Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Julio Ramos conoce a la perfección los recursos histriónicos de la experimentada actriz Marian Pabón, porque ha compartido escena con ella en varias producciones cómicas pero, sobre todo, la ha dirigido también en drama en distintas piezas que ella ha escrito.
La obra “Éter”, en cartelera del 13 al 15 de mayo en el Teatro Victoria Espinosa en Santurce -como parte del Festival de Teatro Puertorriqueño e Internacional del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP)- los enfrenta a un gran reto. Es la primera vez que ambos encaran una obra dramática que Ramos también dirige. En comedias habían intervenido juntos en varios proyectos del colectivo El Corillo en el café teatro Punto Fijo (como “Ciberamor” y “La Depre”, entre muchísimas otros). Ramos actuaba y dirigía. Ambos participaron, además, en la película “Broche de oro”. En los proyectos dramáticos de teatro “Esperando tu regreso” y “Medea” escritos por Pabón, él la dirigió.

-¿Cuándo trabajaron juntos por primera vez?, indagamos.
-“Hace 11 años en el Festival de Teatro del Tercer Amor (en Teatro Coribantes), Jimmy Navarro escribió la obra ‘Me sacaste del clóset y ya te vas’ con Marian, Zoribel Fonalledas y Wanda Sais; yo dirigí”.
-¿Cómo es Marian Pabón como compañera de escena?
-“Es estupendo uno actuar con ella porque está al lado de una gran artista, no hay duda. Marian es una de las grandes actrices de Puerto Rico de todos los tiempos”, resaltó.
-¿Se amedrenta un novel actor o de menos experiencia cuando participa en el mismo proyecto con Marian Pabón ?
-“Tendría que ver con la inseguridad del actor. Ella es muy buena compañera y no hace nada para amedrentar. Ella solamente actúa lo mejor que puede, que es mucho, y a uno no lo queda de otra que actuar bien también… Marian está muy alerta en escena. Está pendiente de todo lo que ocurre y si pasa cualquier cosa o brincan líneas o hay un error, por su experiencia tiene la capacidad para poder empatar, darle pa’ lante o para atrás, para repetir, para ayudarte y tirarte la línea y que empate con la suya. ¡Es una actriz muy experimentada!”, abundó.
-¿Hay diferencia entre la actriz dramática y la actriz de comedia?, insistimos.
-“Sí… Lo que pasa es que como actriz cómica hay algo que es difícil de enseñarlo, uno la tiene que aprender o lo tiene por naturaleza, que es el ‘timing’. Por eso no mucha gente puede ser bueno haciendo comedia. Ella tiene ese ritmo muy bien cuadrado por su experiencia en teatro, televisión y cine. Si uno es listo, lo que hace es aprender de todas esas destrezas de Marian”.
-¿Cuál de los trabajos de Marian te ha impresionado más?
-“El monólogo ‘Esperando tu regreso’ que fue un gran trabajo, hermoso , profundo y muy completo. Marian cantaba y hacía varios personajes, inclusive hablaba con varios en escena. Ella cambiaba la voz, lo que era complicado. Fue un trabajo estupendo… Tuvo excelentes críticas de todo el mundo… Otro trabajo fue ‘Medea’ por ser muy intenso al ser una tragedia. Había un desnudo y contaba con escenas muy desgarradoras cuando ella mata a los hijos. Esa escena yo la monté como director y cuando la veía se me salían las lágrimas. La vi como 40 veces…Por vengarse de la infidelidad de ‘Jasón’, ella mata a los hijos”.
Se adentra en ‘Eter’ –
Esta vez Julio Ramos actúa y dirige a Marian Pabón en la obra dramática “Éter”.

Mencionó que desde que la artista comenzó a escribir “Éter” fue compartiendo con él hacía dónde llevaba el texto. Este le hizo alguna recomendación con plena confianza por ambos tener una entrañable amistad. Sobre el particular, Ramos dijo a nivel general -aunque usando como ejemplo esta propuesta teatral- que “muchas veces el autor escribe una obra para ser leída, pero el teatro es vivo. En este caso, estamos tratando de hacer un montaje que a nivel plástico es un poco más experimental, pero a nivel de diálogo y actuación es totalmente realista. Muchas veces como está escrita la oración no necesariamente (se expresa) una familia puertorriqueña humilde y de poca escolaridad de Salinas, Guayama u Orocovis… (interrumpió) Ese tipo de arreglo en el diálogo para que suene más coloquial, de cómo hablan los puertorriqueños, nos ayuda a darle mucho realismo a la pieza”.
“Éter” fue escrita en 2019, porque subiría a escena en 2020, pero su estreno se detuvo por la pandemia del Covid-19 que obligó al cierre de las salas de teatro…. Luego, al conocer del Festival del ICP del año en curso se sometió y fue seleccionada.
Julio Ramos destacó la relevancia del tema de la obra porque “es terrible la cantidad de violencia que tenemos en el país. Y, obviamente, la violencia en la casa es muy importante. No es lo mismo la violencia en la calle, en los puntos (de droga), que la violencia en la casa. Lo vimos en la pandemia y lo dijeron hasta los psicólogos que hubo maltrato violento hacia los niños, los ancianos, las mujeres y los animales. Esta obra se escribió antes de la pandemia; ese maltrato viene del patriarcado… ¿Para qué recrear un tema que ya sabemos que existe? No lo estamos haciendo por puro placer, sino porque en el teatro no tienes que dar la solución, puedes mostrar un problema y que el público se dé cuenta y uno espera que reaccione… El maltrato psicológico es totalmente castrante para la mujer, para todo el mundo”.
Describió que su personaje de “Azael” está en silla de ruedas cuando inicia la obra. “Era un guardia penal y estaba acostumbrado a trabajar con criminales, con gente confinada, que uno pensaría es lo peor. Por un accidente más adelante en su vida está en silla de ruedas. Al principio uno le tiene compasión por estar en silla de ruedas y tiene paraplejía, solo puede mover bien un brazo y la cabeza, no mueve las piernas. El depende de ‘Soledad’ (Marian Pabón) para todo: para la comida, bañarlo, vestirlo, para todo. En el transcurso de la obra vemos que aún estando en silla de ruedas sigue siendo un hombre maltratante”.
Dado el dramatismo de la producción en la que interviene como actor, Julio Ramos cuenta con la colaboración del joven director Edgardo Soto, de Puerto Rico Theater Lab, quien posee una maestría de Londres y estudió, también, en la Universidad de Puerto Rico.
La obra requiere de un actor que tenga pleno dominio del cuerpo y por Julio Ramos ser un gran mimo, Marian Pabón necesitaba un actor de su calibre que sepa controlar los movimientos. Soto se unió en calidad de codirector.