Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El café teatro Punto Fijo en el Centro de Bellas Artes de Santurce ha sido el escenario perfecto para la cantante Jacqueline Capó presentarse bajo el concepto “Miércoles de bohemia y punto…”, que se realiza cada semana con un tema en particular. Las puertas abren a las 6:30 de la tarde, pero el espectáculo arranca a las 8:30 de la noche, culminando a las 10:00.

Esa travesía musical inició el pasado 2 de febrero con “Canto a mis memorias” con las melodías que, dijo Capó, “me han hecho quien soy. Las canciones que me gustan, que son parte de mi historia…”.
Jacqueline Capó aclaró que “este concepto musical comenzó con Josy Latorre con la presentación en Punto Fijo de ‘Por amor al arte’, gratis al público, porque ella tenía muchos deseos de cantar. Me parece que estuvo cuatro años…Ella escogía temas y llevaba invitados. El concepto era con entrada libre, pero el público aportaba su donativo como agradecimiento”.
La hija del inolvidable compositor Bobby Capó explicó que “todas las semanas he tenido un tema diferente, como balada de los años ’70, composiciones de mujeres, ‘Amor a lo Divino’ -con éxitos de cantantes de música popular que habían interpretado algún tema espiritual y algunas con la palabra Dios, el Cielo, la Gloria- música de trío y homenaje a las divas”.
Ya Jacqueline comenzó a tener, también, invitados especiales en el espectáculo, como el cantante y guitarrista Rafa Taboas y el intérprete Edgardo Huertas.
Mañana miércoles 25 de mayo será dedicado a compositores mexicanos, mientras el 1 de junio estará como invitado el artista Julio Enrique Court.

-Con una vasta trayectoria como la suya, ¿cómo describe su evolución en este concepto de bohemia en Punto Fijo?
-“Ha sido un reto muy grande. Yo fui invitada de Josy en dos ocasiones. Ella desarrolló este concepto muy bien. Al llegar la pandemia todo se paralizó. Cuando vino la reapertura, ya Josy tenía otros proyectos, pero el público que asistía estaba llamando a Punto Fijo para preguntar cuándo regresaban las bohemias. Angel Noel (dueño de Punto Fijo) me llamó para preguntarme si yo estaba interesada en hacerlo. Es un riesgo, una aventura, porque uno nunca sabe si habrá ganancias o no… Yo tenía muchos deseos de volver a cantar y tener contacto directo con el público. Hacer este tipo de presentación requiere que estés con las personas frente a ti. Esto no es la cantante en una tarima lejos y el público en otro lado. ¡No! De hecho, soy el tipo de persona que me bajo y me siento en la mesa a cantarle a la gente… Soy muy espontánea en ese sentido. Eso no me preocupaba, porque tengo a Alfredo Rivera, quien me acompaña en el piano y me dijo, ‘vamos a hacerlo’. Él ha sido muy solidario. En términos personales, ha sido de mucho crecimiento, porque para uno mantener un público atento todas las semanas y desarrollar diferentes temas… (interrumpió) Tengo un repertorio bien amplio, pero lo he tenido que ampliar más todavía. ¡Uno crece! Eso me encanta porque te obliga a salir de tu zona de confort en muchos sentidos”, abundó.
Comentó que el público puede hacer sus peticiones, entre las que sobresalen las canciones de Bobby Capó… En otras ocasiones, Jacqueline se aprende algún tema para complacer a los asistentes la semana siguiente.

-¿Cómo se cultiva a nivel musical una cantante con su trayectoria?
-“Yo escucho música todo el tiempo. No solamente por el repertorio, es para aprender de otros intérpretes. Uno tiene que seguir aprendiendo, seguir escuchando, ver conciertos, aprender de otros compañeros. Eso para mí es lo más importa”, manifestó.
-¿Todos los géneros musicales aportan…?, indagamos.
-“Te puede gustar o no… Hay muchos géneros que no son necesariamente de mi agrado, pero sería un error no escuchar lo que la nueva generación está escuchando. No es que yo salga a comprar la música, pero hay que estar al tanto y tratar de entender por qué, cuál es el atractivo… Hay que estar al día. Yo no soy fanática del reguetón, no soy fanática del trap. Me gusta mucho la música romántica, pero soy una intérprete de salsa, de todo tipo de música. Como parte de mi formación, yo trabajaba en hoteles. Cuando cantas en un hotel debes tener un repertorio bien amplio. Si me das a escoger siempre me voy a inclinar por un lado. Pero para el crecimiento personal, uno debe estar al tanto de lo que está pasando en la música. Eso lo aprendí de mi señor padre, Bobby Capó. Él escuchaba todo. Él sabía todo lo que estaba pasando. Cuando murió en 1989 ya tenía una composición que nunca salió que incluía un poco de rap”, reveló.
El centenario de Bobby Capó –
Jacqueline Capó planificaba hacer un megaconcierto por el centenario de su padre, en el Centro de Convenciones de Coamo, pero no se pudo por todo lo relacionado con la emergencia global de salud pública. Como sería muy cuesta arriba el proceso de planificación, pues la producción tomó la decisión de llevar mini conciertos alrededor de la Isla para hacerlo más accesible todo el mundo.
“Empezamos en Ponce. Estoy trabajando ahora Caguas. Definitivamente, en Coamo se hará en julio junto con la (conmemoración) de la fundación del pueblo. El alcalde de Coamo (Juan Carlos García Padilla) siempre ha sido sumamente solidario con todo lo que tenga que ver con Bobby Capó. En agosto tendré otro en Punto Fijo (Santurce). Todo se irá anunciando según vayan surgiendo las opciones”, indicó.
De otras figuras querer realizar tributos a Bobby Capó por su centenario, la familia espera que se lo informen. “La música de mi papá está registrada. Si grabas un número o lo usas para una promoción hay que pagar regalía. Eso no me corresponde a mí, eso va directo con la disquera… Pero, por cuestión de referencia, si vas a usar el nombre de mi padre para lucro deberían comunicarse. Yo no voy a decir que no…”, culminó diciendo.