Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Caguas, el pueblo donde descansan sus restos, rindió un tributo a la eterna “Dama de la Canción” Carmita Jiménez, evidenciando que su música está viva.
El público fiel de la intérprete pudo celebrar ayer, domingo, su vida, sus hazañas en el pentagrama, lo mejor de su arte…

El próximo 3 de agosto, la cantante nacida en San Lorenzo cumpliría 83 años, y en ese mismo mes, pero el día 10 en 2003 fue su partida debido al cáncer diagnosticado en 1985. La hija del chofer público Graciliano Jiménez García y la costurera Georgina Colón Martínez fue una mujer ejemplar y una artista extraordinaria que llegó a ser idolatrada por su pueblo y aclamada por toda América.
La Sala de Conciertos Felipe Rodríguez del Centro de Bellas Artes Angel O. Berríos en Caguas fue escenario de un banquete musical lleno de recuerdos y nostalgia. Ese mismo recinto tiene una sala en honor a Carmita Jiménez, inaugurada durante la incumbencia del fenecido alcalde William Miranda Marín. En esta ocasión, su hijo William Miranda Torres, actual ejecutivo municipal, dio la bienvenida a los asistentes, felicitó a los padres que el próximo domingo celebrarán su día y resaltó el legado de Carmita Jiménez por medio de un mensaje grabado.
Chucho Avellanet, Carmín Vega y Libeth Avilés tuvieron el privilegio de enaltecer la trayectoria musical de la inmortal Carmita Jiménez, bajo la dirección del maestro Quique Talavera -quien fue el hilo conductor del show durante la primera parte- respaldado por 38 profesores de música de la Orquesta de Conciertos de Carolina.

Carmita Jiménez estuvo presente de principio a fin del concierto a través de imágenes, portadas, discografía y grabaciones.
El espectáculo oficial tuvo como preludio a las voces de la Orquesta de Conciertos de Carolina interpretando un popurrí de éxitos de Carmita Jiménez, seguido de un breve homenaje musical a Sylvia Rexach por su centenario. Además, Orvil Miller y Edward Delgado realizaron una interpretación de “Tiempo & destiempo”. Acto seguido, las voces de la Orquesta de Conciertos de Carolina presentaron su versión de “Penélope” por la despedida de los escenarios de Joan Manuel Serrat. En ese breve homenaje hubo un impresionante solo de trompeta del alcalde de Carolina, José Carlos Aponte Dalmau.
La cantante Libeth Avilés, tía de la afamada artista Ana Isabelle y con 45 años de carrera, comprobó ser conocedora del amplio repertorio de Carmita Jiménez desde su juventud, al dominar cada tema en el show, esto gracias a que en sus bohemias nunca faltan. Precisamente, Libeth Avilés fue la artífice del “Homenaje a Carmita Jiménez” al presentar su idea al alcalde Miranda Torres.
Avilés arrancó su intervención con “Añoranzas” y “Como toda una mujer” para luego unirse a Carmín Vega en “Quizás, quizás”. La voz de Avilés, aunque por unos momentos luciera como si el sonido no estuviera a su favor, logró ganar aplausos ante sus interpretaciones.

Gracias a su veteranía en los escenarios, la cantante y comediante Carmín Vega, quien en 2018 optó por el retiro, cautivó desde su entrada en el dueto y luego interpretando “En un rincón del alma”, “Mucho corazón” y un popurrí de Lucho Gatica.
La aparición de Chucho Avellanet, que fue la más esperada en la tarde/noche, resultó verdaderamente apoteósica. El artista mayagüezano hizo un repaso de sus temas más sonados con otros inolvidables en el repertorio de Carmita. El vocalista convenció con “Ausencia”, “Abeja Reina” e “Inolvidable”.
La primera parte cerró con Carmín Vega, Libeth Avilés y Chucho Avellanet estremeciendo a los espectadores con “Por amor” del compositor dominicano Rafael Solano.
La segunda parte del tributo musical comenzó con Libeth y Carmín en “Señora, señora”, canción de Denise Dekalafe que Carmita grabó con su hija María Nahíma. En un dramático mensaje, la hija de “La Dama de la Canción” habló de sus días con ella, relató anécdotas y agradeció a Carmín Vega por la imitación y amistad con la autora de sus días, como también a la producción del show.

Carmín Vega impactó al público en la imitación comedida de Carmita en los temas “De engaños” y “Papeles” para después encantar con “La Flor de la Canela” con Chucho, mientras se proyectaban visuales de uno de los memorables encuentros musicales de los artistas.
Vega lució conmovida porque compartió con Carmita durante los últimos días de su vida. “La Mujer de las mil caras y las mil voces” le había revelado a Carmita que deseaba retirarse, y ésta le pidió que no lo hiciera para que continuara con su imitación y la gente no la olvidara. Tal como le enseñó Carmita Jiménez, Carmín sabía a la perfección las letras de las canciones de la fallecida artista. Recordamos en una entrevista publicada por la FNCP en la que Vega comentó que “La Dama de la Canción”, “me dijo que nunca me presentara en un escenario leyendo las canciones en un atril”. ¡Y así ocurrió! Esto hizo que Carmín Vega escuchara en varias ocasiones “bravo” por parte del público.

Chucho Avellanet sacudió a los presentes con “Amor desolado”, que había grabado la gran homenajeada de la velada. El mayaguezano llegó a cantar en el programa televisivo de Carmita y ella fue invitada de honor en los suyos.
El cantante dio un giro al show al poner a todos a gozar con “Canta la juventud”, recordando a un puñado de sus compañeros en el clan y saludando a Alfred D. Herger que se encontraba entre el público presente. Con su melodiosa voz interpretó “Magia blanca” y “Jamás te olvidaré”, entre otras canciones que popularizó en aquellos años. Posteriormente se unió a Libeth cantando a dúo “Para decir adiós”, quien inmediatamente quedó sola para ganar elogios con “Al ver que te me vas”, “Si supieras” y “Soñando con Puerto Rico” (de Bobby Capó).

Como ocurría en las presentaciones de “La Dama de la Canción” no podía faltar el momento de resaltar el orgullo patrio. En el cierre del espectáculo “Homenaje a Carmita Jiménez”, Libeth Avilés empezó a hinchar el corazón del público con “Lamento Borincano”, Carmín Vega hizo lo propio con “Bello amanecer” y Chucho Avellanet completó con “De ahí vengo yo”. El recinto se paralizó al todos unir sus voces en “Yo habito una Tierra Luz”, respaldados por un ballet folclórico e imágenes de Carmita Jiménez en la pantalla.
Fue un cierre mágico para un concierto ambicioso y bien logrado donde, una vez más se probó que el recuerdo de Carmita Jiménez sigue latente en el corazón de su pueblo. ¡Aplausos!