodías que al escucharlas obligan a la retrospección y valora la gran aportación de compositores como Jobim y otros, que forjaron la ricura e idiosincrasia musical-cultura de Brasil.