Por Anilyn Díaz y Javier Santiago
Fundación Nacional para la Cultura Popular
El Gran Parque El Dorado, que por motivos de pandemia se convirtió en la sede del Dorado Drive-in Cinema, sirvió de escenario para la premiere de la película “In The Heights” anoche en Puerto Rico.
DiDi Romero, quien forma parte del elenco de la versión teatral del musical que se presentará en septiembre en el Choliseo, dio la bienvenida y celebró que la obra al fin podrá subir a escena, luego de que la pandemia alterara el curso de su presentación y llevara la industria local del espectáculo a uno de los momentos más críticos en su historia.
La joven actriz, quien ha formado parte de elencos regionales de ”In the Heights” en los Estados Unidos, mencionó haber compartido escenario en Connecticut con el histrión boricua Tony Chiroldes. Y tras unas breves palabras introdujo a Lin-Manuel Miranda, quien asistió al evento en compañía de sus inseparables padres y su familia.
Un emocionado Lin-Manuel saludó al público con su característico tono campechano. Tras los aplausos distantes del recibimiento – por la consabida pandemia – advirtió al público que esta era la primera vez que veía la película en la pantalla grande. “Tenía que esperar. Pero hoy estoy viendo la película con ustedes, en Puerto Rico”, exclamó.
Con una plataforma sencilla, el autocinema de Dorado recibió un grupo exclusivo de visitantes para esta premiere en suelo boricua. Entre los presentes se encontraba el alcalde de este Municipio Autónomo, Hon. Carlos López; artistas como el cantante y actor Juan Pablo Díaz e integrantes del elenco de la obra que se presentará en septiembre en el Choliseo José Miguel Agrelot. “Será un elenco completamente boricua”, advirtió orgulloso Lin-Manuel ante el público presente.
En una noche tropical, entre palmeras que recibían esporádicamente el impacto de la brisa, tal y como la añoraba un nostálgico “Usnavi”, la esperada proyección del filme comenzó para los presentes con un elenco encabezado por Anthony Ramos, Corey Hawkins, Lesley Grace, Melissa Barrera y el veterano actor Jimmy Smits, entre otros.
Bajo el cielo nublado de Dorado el largometraje musical cautivó desde su inicio a los asistentes, sin importar las pequeñas distracciones que atentan contra la concentración de una proyección fílmica en un espacio abierto.
Los aplausos se sucedieron en numerosas ocasiones: al inicio del filme con el tema hip hop de apertura, la aparición de Lin-Manuel en el personaje del piragüero, en la atinada coreografía de los números musicales como “96,000”, “The Club”, inspirado en Vanessa; el multicolor “Carnaval del Barrio” y el romántico “When the Sun Goes Down”, hasta llegar al emotivo “Alabanza”.
La breve aparición de la actriz puertorriqueña Doreen Montalvo, quien fuera parte del elenco original en Broadway y falleciera sorpresivamente en meses pasados, provocó aplausos espontáneos de un sector del público a manera de homenaje póstumo. Igualmente la actuación de Olga Merediz, en su caracterización de la abuela Claudia, recibió el reconocimiento más sonoro de la noche. La proyección de su personaje en transición del mundo físico a la eternidad fue un momento emotivo que provocó lágrimas en muchos de los presentes por la sensibilidad alcanzada.
Ciertamente el filme, dirigido por Jon M. Chu, con guión de la también boricua Quiara Hudges-Alegría, cautivó en su transición del escenario a la pantalla gigante. Si bien el teatro y el cine son dos lenguajes distintos, “In the Heights” mantiene la esencia que lo hizo triunfar en Broadway, ganando el premio Tony como Mejor Musical en el año 2008.
La propuesta cinematográfica reafirma – desde el séptimo arte – la proyección de la idiosincrasia que distingue a la comunidad de Washington Heights; sector niuyorkino marcado por la presencia caribeña – compuesta por dominicanos, puertorriqueños, mexicanos y cubanos. Como fiel retrato artístico, la historia creada para la escena teatral, adquiere una nueva dimensión en este largometraje cumpliendo a cabalidad con el compromiso de alertar el sentido de pertenencia, el respeto a los ancestros y, sobre todo, el valor de la reafirmación de lo que nos hace distintos: la identidad.
Con los aplausos consabidos del cierre, la escena final que corre tras los créditos del largometraje, dan paso a otra muestra del sabor e ingenio de Lin-Manuel como constructor de historias. Y como quien no quiere la cosa, el mensaje es contudente… ¡la piragua le gana a Mr. Softee!
Cabe señalar que la logística del evento, a cargo de las veteranas Tere Miranda e Ilia Arroyo, atinó en su organización y fluyó acorde a los protocolos existentes de COVID-19.
Solo una nota al margen – un tanto pintoresca – podemos añadir… Cercano a nuestro auto había un parroquiano que con la emoción del momento estuvo prácticamente las dos horas de duración del filme cantando línea por línea cada canción. Por suerte el susodicho cantaba con afinación. Así que, tras la resignación, la distracción se convirtió en un eco que parecía añadir dimensión a la banda sonora en proyección.
Con o sin ‘’eco”, “In The Heights” cautivó en su estreno. Y aunque la pandemia haya atrasado su presentación en Puerto Rico, su mensaje llega en el momento en que más lo necesita nuestro pueblo en su historia.
¡Enhorabuena! ¡Paciencia y fe!