Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
La obra “El Bizcocho”, de Bekah Brunstetter, una comedia sobre los matrimonios del mismo género que sube a escena este fin de semanan en el Teatro Victoria Espinosa en Santurce -como parte del Festival de Teatro Puertorriqueño e Internacional del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP)- está siendo dirigida por José Manuel Díaz, quien también es un experto escenógrafo.
Díaz afirmó que la pieza comenzó con mucho trabajo de mesa, porque el elenco debía entender perfectamente a cada personaje. “Esta es mi segunda dirección. Yo dirigí el año pasado por primera vez en mi vida profesionalmente la obra ‘No se los digas por Zoom’ y fue muy exitosa. Todavía me estoy casi estrenando”, indicó. En “El Bizcocho” actúan Linnette Torres, Eyra Agüero, Wanda Sais y Carlos Vega.

Resaltó que dio el paso de cultivar esta nueva faceta porque “llevo muchos años como escenógrafo y diseñador de teatro. Me ha tocado hacer vestuario, utilería, escenografía. Resulta que en los últimos años me di cuenta que, como parte de mi proceso de diseño, de alguna manera, tengo que dirigir la obra en mi cabeza para poderme mover a lo que son los planos, las maquetas y el diseño. Descubrí entonces que me salía un poco natural a la hora de crear el espacio. Yo visualizaba a los actores movíéndose en el espacio. Obviamente, cuando trabajo para otro director puede ser que no compre lo que yo propongo y hago el ajuste. Pero, me sentí confiado, aparte de que tengo la preparación en drama. Me sentí un poquito confiado de que con mi experiencia trabajando con tantos directores, más mi experiencia como diseñador y conociendo bien el espacio, me podía tirar a hacer la dirección”.
José Manuel Díaz forma parte del colectivo Corillo Eventos junto a Wanda Sais y Linnette Torres, que por muchos años estuvo en Punto Fijo, al que pertenecían Julio Ramos, Marian Pabón y Lily García, quienes decidieron hacer proyectos por su lado poco antes de la pandemia del Covid-19, pero mantienen una excelente relación de amistad.
Admitió que al dirigir “No se lo digas por Zoom” experimentó el llamado “frío olímpico” o temor escénico por la enorme responsabilidad que significa la dirección. “¡Horrible! Estaba trabajando con Wanda Sais y Linnette Torres, quienes son mis amigas. Yo las quiero y respeto como actrices. Aparte de que tenía a Cristina Soler quien es una excelentísima compañera, aparte de una de las mejores actrices que tiene este país y era un poco intimidante. Y a Luis Ponce, de una generación joven que no me conocían ni como escenógrafo. Por suerte tengo que decir que tanto Cristina como el resto del elenco lo hicieron tan fácil y dieron tanta confianza y validez de que estaba haciendo lo correcto, lo discutíamos, había apertura. Al final, la gente vio el proyecto y le encantó… Ahora con ‘El Bizcocho’ voy un poco más confiado de que lo puedo hacer. Yo sido siendo diseñador, no quiero cargar el peso de llamarme director. Soy un diseñador que puedo dirigir una obra”.
Díaz elogió la primera participación -el año pasado- en el festival del ICP, aunque hubo un apagón y estuvieron obligados a mover la fecha de la producción. “El Festival abre una oportunidad con la ayuda económica que brinda para que sea haga otro tipo de proyecto que no estamos acostumbrados a ver usualmente. El teatro es también un negocio dentro de todas sus facetas educativas y de entretenimiento. Para muchos productores no es costo efectivo hacer proyectos de temas más profundos. A nivel comercial se tiende mucho a hacer lo que es la comedia, que es muy válido”, explicó.

Aprovechó para aplaudir que existan el Festival de la Comedia, el Festival de Teatro de la Mujer y, ahora en verano, True Color Fest, entre muchísimos otros.
De su faceta como escenógrafo, considerado uno de los más solicitados en el País, Díaz comentó que “no ha sido fácil porque no vengo de cuna de teatreros, ni gente conectada en el medio. He llegado hasta aquí con mis méritos, de boca en boca. Ha sido un proceso largo. Empecé joven a trabajar en el diseño escenográfico. No puedo decir que ha sido difícil, porque me lo he disfrutado todo”.
José Manuel Díaz es egresado de la Escuela Central de Artes Visuales, con una especialidad en pintura. Luego, ingresó a la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce, donde cursó un bachillerato en Bellas Artes (Artes Visuales). Empezó a trabajar en iglesias y se conectó entonces con el maquillaje teatral. Se le empezaron a abrir puertas como escenógrafo y vestuario. Al graduarse, entró al Departamento de Drama en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, para un bachillerato en Drama. En un momento dado quiso ser actor, pero entendió que se inclinó por el diseño porque no había tantos estudiantes. Fue ahí que lo empezaron a llamar para más proyectos profesionales. “Cada proyecto fue un escalón que uno va creciendo”, apuntó. En 2013 decidió hacer una maestría en diseño escenográfico en el estado de Illinois. Precisamente, se graduó y lleva cuatro años dando clases en la Universidad de Illinois.
Mientras cursaba la escuela superior, Díaz realizó su primer proyecto como escenógrafo par una escuela de ballet de Bayamón. A nivel de producción teatral, también cursando la escuela superior, hizo la escenografía para la obra “Divorciadas, Evangélicas y Vegetarianas”, producida por Juan Carlos Morales para Teatro del ’90, con un extraordinario elenco: Sharon Riley, Sonia Noemí González y Alba Nydia Díaz. “Nos contrataron porque Juan Carlos hizo un acercamiento con la escuela de que si ayudábamos, pues él nos daba clases de teatro. Por ahí yo empiezo a enamorarme, ya que veo cómo podía combinar mis dos pasiones, el teatro y el arte”, rememoró.

Díaz labora, además, en proyectos en Estados Unidos. El más reciente fue en el estado de Oregón haciendo el diseño de la obra “In The Heights’ para un teatro.
José Manuel Díaz prefiere no comparar ambos mercados de trabajo. “Cuando yo diseño en Puerto Rico me pongo un sombrero que es el mismo que dejé al irme a estudiar. Que la realidad es que nunca me he ido, porque he estado viniendo todo el tiempo. Nunca he dejado de trabajar en Puerto Rico… ¡Es diferente! Si puedo decir que hay un sentido de familiaridad que se da en Puerto Rico que en Estados Unidos es más industria, todo está más estipulado, más estricto. Como diseñador llegas hasta cierto punto y luego lo toma el que pinta. Todo es un poco más estructurado. Hago la salvedad nuevamente de que nunca voy a decir que es mejor o peor, simplemente es diferente. ¡Es otra cabeza! Aquí si tengo que tomar la brocha y ponerme a pintar también lo hago; a lo mejor en Estados Unidos no tengo que hacerlo porque no me toca… Nosotros en Puerto Rico hacemos literalmente magia. ¡Hacemos mucha magia en el teatro puertorriqueño! Con poco, hacemos producciones grandes”, destacó.
Agregó convencido que “la cabeza del teatrero boricua está diseñada de una forma única para trabajar más de un proyecto a la vez, con el mismo nivel de pasión”.
Al ser cuestionado sobre si los directores y productores valoran la responsabilidad de un escenógrafo, el experto respondió, “yo siempre me he sentido valorado, pero tengo que reconocer que hay momentos que, ya sea por presupuesto o porque el proyecto está más enfocado a la parte comercial y no educativa ni a entrenamiento, lo que es muy válido… (Hizo una pausa) He tenido el caso donde la inversión es la mínima, pero no por eso me siento no valorado, sino que el reto es mayor”.

El panorama del teatro en Puerto Rico lo veía hasta hace unos años como “un poquito cuesta abajo. En el sentido de que el tipo de proyecto que se estaba haciendo iba todo en una misma línea. Han surgido grupos nuevos con otro tipo de visión y preocupaciones. He visto un resurgir del teatro. He visto mucha actividad teatral… Luego de la pandemia ha habido como un resurgir. Creo que la pandemia nos obligó a reinventarnos de alguna manera, que quizás eso ha tenido un efecto. Pienso que ha habido un resurgir muy interesante de la actividad teatral en el País, sobre todo, con que ya entendemos que no falta ir a un gran teatro para hacer una producción teatral. Proyectos como Teatro en 15, Teatro en Breve y como los café teatro, o los de improvisación que tienen su espacio teatral… Ha habido un resurgir de compañías y gente con una visión que por un tiempo estuvo como dormida”.
La producción teatral “El Bizcocho” subirá a escena desde mañana viernes 17 al domingo 19 de junio y del 24 al 26 de junio. Los boletos están disponibles en www.PRticket.online.