Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El productor y director Luis Molina Casanova conoció al actor y periodista puertorriqueño Juan Ortiz Jiménez en “distintos momentos y etapas de su vida”.

Fue en 1977, cuando Molina Casanova tenía 19 años y ya dirigía para televisión, que lo conoció profesionalmente porque publicaba muchos artículos; sí sabía quién era por las películas que había hecho, como “Modesta”, con la División de Educación a la Comunidad.
Luego, el vínculo se afianzó en el lado personal – porque Ortiz Jiménez era socio de Mario Previdi, fundador y editor de la desaparecida revista Teve Guía, y Molina Casanova era novio de su sobrina Rose Mary Previdi, con quien se casó. Ortiz Jiménez dirigía la publicación.
“En una (ocasión) lo invité a que trabajara conmigo en la película ‘Allá viene el temporal’ (su primer docu-drama en el que también participaron José Luis ‘Chavito’ Marrero y Luz María Rondón, entre otros actores), sobre la historia de los huracanes en Puerto Rico. Hizo un papel corto. Te estoy hablando de 1985 más o menos”, indicó, al recordar a Juan Ortiz Jiménez, quien fue un pilar de la radio como locutor, hombre ancla de noticias televisivas y educador, que falleció el pasado 18 de mayo, a los 95 años, en el hogar de cuido donde recibía atención especializada en el área metropolitana.
Rememoró que en medio del rodaje de “Allá viene el temporal”, Ortiz Jiménez sacó tiempo para entrevistarlo. “Iba directo al grano. Tenía como un patrón para entrevistar a la gente. ¡Una fórmula para entrevistar!”, apuntó.

En 1989, antes del huracán Hugo, Luis Molina Casanova le preguntó a don Juan si deseaba interpretar el personaje de “Teyo Gracia”, que antes lo hacía Alberto “Peco” Zayas (de WIPR Radio) para su largometraje “Cuentos de Abelardo”.
“Más que actor, Ortiz Jiménez era una persona disciplinada. ¡Todo un profesional! Fue mi maestro, porque me decía hasta cosas que yo no sabía dentro de la industria del cine. Era muy meticuloso. ¡Maestro de maestros! Me gustó de él que cuando me decía, ‘dame unos minutitos más’ en lo que se memorizaba (el guión), después lo hacía todo de corrido. No gasté ni un pie de más en las películas que realicé con él”, puntualizó con emoción.
Ortiz Jiménez trabajó, además, en “Cuentos para despertar” y “Estampas de Teyo Gracia”, 12 cuentos inéditos de Abelardo Díaz Alfaro, entrelazando cada uno.
El cineasta atesora una grabación de don Juan en la que aparece en la piel de “Teyo Gracia” y después se desdobla en el actor.
Destacó que “de todos los actores con los que he trabajado, Juan Ortiz ha sido el más disciplinado. Se iba a una esquina y leía el libreto, volvía a leerlo. Me preguntaba si podía decir (una línea) en sus palabras sin perder la esencia. Amarraba las cosas de una manera tan extraordinaria… Si algo aprendí de él fue la disciplina que mantenía no solo en su profesión, sino que esperaba en todos los que trabajaban con él”.
Al enterarse de la muerte de Juan Ortiz Jiménez, el director y productor se estremeció. “Me salió un lagrimón bien profundo. Tengo una foto del último día que filmó conmigo, donde estamos los dos abrazados y yo llorando encima de él. Me dijo entonces que no iba a trabajar más en cine ni en televisión, que pensaba retirarse de todo. Le afectó mucho la muerte de su esposa…Le dije que Abelardo había dejado 10 mil cuentos inéditos, que cómo me pensaba dejar, si los iba a hacer él. ¡Se moría de la risa! También, (le comenté), ‘qué voy a hacer con Teyo Gracia, si tú eres la imagen de Abelardo’… ¡Le cogí cariño!”, culminó expresando sobre Juan Ortiz Jiménez.