Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
La danza puertorriqueña brilló en la sala de conciertos Severance Hall en Cleveland; donde el guitarrista, compositor y arreglista Hermelindo Ruiz fue el solista invitado para grabar un vídeo junto a músicos de The Cleveland Orchestra. La pieza seleccionada por el joven guitarrista boricua fue “Ojos de ensueño” del compositor pepiniano, Juan Francisco Acosta (1890-1968). El catálogo del compositor nacido en San Sebastián, incluye más de 1,200 obras inéditas y la mayoría de su trabajo, lamentablemente es desconocido.
“Fui invitado a grabar varios vídeos, y en estos días salió el primero. Recibí la invitación como parte de una residencia artística en la ciudad de Cleveland, Ohio. Surgió la oportunidad de realizar la colaboración junto a músicos de la Cleveland Orchestra, considerada entre las mejores cinco orquestas de Estados Unidos, y por consiguiente, de las mejores del mundo”, narró Hermelindo Ruiz.

El músico, que también nació en San Sebastián –igual que el compositor Juan F. Acosta- rápidamente pensó que sería una excelente oportunidad exponer la danza puertorriqueña, en especial, la música de su compueblano.
“Me invitaron como compositor. Buscaban un compositor joven, latinoamericano y optaron por invitarme. Les dije que si me permitían grabar la danza ‘Ojos de ensueño’, una composición de Acosta. Al principio me dijeron que no, que preferían una obra que fuera original mía, por la situación de los derechos de autor… preferían que la composición fuera de mi autoría. Naturalmente, como compositor me convenía que se tocara mi música, pero creo mucho en la importancia cultural. Por eso dije, sería bueno primero hacer algo de Acosta… Finalmente los convencí y se dio. Les dije vamos hacer la danza de Acosta. Me comprometí en trabajar el asunto de los derechos de autor y realizar el arreglo musical especial para el evento, que decidí fuera para cuatro instrumentos de cuerdas y guitarra”, detalló el músico.
En la espectacular danza ‘Ojos de ensueño’, sobresale como solista Ruiz en la guitarra en compañía de Isabel Trautwein (violín), Emma Shook (violín), Lisa Boyko (viola) y Bryan Dumm (cello). La grabación sonora estuvo a cargo de Elaine Martone, en una producción donde colaboró The Cleveland Orchestra y Cleveland Classical Guitar Society, bajo un proyecto de Cleveland Foundation.
El arreglo e interpretación de Ruiz está extraordinario. La exquisitez de la pieza pasea por lo bello y sublime del género elegante de la danza. La majestuosa salsa de conciertos Severance Hall se engalanó con cada nota de ‘Ojos de ensueño’ donde domina la escena el guitarrista boricua. Una bandera puertorriqueña puede verse en el vídeo al fondo, de manera sublime en contraparte a la bandera de Ohio. Una señal del encuentro cultural entre los dos mundos. Experiencia emocionante que expande nuestra cultura a otros pentagramas y horizontes; donde la danza nacional se vistió de protagonista.

Ruiz creció entre los barrios montañosos de Perchas y Mirabales en San Sebastián. Esos que surcan entre las alturas del bravío campo y el aire fresco.
“Cuando estudiaba en el campo, se veía la danza como un género tan difícil de ejecutar, que muchos me decían, que el día que pudiera tocar la danza puertorriqueña, ese día podía decir que era músico”, recordó mientras soltó una risa.
“En una ocasión, como en el 2006 me pidieron que hiciera un arreglo para la danza ‘Bajo la sombra de un pino’. A mí me encantaban las danzas y quería probarme con el género. La sorpresa más grande fue que cuando hice el arreglo, conocí, que esa pieza la escribió un señor de nombre Juan F. Acosta y me dio curiosidad por las danzas y obras de Acosta. Tengo la dicha de conocer y tener amistad con su familia y poder estudiar toda esa obra. De esa experiencia nació el disco ‘Reviviendo la vida y obra del compositor Juan F. Acosta’ (2014), producción con 10 danzas que seleccioné, además, de publicar un libro de las partituras que están en el CD”, señaló.
Ruiz enfatizó que ser de San Sebastián, igual que Acosta, fue una de las razones por la que tuvo la oportunidad de adentrarse a su obra.
“Cuando entré en 2010 a estudiar la maestría en Yale, salí en la prensa escrita y en los medios de comunicación. Es cuando tengo contacto con la familia de Acosta y acceso a sus partituras y música. Existe un gran número de obras que siguen inéditas, unas 1,200. Entre ellas, hay 756 danzas puertorriqueñas, de las que se conocen como 10 o 12”, dijo el guitarrista que se forjó musicalmente en el Conservatorio de Música de Puerto Rico e hizo una maestría en la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos.

Ruiz ha presentado su talento en varios países y sus composiciones se han interpretado en África, Francia, Australia, China y Rusia, por mencionar algunos.
En 2016 grabó el disco “Vital”, un manjar de composiciones que recorren su trayectoria musical. El compendio de 15 composiciones, obras que se han tocado en los diferentes continentes. La inquietud del músico como compositor. “Vital” fue seleccionado por la Fundación Nacional para la Cultura Popular como una de las mejores producciones discográficas de 2016.
¿Y cómo surgió esa pasión por la guitarra?
“Me había quedado perplejo mirando a un guitarrista tocar en la televisión. De una manera espontánea, mi papá me ofreció que si yo recogía café y reunía la mistad del dinero, él me compraba la guitarra. Tendría como siete u ocho años. Recuerdo en ese tiempo, jugar con la música. Escuchar gran cantidad de música popular y tratar de aprender más sobre música cada día”.
Para disfrutar el vídeo “Ojos de ensueño”: https://youtu.be/MKvWTaWqVXA