Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para Cultura Popular
En siete años que lleva en los medios de comunicación, el telerreportero Guillermo José Torres, hijo, ha demostrado sus quilates por derecho propio, lo que le ha merecido el respeto del pueblo puertorriqueño.

“Ha sido un cambio sí bastante rápido. Creo que eso se debe al hecho de que los medios son totalmente diferentes a lo que eran hace unos 10 o 15 años. Ahora uno debe absorber todo lo que son las nuevas tendencias. En el caso de Wapa TV he tenido la oportunidad de fungir tanto como ancla y ahora más en la calle, realmente era algo que entendía que tenía que suceder. Es lo que más me ha ayudado a crecer en términos de la labor periodística que realizamos diariamente. Tener esa variedad tanto de estar en el set y conocer la dinámica del estudio, como tener la dinámica de la calle es lo que creo que ha ayudado a desarrollarme en lo que es este campo”, afirmó.
Desde un principio, el comunicador vislumbraba tener ambas funciones en el noticiario, pero con un balance. “Cuando los anclas están en el estudio principalmente llevan una trayectoria de muchos años en esta profesión. Eso es como alcanzar otro nivel. En mi caso, obviamente agradecido por la oportunidad de haber estado en ‘Wapa a las cuatro’ y, también, en ‘NotiCentro al amanecer, pero siempre entendí la importancia de tener el contacto con la gente, porque es el desarrollo como periodista y conocer esas historias de primera mano. ¡Me gusta tener ese balance! Si puedo hacer el anclaje, pues perfecto se hace…”, explicó.
Guillermo José Torres puntualizó que respeta todas las asignaciones que le da la Mesa de Redacción.
“Entro a la noticia con el tacto necesario. No puedo decir que hay una que me gusta más que otra. Pero, las más complicadas que se me hacen pudieran ser las de tribunales, porque son discusiones bien técnicas y uno debe hacer un estudio de los términos legales. Pero, igual las cubro…”, admitió.

El periodista dijo, sin reparo alguno, que la noticia con la que más se ha identificado ha sido el caso de las inundaciones en Mayagüez, donde conoció a Penélope (de 14 años) y Cloé (de 10). “Como se origina ese reportaje, nosotros estábamos persiguiendo a la gobernadora Wanda Vázquez Garced en un recorrido que estaba haciendo en Mayagüez. Varias comunidades, como Quebrada Grande, se vieron afectadas, pero esa fue la más que se afectó. Si continuaba siguiendo a la Gobernadora no tendría historia, ahí es que me bajo y nos damos cuenta de la situación de estas niñas. Ellas son las que me reciben y me dicen, ‘vente para que veas lo que pasó con nuestra casa’. Ahí sucede todo lo que la gente conoce… Le damos seguimiento y ellas están muy bien, gracias a Dios. Ahora viven en un apartamento en lo que se compran su casa nueva. Fue emotivo verlas (para la semana de Acción de Gracias), porque era la primera vez que iban a casa de sus abuelos que era donde estaba la casa que se derrumbó y ya no queda nada. El Gobierno Municipal tumbó todo para trabajar con el talud y evitar un problema mayor. Su mamá está trabajando. Ellas están locas por volver a la escuela. El asunto de la pandemia ha trastocado también su realidad. Pero, están bien y agradecidas”, narró.
-Más allá de la situación de la inundación, ¿qué fue lo más que te identificó con el caso, al igual que al pueblo?
-“Creo que la elocuencia de Penélope cuando me contó lo que le sucedió, cómo ella manejaba la situación. Te motiva a preguntarte cómo yo manejaría una situación como esa. Ellas acababan de perderlo todo y por cosa de media hora no perdieron la vida. ¡Ellas estaban en la casa! Eso fue lo más que me tocó. No fue solo una lección para mí, sino para personas con problemas como la emergencia de los huracanes, la pandemia. Cómo esta niña (Penélope) nos da esa lección de manejar esa situación de crisis aún cuando lo había perdido todo”.
-¿Cómo organizas la ayuda que se le brindó a las niñas, como a otras comunidades de Mayagüez?
-“Ahí participaron muchas organizaciones. Hablé con un compañero de Wapa TV, Maed Torres, quien es de Mayagüez. Sabía que él había tenido experiencia organizando otros eventos de esta categoría, buscando ayuda en diferentes situaciones… Yo tenía la idea, pero no el conocimiento para ejecutarlo. Yo fui como quien dice la cara, pero el arquitecto de todo ese andamiaje fue Maed. Nos juntamos y se siguieron uniendo otras organizaciones. Así se dio la iniciativa tan bonita con la que culminamos y que realmente rindió fruto, inclusive más de los que pensábamos”, expresó.

Guillermo José Torres puntualizó que al visitar nuevamente a Penélope y Cloé las encontró más maduras por lo que vivieron más allá de la emergencia y por la solidaridad del pueblo. “Estas niñas se convirtieron, básicamente, en las portavoces de Quebrada Grande. Eso les enseñó lo suficiente para más allá de ser agradecidas, pues les tocó a ellas y el pueblo respondió ayudándolas. Ahora están dispuestas a ayudar a otras personas. Lo más bonito de toda la misión fue que las pudimos ayudar y desarrollamos en ellas ese pensamiento de hacer la diferencia… Ellas estaban haciendo unos vídeos en las redes sociales, que fue por lo que las llamé, en los que daban gracias a las diferentes personas que las habían ayudado. Están buscando ahora la manera de ver qué otras personas de su comunidad necesitan ayuda y ellas poder canalizarla”, añadió.
El telerreportero mencionó, por otro lado, que entre sus expectativas a corto plazo sobresale poder brindar mayor atención a noticias internacionales. “En Puerto Rico, una de las fallas que tenemos es que nos enfocamos demasiado en lo que pasa (aquí) -y es importante- pero se nos olvida que muchas de las cosas que pasan a nivel internacional tienen repercusión con nosotros…. Mi sueño es tener un espacio de noticias internacionales en Puerto Rico. ¡No te lo voy a negar!”, sostuvo.
Gracias a su conocimiento del deporte -más que un aficionado común- Guillermo José pudo trabajar en la Serie del Caribe, realizada en San Juan. “Soy fanático cangrejero de toda la vida, desde niño. Wapa Deportes me dio la oportunidad de trabajar con Kefrén Velázquez y todos los demás compañeros. Creo que me fue bien. Yo preguntaba a los que sabían de esto, que se dedican al deporte y me gusta… Cuando te gusta algo, siempre te va a salir bien”, precisó entusiasmado.
La pregunta obligada –
-Siete años después de haber demostrado tu valía en los medios de comunicación, ¿te costó mucho lograrlo siendo el hijo de Guillermo José Torres, hombre ancla de “NotiCentro” por más de cuatro décadas?
-“Creo que lo pasé gracias a la misma enseñanza de él, de mi viejo. Guillermo José Torres es Guillermo José Torres para su público, para la gente de Puerto Rico. El periodista, la persona íntegra, objetiva, seria, que nos informó durante 43 años… Para mí, ¡es mi papá! Cuando se me hacía esa comparación o decían que eran zapatos grandes de llenar, yo digo que no, porque no estoy sustituyendo a mi papá, ni lo estoy reemplazando. Yo aprendí de él muchos de los elementos importantes de esta profesión, pero ante todo, ser humilde todo el tiempo. Agradecer a la gente, porque por la gente es que estamos aquí. ¡A ellos nos debemos!”, recalcó.

-¿Aún te brinda consejos o no hablan sobre tu labor?
-“Sí, cuando empecé durante los primeros dos o tres años, siempre había un consejo: ‘estás haciendo esto’, ‘no uses tanto esta muletilla’, ‘estás moviendo mucho las mano’, ‘esta historia me gustó’… Cuando esos consejos dejaron de llegar, yo dije, se rindió o estoy haciendo bien mi trabajo. Entiendo que fue la segunda opción”, reveló Guillermo José Torres, quien en sus inicios laboró en un programa radial en las mañanas con Luis Penchi por WIAC y estuvo , además, durante dos meses como maestro de ceremonia en la Oficina de Prensa del Capitolio, dando el salto a Wapa TV.
En medio de la pandemia del Covid-19, el telerreportero va a la calle a cumplir su labor bien equipado con productos como “Handsanitizer”, alcohol y mascarillas.
El carismático periodista aceptó, por último, que se preocupa muchísimo, porque “tengo contacto con mis viejos que son personas mayores. Estoy con todas las preocupaciones, pero esto es como una lotería. Es un riesgo que debemos asumir y nuestra profesión nos exige mantenernos en la calle por la necesidad que tiene el público de la información. Tratamos de protegernos, pero no estamos exentos de ese peligro”.