Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Teatro en 15 en el Viejo San Juan fue el escenario inicial de esta historia. El título en cartelera lo era “Feliz NaviBeach” del dramaturgo Joselo Arroyo. Y aunque nuestros planes de reseñar la obra fueron frustrados por Omicron – ¡sí, el mismo que hasta parece un nombre de villano en una saga de ciencia ficción! – no deja de ser relevante lo que allí se presentó en escena… y la secuela que surge en una conversación con el autor.
Un texto ingenioso como propuesta teatral –
“Feliz NaviBeach” es una secuela, de lo que puede ser una muy efectiva serie, que comenzó en septiembre con el estreno de “B.E.A.C.H”. Los personajes, Morgan y Lamar, tienen todo el encanto, la fuerza y la pertinencia para que deseemos seguir enterándonos de lo que va a pasar.

Nos dijo el autor: “Todo surgió cuando la primera convocatoria de Teatro en 15, la actriz y productora Blanca Lisette fue a una reunión con el administrador, Antonio Morales, y le explicaron el concepto. Cuando salió de la reunión, Blanca Lisette me llamó y me contó. También me habló del presupuesto. Me entusiasmé de inmediato y le dije: Tú, produces, yo escribo y dirijo, y los dos actuamos”.
Joselo Arroyo y Blanca Lisette están unidos, más allá del trabajo, en una linda amistad. El artista ha estado ligado a su amiga, desde que comenzó a funcionar la compañía que ella fundó, Alfonsina, Inc. Ha trabajado con ella, como escenógrafo, como director, como actor y como dramaturgo.
Cambiar o descartar lo que funciona no es un buen negocio. De modo que Joselo y Blanca Lisette se reunieron una vez más para hablar de lo que iban a hacer. Estaban seguros que deseaban hacer una comedia y que tenía que ser entre ellos dos, pero no tenían idea de más. Exploraron relaciones, edad, objetivos. Concluyeron que la trama debía tratarse sobre un matrimonio de la edad de ambos. Dado el espacio pequeño, la escenografía no se podía complicar. Joselo lo pensó y le llevó su propuesta a su compañera actriz: Serían un matrimonio que cumple 30 años de casados, y dada la pandemia, aun a pesar de que a la esposa insiste en viajar, el esposo, que le tiene terror al Covid, la convence de ir a un espacio virtual, donde tendrán una experiencia cercana a la realidad, libre de todo contagio.
“Me pareció importante incluir el asunto de pandemia, porque es quiero que conste en mi dramaturgia. Es parte del legado, del compromiso que uno tiene”, explicó Joselo, quien abundó diciendo que el verdadero protagonista de la obra es el espacio de inteligencia artificial: “Tenía que tener un nombre, como lo tienen Alexa, Siri, Cortana. Surgió Beach (playa en inglés) porque veníamos del verano y celebrar un aniversario de bodas en la playa era perfecto para la temporada en Teatro en 15. Había también que jugar con las siglas, de modo que B.E.A.C.H. son las siglas de “brillante experiencia artificial holográfica”.
Para el dramaturgo, cada cosa que integra su teatro, tiene un profundo significado, que está muy bien pensado. Ya que se trataba de playa, buscó nombres ligados a lo acuático. Para el personaje masculino seleccionó Lamar, nombre francés que significa “del mar”. Para ella, escogió Morgan, que significa “océano” en antiguo galés. Luego, estableció las profesiones. Lamar es arquitecto, Morgan es profesora de literatura en una universidad. La familia necesitaba un apellido, así que ellos son “los Pacífico”.

Mientras transcurren los 15 minutos de duración de B.E.A.C.H., vamos descubriendo el sitio a la vez que, como público, funcionamos como hologramas, lo cual es muy divertido. La pareja establece tener dos hijos, niña y niño, independientes y profesionales, que viven fuera del país. La chica, se llama Morgan Azul y le dicen Zully. El nombre del chico es Hidro Neptuno. En determinado momento, el sistema de B.E.A.C.H. se entrelaza con los teléfonos de Morgan y de Lamar, y nos vamos enterando de intimidades de cada uno de ellos, a la vez que se enteran respectivamente de las intimidades del otro. El pico del enredo se forma cuando B.E.A.C.H. informa que acaba de recibir una notificación que indica que la prueba de embarazo de Morgan dio positivo. Lamar se pone furioso, dado que él se hizo una vasectomía, el hijo no puede ser de él. El equívoco se aclara cuando B.E.A.C.H. dice el nombre completo de la futura mamá: Morgan Azul, la hija mayor del matrimonio, va a tener una niña que se llamará Actimia. Al descubrir que van a ser abuelos, Morgan y Lamar olvidan todos los males del mundo.
“Feliz NaviBeach” es la segunda aventura de Morgan y Lamar en la “brillante experiencia artificial holográfica”. Sobre el camino para llegar a esta segunda entrega, nos dijo Joselo Arroyo: “Cuando hicimos la primera obra, nos divertimos mucho. El público la disfrutó. Los jóvenes se reían de ‘lo malos que son los viejos con la tecnología’, y los menos jóvenes se podían identificar. Muchas personas se nos acercaron para decirnos que había mucho potencial en los personajes. Por esa y otras razones, evaluamos hacer una segunda parte. Y cuando nos enteramos que la convocatoria de Teatro en 15 para diciembre era la Navidad, entendimos que era el momento. Hasta ahora, es el único proyecto que ha hecho una segunda parte en Teatro en 15. Los personajes están depurados y entendemos que la segunda puesta en escena superó la primera”.
En efecto, “Feliz NaviBeach resultó en una puesta en escena más madura que B.E.A.C.H. El sitio virtual está mejor definido como personaje y las interacciones con el público (hologramas) son más directas. Las reglas del juego son las mismas. Morgan y Lamar regresan para sus vacaciones de invierno al mismo sitio. El objetivo en esta ocasión es tomarse la consabida foto en pijama con sus hijos Zully e Hidro. Como los hijos viven fuera de Puerto Rico, se comunican a través de una plataforma cibernética y la foto se hace posible. Pero los teléfonos de Morgan y Lamar se vuelven a conectar al sistema virtual. Zully es informada que acaba de llegar un paquete para Marlin. Todos piensan que Zully y su compañero Indigo terminaron y que Marlin es el verdadero padre la Actimia, la niña que está por nacer. De inmediato, Zully aclara que descubrió va a tener gemelos y Marlin es el nombre del hermanito que comparte su barriguita con la nena.
Los créditos actorales de “Feliz NaviBeach” están repartidos entre Joselo Arroyo y Blanca Lisette, ya que él también interpreta a la hija Morgan Azul y ella también interpreta al hijo, Hidro. Las fotografías, grabación y edición de videos y arte publicitario son de José Brocco, el arte para las redes y redes sociales es de Alexandra Liz Cedeño. La grabación del audio es de Chenan Martínez. El diseño de luces es de Valeria Vélez.
Teatro en 15 recesó con lo de los contagios en diciembre, y anunció recientemente que volverá a abrir en febrero, con el tema del amor y la amistad y Joselo manifiesta querer regresar en el futuro.
Reflexiones de un dramaturgo en tiempos de pandemia –
Aunque fue duro y triste tener que detener las funciones en diciembre, Joselo manifestó que siempre entendió como posibilidad un posible cierre: “El que hace teatro en Puerto Rico sabe que vive en montaña rusa perenne. Desde el huracán María ha sido cada vez más complicado retomar. Cuando todo empieza a perfilarse, ocurre algo. Terremotos. Pandemia. Sistema de energía eléctrica nefasto. Esas catástrofes detienen el aspecto artístico, y personal. Si no trabajas no llega el sustento. El teatro no es solamente la obra que ves, hay todo un andamiaje de muchos profesionales envueltos. La base es mucho más sólida. Todo eso se altera al no tener la exposición. Hay proyectos que pueden ser costo efectivos, pero otros no. Es bien complicado financiar un proyecto en la pandemia. Por supuesto, se entiende lo que está ocurriendo. En poco tiempo, el virus se modifica, la pandemia cambia. Pero el tiempo de producción no es proporcional a esos cambios. Una producción requiere mucho tiempo. Se planean las cosas para tal o cual fecha, y de repente, hay que posponer los proyectos, a veces, hay que cancelar”.

Joselo, quien durante la pandemia se ha mantenido trabajando como profesor en un colegio privado, confiesa haber estado ocupado con su marca exclusiva de prendas Ruscello. También fue uno de los libretistas del programa de televisión educativo, producido por Jhosean Calderas, que tuvo tres temporadas por WIPR TV, “Lab Six”, y dirigió una obra en TeatroZoom para el Festival de Monólogos Rojos producido por Anamín Santiago para el Comando Teatral Alfonso Beal.
Sobre esta última experiencia, nos dijo con entusiasmo: “Desde que empezó la pandemia que tuvo auge la modalidad virtual, hubo opiniones encontradas. Yo nunca entendí que el teatro on line fuera a sustituir el teatro convencional. Lo entendí como una nueva ventana para hacer arte. Y es positivo, porque la cuestión virtual te expande a un nivel mundial. “El cuerpo perfecto” de Eve Ensler, fue la primera obra que dirigí en Teatro Zoom. Interpretó el personaje Linette Salas, con quien he trabajado en ocasiones anteriores. Hicimos una versión corta de la obra. Yo no tenía idea de la cantidad de cosas que se pueden hacer por Zoom. El medio es perfecto para explorar estéticas, para relacionarte con cosas que nunca habías considerado, para innovar. Los Monólogos Rojos fueron un bálsamo creativo. Me enamoré de ese festival”.
En cuanto a sus planes y visión del futuro inmediato en el teatro, Joselo Arroyo manifestó, para finalizar: “En estos momentos estoy, como todos, a la expectativa. Retomé la escritura, y estoy elaborando un tema sobre el arte luego de una pandemia, o sea, lo que podría ocurrir, cómo podría ocurrir, y cómo evoluciona con las condiciones que enfrentamos. Lo estoy gestando, pero, antes de decir más, lo quiero terminar. Me parece que es interesante que ese enfoque esté en mi dramaturgia, porque el teatro es efímero pero el texto, no lo es. En el nivel personal, me siento positivo, porque entiendo que la realidad, tal como la conocíamos, terminó. Las personas se resisten al cambio. Aquel mundo ya no existe. La realidad está llegando a superar la ficción. Lo que no cambia es la permanencia del arte, aunque las condiciones cambien. No me voy a detener”.