Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Manjar musical a la carta. La exquisitez del jazz puertorriqueño la disfrutó quienes se dieron cita al ágape melodioso del trompetista Humberto Ramírez en compañía de su sexteto; y Miguel Zenón con su cuarteto en su junte en la Sala Sinfónica Pablo Casals. El buen jazz, excelentes improvisaciones y melodías creativas ambientaron el auditorio para entregar una rica propuesta musical.

Un encuentro de dos generaciones distintas con visiones diferentes de cómo hacer jazz a lo criollo; Humberto desde Puerto Rico y Miguel desde Nueva York. No hay ninguna duda, que ambos músicos han dejado claro sus respectivos estilos; y patentizan sus mensajes melódicos con la elegancia en sus composiciones y arreglos. Sus sellos de identidad.
La grata velada fue iniciada por Ramírez, que luego de unas palabras de bienvenida y agradecimiento a los presentes por llegar hasta el recinto, ilustró sobre diversos puertorriqueños que han aportado al género del jazz. Enseguida el ambiente se preparó para comenzar, y lo hizo con el tema de su autoría, ‘Fiesta Mood’ incluida en su disco ‘Focus’ (2021). En este corte inició el trompetista con una excelente improvisación, seguida por solos respectivos del resto de los integrantes del sexteto: Jen Carlos Camuñas (congas), Giovanni Ortiz (contrabajo), Frankie Pérez (saxofones), Francisco Alcalá (batería) y Edgardo Rivera (piano).
‘Una vela pa’ mis santos’ fue la segunda pieza expuesta por el sexteto que con una buena dosis de percusión, mantuvo la línea de sabrosura del tema de apertura. Le siguió ‘Waiting Room’ una brillante puesta que adorna efectivamente con sus ricos cambios melódicos y de ‘mood’. El músico explicó que compuso la misma durante el tiempo de encierro debido a la situación de la pandemia. Ambas piezas, incluidas en su más reciente producción discográfica ‘Think Ahead’.

El cambio de velocidad llegó con ‘On My Own Terms’ propuesta musical por la onda de ‘smooth jazz’ que había presentado durante un concierto virtual en tiempo pandémico. Un corte en donde brilló el puro sentimiento de Ramírez y Rivera en piano. ‘Encantado’ evocando la plena, desbordó con pinceladas boricuas las congas de Camuñas, en un arreglo rico en folklor de Humberto. Mientras ‘Think Ahead’ regala la etiqueta de identidad del músico, que continuó en alzada el concierto.
La composición ‘Cangrejero’ fue el estreno de la tarde-noche. Un obsequio especial que aparecerá en su próximo disco, programado para lanzarse en enero de 2023. Sonido característico de su estilo, con un solo afincado del contrabajo de Ortiz, lleno de un interesante intercambio melódico entre conga y batería.
El hábitat se aclimató para lo más esperado, el junte de Miguel Zenón con el trompetista sanjuanero. La pieza seleccionada fue una versión en jazz del éxito en salsa del compositor Tite Curet Alonso, ‘Marejada Feliz’
El extra de la obra, el brillante solo de saxofón alto de Miguel Zenón que sirvió de antesala a los vendría luego. Después del espectacular junte, era obligado un breve receso para esperar que la tarima bajara su temperatura. Se hizo una pausa necesaria para preparar el escenario para el cuarteto de Zenón.

La segunda parte del espectáculo inició con la entrada del saxofonista y su grupo compuesto por Luis Perdomo (piano), Hans Glawisching (bajo) y Henry Cole (batería). De modo callado, humilde y sin fanfarrias tomaron sus respetivos instrumentos. Con un leve toque de piano de fondo, Zenón expresó palabras de júbilo por la presentación en su País y ante su gente. Dio gracias a Humberto y todo el equipo responsable en montar el concierto. La tarde-noche era especial. El saxofonista boricua presentaría su más reciente proyecto discográfico acabado de salir, ‘Música de las Américas’. El trabajo musical se inspira en la historia del continente americano, confeccionado por geniales melodías de su autoría. Las composiciones, arreglos e improvisaciones son un deleite para los sentidos.
Su espectáculo inició con el potente sonido de Perdomo en las teclas y el tema ‘Taínos y caribe’. Un extraordinario comienzo que juega melodiosamente en combinar historia y música; un logro formidable que converge gracias a la creatividad de Zenón en la improvisación y liderato. Respaldado por un rico solo de Perdomo, demostrando velocidad y elegancia sobre las blancas y negras. Marcan pauta, el virtuosismo de Glawisching en contrabajo y Cole en batería.
La conexión magnífica del cuarteto se pudo ver y escuchar con total claridad en el corte ‘Navegando’ que con una pizca de plena, muestra con sentimiento cómo el saxofonista adorna sus temas utilizando sus raíces boricuas. Gran exposición de Glawisching y Cole en afinque y ritmo.

‘Opresión y revolución’ e ‘Imperios’ son una reafirmación de la creatividad y virtuosismo de Zenón, que con cada proyecto expone temáticas nuevas, innovadoras y de vanguardia.
El gran cierre fue ‘Antillano’. Sabroso corte que evoca a los sonidos guapachosos de las Antillas, sin perder de perspectiva claro está, su Puerto Rico. Transita entre el jazz latino y lo que llamamos salsa. Un sabor puro antillano. El ritmo alegre y pachanguero brinda paso a un solo formidable de Cole (batería) que va en aumento de temperatura. En fin, cinco temas que sonaron como diez, por la intensidad y bravura rítmica.
En resumen, un concierto formidable. Repleto de buena música y excelente jazz. Un extraordinario ejemplo de lo que los músicos boricuas son capaces de crear. Un junte de dos artistas puertorriqueños que son orgullo y hacen patria con su creatividad en el pentagrama. Donde quiera que presentan su arte, levantan y dejan enarbolada su bandera.