Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El veterano intérprete puertorriqueño Chucho Avellanet concibe como muy positivo en su vida el desarrollo de una conciencia ambiental y ecológica.
Durante la pandemia, artísticamente, las oportunidades de trabajo han sido limitadas para Chucho y otros cantantes. Recientemente, regresó a Bellas Artes con el concierto conmemorativo de sus 60 años en la canción. Ahora, aguarda por taller porque siente que aún le resta mucho por aportar.

“Esto de la pandemia se soluciona cooperando todo el mundo; usando las mascarillas y vacunándose. Ya yo tengo las tres vacunas y mi esposa también. Quiero vivir y estar sano que es lo más importante. Lo demás, si no hay dinero no hay dinero, pero cuando uno está sano, se trabaja y aparece el dinero”.
Lejos de resignarse a la falta de taller, el intérprete de “Jamás te olvidaré” aprovecha su tiempo libre en labores de ornato y en dinámicas de alimentación de perros sin hogar.
“También estoy en la conservación de los árboles y en contra del maltrato a los animales. Me da mucha pena que estén deforestando y me da pena que la gente compre un animalito en vez de irlo a adoptar. Tengo una adoptada que ya tiene 14 años. La pobre está coja pero está ahí. La adopté hace ocho años, luego de que la abandonaran”.
Sin mucho ruido, Chucho y su esposa reservan varias horas a la semana para alimentar perros. Cuando encuentran alguno, luego lo ofrecen en adopción.
“Mi esposa y yo hemos rescatado varios. Una vez estuve en el oftalmólogo y encontramos uno que lo llevamos para la casa. Lo pusimos en Facebook y un policía lo fue a buscar. Esas cosas son las que estamos haciendo. No estoy muy activo en esto de estar por ahí rescatando animales. Les damos comida. Siempre llevo potecitos de comida para perros y gatos. Cuando los vemos, les damos comida”.

Otra cruzada del intérprete de “Mil violines” es reforestar áreas urbanas expuestas al desarrollo desmedido. También lo suele hacer lejos de las cámaras.
“Todo el mundo busca una sombra, pero casi todo el mundo corta los árboles. No creo que una construcción amerite que se lleven todos los árboles. En la casa que tuvimos sembramos unos cuantos”.
El recogido de desperdicios sólidos es otra cruzada asumida entusiastamente por Chucho en su tiempo libre.
“Estamos siendo muy irresponsables con la basura. Poca gente va a un zafacón. Veo en los semáforos botellas de cerveza y latas que la gente, abre la puerta, y las deja en la calle. Eso es una irresponsabilidad”.
Chucho advirtió sobre un nuevo tipo de basura: las mascarillas y los guantes de plástico. “Los otros días salí a caminar por otra ruta y ahora la nueva basura es la mascarilla. Debo decir que cuando vayan a botar unas mascarillas deben romper la gomita porque muchas de esas mascarillas van al mar. Hay que romperlas y tirarlas al zafacón”, concluyó el cantante mayagüezano.