Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El mural a su honor que engalana el edificio de T Mobile en San Patricio es un reconocimiento a sus ancestros africanos.
Más allá de la pintura de Betsy Casañas, con la obra dedicada a la folclorista Tata Cepeda se visibiliza una verdad irrefutable: el legado trascendental de África.
Sin África no habría bomba y sin la bomba tampoco existiría Tata, como exponente, instructora, promotora e intérprete.
“A todos nuestros ancestros les dedico este mural. Lo que hago diariamente, lo que soy y lo que amo, eso es precisamente el honrar a nuestros ancestros. La bomba fue su esperanza, su fuerza, su resistencia y su grito de libertad”, dijo Tata a este medio alternativo al solicitársele una reacción a la obra de Betsy Casañas.

Tata desarrolla jóvenes en el baile y el toque de la bomba para que no desaparezca la tradición en medio de un proceso de transculturación inmisericorde, del que no pocos medios corporativos son aliados. La llamada “Mariposa de la Bomba” baila con respeto a la sangre que sus ancestros derramaron en los ingenios azucareros de la Nación. Y el mural, que comunica mandinga y melaza, es una extensión de su respeto a sus mayores.
“No podemos olvidar la terrible historia de todos los seres humanos que fueron arrancados de sus tierras y traídos en contra de su voluntad para ser abusados y maltratados a cambio de enriquecer a los progenitores de su desgracia. Ya no volvieron a ver sus tierras; pero pasaron a ser parte integral de nuestra historia, de lo que somos hoy. El solo pensar en ellos me entrecorta la voz y la respiración, mientras se me estruja el corazón”.
Tata Cepeda es parte de la dinastía Cepeda, estirpe selecta en el cultivo y defensa de la bomba y la plena, con el referente de su tronco, firme e inmortal en la presencia espiritual de don Rafael Cepeda ‘El Patriarca’ y doña Caridad Brenes.
“Agradezco a Dios primero; a Betsy Casañas la muralista, por fijarse en esta servidora; y a los representantes de T Mobile, por dar el visto bueno para la realización del mural. En el seno de mi hogar aprendí a amar mi cultura desde el amor y la responsabilidad. Siempre pensando en nuestros ancestros, pues gracias a ellos hoy podemos disfrutar de la bomba puertorriqueña. Cada día continúo aprendiendo e instruyendo para acercarnos más a esa historia que nos fue perfumada. Debemos conocer nuestra historia para valorarla; amando a nuestro terruño con el corazón, alma y espíritu”.
La folklorista añadió que el mural, incluso, es un homenaje a la mujer afroboricua, linaje de honor y altruismo, con huellas profundas en la cultura, la educación y el arte.
“Estoy orgullosa de ser afrodescendiente y latinoamericana; en fin, una mujer que rinde honor a nuestros ancestros. No miren a Tata Cepeda sino a la mujer, la fuerza, el dolor, el coraje, la esperanza de un mejor mañana y el deseo de seguir luchando para resaltar lo que somos: hermanos puertorriqueños en medio del mar. En una isla hermosa llena amor a pesar del dolor; con mucha esperanza y fe de un nuevo despertar”, concluyó Tata Cepeda al invitar al Pueblo a que visite San Patricio y aprecie la obra de Betsy Casañas.