Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El sentimiento, añoranza y raíces musicales del saxofonista y compositor cubano Luis Deniz están plasmados fuertemente en su primer proyecto discográfico como solista titulado ‘El tinajón’. La producción es un banquete donde la rica tradición rítmica de su Camagüey, Cuba queda al descubierto y converge de forma extraordinaria con su pasión por el jazz.
Nostálgico, emocionalmente complejo y modelado con una poderosa improvisación, ‘El tinajón’, es un acertado comienzo como líder, que rinde homenaje a sus comienzos. Aborda el jazz con la sensación de añoranza, conservando la identidad afroantillana. Las composiciones originales que legó para el trabajo abordan sus experiencias de emigrar desde Cuba; sin olvidar claramente quién es, ni de dónde viene.

“Este disco está sujetado a mis raíces cubanas, las que mezclo con el jazz. Quería comenzar así, un disco mío para el mundo. No había grabado como solista porque sentía que no estaba listo para grabar ese primer disco… Pensaba que debía seguir tocando con más gente para ganar mayor experiencia”, detalló humildemente Luis Deniz.
“Sentía que estaba todavía en etapa de desarrollo y no es que ya me sienta listo, sino, que se me acaba el tiempo. Si no lo hago ahora…. ¿Cuándo? Es ofrecer la expresión más honesta de quién soy, y de dónde vengo. Un lugar interesante. Muy español, pero al mismo tiempo bien afrocubano en el sentido de la provincia. Donde fui a la escuela de música y el lugar donde el tinajón es la insignia”, destacó el músico radicado en Toronto desde 2004.
El tinajón es el nombre de una vasija de barro llevada a Cuba por los españoles a principios del siglo XVI. Originalmente se usaba para recolectar agua de lluvia en los patios abiertos de estilo español. Y con el pasar del tiempo se convirtió en la marca registrada de la provincia de Camagüey.
“Soy de un pueblo pequeño que se llama Florida que está a 35-40 kilómetros de Camagüey. Como dato curioso, hay dos centrales azucareras en el mismo pueblo; y en las décadas de 1940 y 1950 la época de zafra atrajo mucha gente afrocubana que trabajó en los puertos de Matanzas… Esas personas, realmente mantuvieron la cultura afrocubana yoruba, abacuá, lucumí… Una influencia fuertísima afrocubana. Y eso, fue lo que quise mezclar en el disco. La visión más honesta de quien soy”, explicó Deniz, compositor de todos los temas de la producción discográfica.
El saxofonista es miembro de la facultad en Humber College de Toronto, mantiene relación educativa con la Universidad de Toronto e instruye de forma privada a estudiantes. Su llegada a Toronto vía Cuba, fue una de grandes bendiciones, porque se topó una comunidad cubana de grandes amigos que conocía y que estudiaron con él, en la más grande de las Antillas.
“Mi formación musical fue totalmente en Cuba. Comencé a los 10 años en una escuela vocacional de arte para el saxofón. Eso fue desde quinto al noveno grado. Después fui a la Escuela Profesional de Música; y posteriormente, hice una transferencia a La Habana con el interés grande de tocar jazz”, recordó el músico que no olvida su participación junto a su amigo cubano, el pianista Hilario Durán y su big band en el proyecto ‘From the Hearth’ que ganó el Premio Juno –en Canadá, equivalente a lo que es el Grammy en Estados Unidos- con invitados de lujo como Paquito D’ Rivera y Horacio ‘el negro’ Hernández. El disco también logró una nominación para el Grammy.

“Todos los temas son música original. Ahora es que estoy entrando de manera más agresiva a lo que es la composición. Estaba enfocado en perfeccionar el estilo de tocar… Estos temas los trabajé con arreglos para que fueran un vehículo hacia la improvisación. Lo que es la esencia del jazz. Que permitiera a los músicos y a mí, a transmitir emociones”, comentó.
Los cómplices de Deniz en este proyecto son: Rafael Zaldivar (piano), Roberto Occhipinti (bajo), Amhed Mitchel (batería) y Jorge Luis Torres (percusión), quienes brindan aportaciones e improvisaciones excelentes y aportan con su trayectoria y experiencia grandemente al disco.
“Zaldivar es de mi mismo pueblo. Fuimos a la escuela juntos y es un gran profesor de una universidad de jazz en Quebec. Yo estando tan lejos de Cuba, es importante tener una persona cercana a mí. Bien cercano, lo más cercano a un hermano. Amhed, también lo conozco desde hace tiempo. Participé en las dos producciones que tiene, es genial. Además, trabajó la mezcla del CD. Aportó grandes ideas al momento de la producción. Roberto es canadiense y está involucrado por muchos años con músicos cubanos. Tiene una relación muy cercana con Dafnis Prieto (baterista cubano) con quien he trabajado mucho a través de él. Hemos realizados giras y grabado discos. Su disquera es Modika Music, sello que publicó mi disco. Gran mentor y responsable de múltiples oportunidades importantes que he recibido en mi vida. Y Jorge Luis es un músico súper versátil. De los percusionistas más impresionantes que he visto por sus conocimientos y sensibilidad. Un excelente percusionista de los sonidos afrocubanos”, detalló con palabras de elogios para cada uno de los colaboradores en su disco.
El proyecto inicia con ‘Reflexiones’ un armonioso dueto entre Deniz y la percusión, que se forma una conversación y meditación sobre abakúa. El saxofón elabora un sonido claro y limpio; mientras la percusión transita entre los ritmos afrocubanos. Una excelente partida.
La fuerte influencia cubana no baja la intensidad y sonoridad de Deniz, que junto a un solo espectacular del bajista Occhipinti, logran deleitar en ‘La Ceiba de Mayuya’.
“Ese tema es un homenaje a un barrio de mi pueblo del mismo nombre. Ese pueblo es un verdadero faro de las prácticas musicales y religiosas afrocubanas. Este habría sido el lugar donde experimenté por primera vez una poderosa ceremonia yoruba y vi por primera vez tocar los tambores batá. Cada vez que pensaba en este lugar y en las ceremonias en las que participaba, me venía a la mente John Coltrane”, recordó el músico.
El estilo del saxofonista es definido y deleita a través de todas las piezas. De igual modo, cada uno de los acompañantes se destaca y nutren la grabación de forma genial.
‘Rumba para Camagüey, ‘Entre dos ideas’, ‘Conga para Florida’ y ‘Bolero’ son algunas de las piezas que engalanan la producción del jazzista que dijo, admira los trabajos que realizan los saxofonistas boricuas Miguel Zenón y David Sánchez.
“Me gusta la proyección y trabajos que hacen con sus raíces musicales. Cómo enlazan el jazz con plena, bomba y otros géneros boricuas. Por cierto, me encantaría ir a Puerto Rico, hay tanto que me gustaría aprender. Ojalá que pronto se me dé esa oportunidad”, concluyó diciendo entusiasmado.