Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Es un deleite la convergencia de la literatura y el café. Poder platicar con el escritor yaucano Hiram Sánchez Martínez de su más reciente aventura literaria ‘Ató con cintas sus desnudos huesos’, constituye un momento placentero. Más, cuando se encuentra de pláceme por las distinciones de PEN de Puerto Rico Internacional 2021 al otorgarle el Premio Nacional de Memorias por el libro ‘Quería ser como Charles’; memorias autobiográfica que presenta aspectos importantes de la vida política, social y económica de Puerto Rico durante la década de 1960; y el Premio Nacional de Periodismo: Certamen Literario con la compilación de 85 columnas de valiosa aportación al quehacer jurídico a través del periodismo de opinión.

La novela ‘Ató con cintas sus desnudos huesos’, recorre caminos insospechados, donde se destaca el tema de la necrofilia. Basándose en un poema del colombiano Julio Flórez Roa (1857-1923), musicalizado por el cubano, Alberto Villalón (1882-1955); e interpretado en Puerto Rico por el Trio Los Condes, fue que Martínez conoció por primera vez del bolero ‘Boda negra’, historia de la necrofilia hecha canción.
“Tendría 13 o 14 años, cuando escuché por primera vez el bolero ‘Boda negra’ en una vellonera. Naturalmente, no asistía a negocios porque era menor de edad, pero mi papá frecuentaba uno los domingos en el barrio Collores de Yauco… allí fue donde se crió y jugaba dominó y compartía con sus amigos. Escuchaban discos en la vellonera y yo me quedaba jugando frente al cafetín en compañía de mis primos. Ahí, fue donde conocí del bolero ‘Boda negra’. En ese tiempo, ya, tenía una inquietud por escribir y a partir de esa experiencia, me dije que en algún momento escribiría de esa historia”, narró pausadamente Sánchez Martínez.
La historia quedó plasmada en su mente como si fuera un cuento o novela. Tras jubilarse del trabajo jurídico, tomar la decisión de dedicarse a la literatura y escribir varios libros, se sintió preparado para desarrollar su escrito sobre la historia narrada en el bolero ‘Boda negra’. Se enfrascó en busca de la trama y optó porque la misma se situara en el pueblo de Yauco.
“El pueblo tiene mucha influencia de apellidos corsos, muchos apellidos que terminan en (i), hasta yo, tengo una tatarabuela con apellido corso… tienen una gran influencia y aportación en la cultura de Yauco. Y por ahí giraría todo lo que acontecería en la trama”, explicó pausadamente como fue armando los argumentos para narrar su historia.
Entre la necrofilia, amor, investigación, personajes reales insertados a momentos ficticios, el autor teje un relato extraordinario; donde el protagonista busca e investiga una misteriosa y asombrosa historia de amor que va más allá de la muerte. En el camino, el propio joven protagonista es trastocado por la llama personal del amor.

“Decidí investigar el origen de la canción porque quería ver si tenía algún apoyo con la realidad. Por Internet me entero que era un poema que fue musicalizado como bolero, que además del Trío Los Condes, en Puerto Rico lo grabó Odilio González y muchos otros cantantes en diversos lugares. Indagué mucho sobre la vida del autor del poema, Julio Flórez. Tenía que resolver la trama de la novela, en especial, cómo es que Julio Flórez llega a Puerto Rico, y estando en Puerto Rico se entera de esa historia y a la vez, es que escribe el poema. Claro está, todo en el contexto imaginario de la trama de la novela”.
Los primeros escritos de ‘Ató con cintas sus desnudos huesos’, se iniciaron en 2012. Pero durante esos años, continuaba en la búsqueda por Internet de nueva información sobre el poeta colombiano.
“Un día, conseguí que Julio Flórez había hecho una gira poética en 1907. Visitó Venezuela, Guatemala, El Salvador, Honduras, Cuba y México. Entonces, cuando vi esa gira, dije lo voy a situar visitando a Puerto Rico. Me inventé el viaje a Puerto Rico. En el libro hablo de Alejandro Francechi, de origen corso con buena presencia cultural en el pueblo y hasta su casa, es que voy a llevar a Flórez. Lo que me faltaba era un puertorriqueño que pudiera haber conocido a Flórez, cuando viajaba ocasionalmente a La Habana, Cuba, y que lo trajera a Puerto Rico. Pues quien mejor que José De Diego, también poeta, que culminó sus estudios de leyes en Cuba, luego de iniciarlos en España”, completó su complot imaginario Hiram Sánchez para enlazar los argumentos para la novela.
Se le hizo fácil conectar los hilos con personajes reales, dentro de una trama elaborada, donde Flórez conoce a De Diego, que es, quien lo invita a Puerto Rico. Lo lleva a quedarse en casa de Alejandro Franceschi en Yauco; y estando en Yauco se entera del incidente que luego plasmó en su poema. Un montaje extraordinario del relato.
La novela recoge datos, cuentos y momentos reales que el autor ata de manera genial con la ficción e inventiva. Como dice el editor de Hiram Sánchez, Alberto Medina Carrero en la descripción o explicación del libro: “Sin caer en lo macabro del tema de fondo ni en lo cursi de una novela romántico, el autor, maestro de la ambientación y el detalle psicológico, nos lleva de la mano en una pesquisa por demás interesante y verosímil, que tendrá un desenlace tan agridulce como el amor que se canta en los versos y el bolero inmortal”.
‘Ató con cintas sus desnudos huesos’ es una novela que atrapa, cautiva e intriga de principio a fin, sin dejar caer el interés por la lectura. Sánchez Martínez logró crear un relato encantador de las ideas latentes que tuve en el pensamiento durante años, de aquella canción que escuchó de niño.
Sánchez Martínez se desempeñó como juez del Tribunal Superior y Tribunal de Apelaciones de Puerto Rico. En la Rama Ejecutiva fue asesor del gobernador de Puerto Rico y del Secretario de Justicia. También fue redactor y fotógrafo del semanario La Hora. Es el autor de varios libros, entre los que se encuentran: ‘Cuesta de judíos número 8’, ‘Casi siempre fue abril’, ‘Antonia, tu nombre es historia’, ‘El marido de su amante y otros cuentos’, ‘Quería ser como Charles’ y ‘Raymond Dalmau from Harlem to Puerto Rico’.