Por Vicente Toledo Rohena
Fundación Nacional para la Cultura Popular
El grupo Spyro Gyra a través del tiempo ha logrado una penetración magnífica en los aficionados del jazz fusión o más contemporáneo por su versatilidad al imprimir elementos latinos, funk, tradicional, rock y otras vertientes. La magia de su música va más allá del género al cautivar fanaticada por el sensacional sonido del saxofón, sus teclados y energía cautivadora. Temas originales son la identidad y clave para dar forma a un estilo particular que sencillamente embrujó musicalmente a sus seguidores.

Mi descubrimiento de Spyro Gyra surgió en los años de escuela superior y posteriormente, en la época universitaria, tras la desilusión por la llegada de la salsa romántica o monga. Periodo de cadencia y creatividad salsera que se dio en momentos donde las grandes disqueras tenían como objetivo acabar con el imperio Fania. Este tiempo me brindó la oportunidad de ver el jazz como alternativa real a mis inquietudes musicales. Spyro Gyra se convirtió en pieza fundamental para explorar más el género, y dar marcha atrás, para estudiar a pioneros como Louis Armstrong, Duke Ellington y Miles Davis. Naturalmente, conocía las aportaciones de Tito Puente, Ray Barretto, Eddie Pamieri y Mongo Santamaría, pero me di la oportunidad a una mayor amplitud musical.
Tras el disco, ‘Incognito’ (1982) producción donde aparece el éxito ‘Old San Juan’, tema original del líder y saxofonista Jay Beckenstein dedicado a nuestra Ciudad Capital, el mensaje sonoro del grupo recibió mi atención.

Los que asistieron a la noche inaugural del MasterCard JazzFest ’22, se deleitaron de una presentación espectacular del grupo norteamericano que mantuvieron al filo de la silla a los cientos de fanáticos que disfrutaron de la participación de los exponentes de éxitos como ‘Morning Dance’, ‘Shaker Song’ y ‘Cayo Hueso’ por mencionar algunos. La nostalgia, buena música, retrospección y oasis musical se fundió para una gran noche, donde brilló también, la participación de Charlie Sepúlveda y The Turnaround junto a los invitados Néstor Torres, Miguel Zenón, Steve Turre, Randy Brecker y Natalia Mercado.
Durante la maravillosa velada, el saxofonista expresó agradecimiento por el respaldo de Puerto Rico a Spyro Gyra por más de cuatro décadas y cómo lograron cautivar al pueblo nacional con su música. Se entregaron de corazón y lograron un rico manjar melódico. El grupo cuenta con un apoyo y tradición fiel de seguidores que han disfrutado y continúan disfrutando de sus discos y múltiples conciertos que han ofrecido en Puerto Rico.

Beckenstein (saxofón, compositor arreglista), Tom Schuman (teclados, compositor, arreglista), Julio Fernández (guitarra), Scott Ambush (bajo) y Lionel Cordew (batería) formaron parte del quinteto que por muchos años s destacó como septeto, con integrantes como Dave Samuels (marimba, xilófono y drones de acero) que falleció en 2019; o exmiembros de la banda que aportaron grandes contribuciones como el bajista boricua Oskar Cartaya y el percusionista Manolo Badrena, entre otros.
Spyro Gyra se organizó en Búfalo a mediados de los años 1970 y cuenta con más de 25 producciones discográficas, 10 millones de copias vendidas y un recorrido mágico por diversos rincones del mundo. El estilo de la banda combina jazz con elementos de R&B, funk y pop. Con la excepción del líder de la banda, Beckenstein, y del teclista Tom Schuman, los músico han cambiado naturalmente con el pasar de los años. El guitarrista Fernández ha permanecido en el grupo por muchos años, colaborando incluso, como compositor. El primer disco del grupo salió de manera independiente a finales de 1977 y reeditado por Amherst Records y con una nueva portada más tarde en 1978. Algunas de sus producciones discográficas son: ‘Spyro Gyra’, ‘Morning Dance’, ‘Carnaval’, ‘Freetime’, ‘Incognito’, y más reciente, ‘Vinyl Tap’ (2019).