Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El ambiente fue especial. Se celebraría la danza. Un público cautivo -lleno total- por amor a la danza y tradiciones puertorriqueñas se dio cita en la sede del Círculo de Recreo de San Germán para disfrutar de la premiación y concierto de la 50ma Semana de la Danza puertorriqueña. El histórico y místico lugar confundía de época. Invitaba a la retrospección. Se combinó perfectamente la calidad musical y un grupo de excelentes receptores capaces de disfrutar la velada. Al converger tanta afinidad, el espacio destelló en el hábitat indicado para dar loa a la danza.

El exquisito programa artístico brilló entre música y baile. Los presentes disfrutaron de un concierto con obras de grandes exponentes de los siglos 19 y 20 interpretadas por la pianista y profesora Nilda Betancourt. ‘Amor eterno’ de Luciano Quiñones (1948- ), ‘Mercedes’ de Héctor Campos Parsi (1922-1998), ‘Danza jíbara: Me voy pa’ Nueva York’ de Narciso Figueroa (1906-1998) y ‘Danza no.3’ de L Lamothe (1882-9153) fueron algunas de las exquisitas danzas interpretadas por la pianista.
Un banquete compartido por la participación de baile por Guateque Taller Folklórico y Mauro Ballet. Los primeros marcaban el pasado con sus vestimentas y recuerdos de los rituales del baile elegante; mientras el ballet daba andanzas de aires modernos y contemporáneos a una herencia clásica.
La calidad del evento obliga a recordar que el programa de Artes Escénico Musicales del ICP sigue fomentando la danza y perpetua ese legado, dedicándole una semana todos los años. A la misma vez, expone y da a conocer los nuevos talentos a través del certamen de composición de danza.
La pianista Nilda Betancourt deleitó con apasionado estilo diversas danzas de diferentes compositores que han legado sus obras en los siglos 19 y 20. Entre pieza y pieza, realizó comentarios acertados para compenetrar al público con las danzas. De la misma manera, resaltó y explicó sobre lo que ese podía escuchar y esperar de cada una de las formidables danzas. Una dinámica encantadora que logró brindar pizcas de luz educativa para entender mejor la música.

La catedrática Betancourt forma parte de la facultad de música de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de San Germán, donde ofrece cursos de piano y adiestramiento vocal. También incluyó danzas de compositores contemporáneos y las dos piezas premiadas.
De igual manera, es meritorio reconocer la gran participación artística de Guateque Taller Folklórico de Puerto Rico; y Mauro Ballet que lograron llevar por un viaje maravilloso con el baile tradicional de la danza y con el más contemporáneo. Un aplauso por sincero en honor a la viva tradición de la danza puertorriqueña.
Este año, el Premio Juan Morel Campos recayó en las danzas, ‘El revolú’ de Alma Batista Pérez; y ‘Sorbo de esperanza’ de Benjamín Laboy Ruiz. Las menciones honorificas cayeron en las manos de Víctor Meléndez y la composición ‘Sol de mi vida’, ‘Amor real’ de Raúl Ramírez Lugo y ‘Un rayito de luz’ del compositor Hermelindo Ruiz Mestre, que se encontraba entre los presentes en la actividad.
“Esta es una composición que hice como regalo a una persona especial (Laura Evangelina) una obra para piano. Saliendo de mi área de confort -virtuoso guitarrista- escribí para piano esta danza, lo que significa que este concurso es bueno para obligar a movernos para realizar distintos proyectos, y trabajar musicalmente con otros instrumentos. Eficaz motivación para hacer música de una manera distinta a lo que estamos acostumbrado. Mi experiencia de abordar la danza con guitarra y cuerdas me brinda un punto de partida para llevar la danza hacia el piano. Una experiencia sin duda, gratificante”.