Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
La entrevista comenzó cuando iba de camino a recortarse para luego asistir al último ensayo de su concierto “La Magia de Chucho” de manera que hoy viernes pudiera descansar lo suficiente y esta noche reencontrarse con su público en la celebración de sus 60 años de trayectoria.
De la mano del experimentado productor Rafo Muñiz, el icónico intérprete Chucho Avellanet regresa a los escenarios tras dos años sin trabajar.
El espectáculo, en que lo acompañará la Orquesta de Quique Talavera, subirá a escena a las 8:30 p.m. en la Sala de Drama René Marqués del Centro de Bellas Artes de Puerto Rico, hoy y mañana sábado 30 de octubre.
Muy feliz con sus 80 años recién cumplidos, el legendario artista mayagüezano celebra la dicha de vivir del oficio de su existencia: cantar, a pesar de la pandemia del Covid-19.
“Llevo dos años sin trabajar y gracias a Dios, he sido conservador con el dinero. Si había que vacunarse, me vacuné y uso mascarilla en todos sitios. Voy a los restaurantes que exigen tener vacuna. Esto es para todos nosotros y coopero con eso y me aferro a eso. Hay que vivir porque tenemos hijos, nietos y un futuro por delante”, dijo Chucho a la revista cultural digital de la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
“La Magia de Chucho” supone un nostálgico recorrido por los éxitos de su trayectoria. No faltarán éxitos de la Nueva Ola, como “Fugitiva”, “Magia blanca” y “Jamás te olvidaré”, y otros como “Mil violines” del clásico “Love & Violins”.
Después de tantas entrevistas, le sugerimos -a manera de esbozar un anecdotario- la evocación de memorias de sus éxitos.
Es decir, las microhistorias detrás de la historia de cada canción.
“A mí me gusta siempre que la gente asista; la gente sabe lo que puede esperar de mí. Lo que hago siempre es un recorrido por toda mi trayectoria; por la mayoría de las canciones que han sido parte de estos 60 años, que las voy a cantar allí”.
Serán dos horas de concierto, con alrededor de 25 canciones. A la pregunta de cuáles son las que mejor lo identifican, Chucho menciona “Magia blanca” y “Jamás te olvidaré” como las más conocidas y que su fiel grey de seguidoras siempre le pide.
“Jamás te olvidaré”, aparte de su letra, entraña un motivo especial: es su versión del éxito “I Can’t Stop Loving You” que Ray Charles popularizó en 1962.
“Es una canción muy buena de Ray y fue la que me sacó de Puerto Rico y me llevó a Sudamérica, desde Venezuela hasta Argentina”.
Otro éxito que evoca gratos recuerdos en Chucho es su versión de “Mil violines” de Jay Livingston y Ray Evans, que fue punta de lanza del aclamado álbum “Love & Violins” que en 1965 grabó en Nueva York con la orquesta de Leroy Holmes, que produjo el clásico “Inolvidable” de Tito Rodríguez.
“En ese disco, cuando empecé con la United Artists, yo escogí todas las canciones. Me las sabía porque las aprendí desde que era niño”, dijo Chucho en alusión a “Así”, “No me quieras tanto”, “Volveré”, “Cuatro vidas”, “Pobre gitana”, “Vanidad”, “Somos diferentes”, “Toda una vida”, “Amar y vivir”, “Condición” y “Olas y arenas”.
“Mil violines, esa en especial, es una versión en inglés de Bob Hope. No sabía que había sido grabada en inglés. Antes la cantaban Los Tres Diamantes y me la aprendí porque mi mamá y mis hermanas la ponían mucho. Yo la sabía y acerté al escogerla porque prácticamente el disco se conoce por esa canción. Nunca la escuché por un solista, sino con un trío. Pero el arreglo de Leroy Holmes para una orquesta de violines con 20 cuerdas y ritmo es insuperable”, recordó Chucho del disco que grabó en solo seis horas (tres el 6 de mayo de 1965 y tres al día siguiente).
El bolero ha sido el género que más ha cultivado Chucho Avellanet. A sugerencias de Alfred D. Herger, como se ha documentado, se acercó exitosamente al rock. “Al principio no me gustaba, pero luego sí. Después que hice los discos de rock con Alfred, me pude bandear en los dos lados: el rock y la balada. La gente me ha encasillado en el bolero porque me crié en eso. En mi casa lo que se escuchaba era la música de tríos”.
Su sexta década en la música lo sorprende cantando en los mismos tonos del pasado. Abordado en torno a si es disciplina o estudio, Chucho reconoce que, ínfimamente, es una combinación de ambas.
“Sinceramente no hago mucho. En realidad hasta yo mismo me sorprendo. No sé cómo está eso ahí”, señala al aludir a su diafragma y cuerdas vocales.
“Claro, tomé clases de canto con Rina de Toledo y hago mis ejercicios para calentar. Es como los atletas: mientras tú te entrenes van a salir las cosas bien. Claro ya no puedo hacer muchas cosas en el escenario. Antes brincaba y ya no corro como cuando tenía 20 años, pero la voz está ahí. Es la que me mantiene con juventud. Además de que quiero vivir y me mantengo con gente joven, con mis hijos y nietos y me gusta hablar con ellos”.
Los boletos para el concierto “La Magia de Chucho” , producción de Rafo Muñiz para Prolat Entertainment, se consiguen en Bellas Artes (787-620-4444) y en www.tcpr.com (787-792-5000).