Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Como todos los 6 de enero, nos levantamos con la alegría de recibir los regalos de Los Tres Reyes: Gaspar, Melchor y Baltasar. Igual que lo hicieron cuando siguieron la estrella brillante y llevaron al Niñito Jesús oro, incienso y mirra. Hoy, nos traen una caja repleta de amor, solidaridad y salud. La que al abrir deleita con pizcas de esperanza.
Recuerdo mis tiempos de infancia, cuando mi madre me llevaba en busca de grama para los camellos y me ayudaba a preparar tres vasos con ensalada de frutas para los Reyes. Luego ir temprano a la cama para que esa noche del 5 de enero se hiciera más corta.
Fue el 4 de enero de 2021, que recibí la llamada… eran Los Tres Reyes de Juana Díaz: Gaspar, Melchor y Baltasar quienes desde algún lugar estratégico se encontraban planificando cómo entregar los regalos en tiempos de pandemia. Prontamente dijeron estar listos para comenzar la tertulia. Decididos a celebrar la Epifanía, aunque sean momentos atípicos.
¿Y cómo continuarían llevando el mensaje de amor y entregando regalos en la Epifanía en tiempos de covid? Ellos son los Reyes y buscarán la forma de continuar con la tradición.
“Los Reyes no han estado exentos al impacto que ha traído la pandemia… no obstante, al igual que muchas organizaciones nos hemos dado la tarea de utilizar la imaginación y creatividad para de manera virtual en la mayoría de las intervenciones, poder llegar con el mensaje e incluso, mucho más fuerte que en otras ediciones. Si han sido eventos presenciales, tomando las precauciones necesarias. Esta pandemia ha sido un fenómeno que ha impactado a muchas personas. Queremos llevar con más fuerza que nunca el mensaje de la Epifanía y de la manifestación del Hijo de Dios… con el mismo ánimo, deseo e ilusión de siempre, claro en esta ocasión de otra manera”, explicó Gaspar.
Por otro lado, Melchor afirmó la necesidad de llevar el mensaje de esperanza y paz: “Estamos comenzando un nuevo año que nos llena de mucha ilusión. Ya estamos viendo una luz al final del camino. Sé que estos tiempos pueden verse como oscuros, de desesperación y soledad para muchas personas. Pero nosotros hemos vivido esto anteriormente. No es la primera vez que la humanidad pasa por una situación como esta… es necesario recordar que siempre hemos salido adelante. El mensaje nuestro para todos los puertorriqueños es que debemos mantener la calma y fe en el Señor, eso debe ser nuestro norte. Velar por nuestros niños, ancianos y la unión familiar… porque eso es lo que va a permitir que seamos fuertes”.
Tras una pausa, la voz de Baltazar se escuchó de manera sutil y sollozó a través del teléfono “Una de las cosas más hermosas que ha traído estos momentos históricos es que nos ha hecho reflexionar en lo que verdaderamente es importante para el ser humano… la riqueza espiritual, la vivencia del amor en familia y la riqueza de la propia vida. Eran cosas que nos parecía cotidiano… y a veces se pierde la magia de esa gran bendición. Creo que esta gran experiencia del confinamiento nos ha hecho repensar y establecer nuevos valores y adjudicarle importancia a lo que realmente lo tiene, la vida en familia, vida espiritual y esa conexión con Dios para encontrarle y ser feliz”.
¿Cuáles serían las peticiones más acertadas o los regalos más significativos?
“Para vivir la verdadera Epifanía en la lista debe estar el perdón, la solidaridad con el hermano, el compromiso; y la alegría de servir. Tenemos que buscar dentro de cada uno de nosotros el regalo que deseamos para la humanidad, que salga de nuestro corazón”, detalló Gaspar recibiendo el aval de los otros dos reyes.
Luego de murmurar entre ellos, Melchor exclamó “La tranquilidad y confianza la hace el espíritu. Tener fe que nos guíe y acompañe, que cuando nos acostemos le podamos pedir a Dios y al mismo tiempo darle gracias por el día que hemos pasado… que todas las mañanas al despertar demos gracias también por la noche que pasamos; y el día que nos está regalando. La humanidad ha perdido mucho por querer sustituir lo verdaderamente valioso por las cosas materiales. Le hemos dado la posición equivocada. Lo económico y lo material son lo que han creado el vacío en el ser humano. Tenemos que echar eso fuera. Esto que hemos vivido son momento tristes pero a la vez de enseñanza”.
Los Reyes pidieron un momento para atender otros asuntos. Además de la conversación conmigo planificaban los compromisos de la víspera y Día de Reyes. Identificaban de forma sabia y precisa cada uno de los lugares donde dejarían regalos, tarea que no era fácil en condiciones normales; y más complicadas ahora con el asunto de la pandemia.
Excusando a Gaspar y Melchor, Baltasar con voz pausada dijo: “Ante las circunstancias que son difíciles para el ser humano, solo Dios, el Espíritu Santo y la presencia de Él en nuestras vida son capaz de traer cosas grandes en la vida. En este caso que nuestra fe es probada, es el momento perfecto para tener ese encuentro personal con Dios. De entregar el servicio hacia los demás. Es importante estar consiente que la pandemia no es una maldición. La pandemia nos ha hecho pensar y encontrarnos con el Señor. Todo lo que nos hace es acercarnos a Dios. Nos nutre y enriquece nuestra experiencia espiritual. La felicidad se encuentra cuando uno entra en contacto con su Creador. Si esta experiencia nos ha llevado a encontrar a Dios en nuestras vidas, pues bendita sea la pandemia”.
A modo de coro resaltaron que lo más importante y lo que debe hacer feliz al ser humano debe ser dar, más que recibir. Los Reyes dieron lo mejor que tenían, oro, incienso y mirra al Nino allá en Belén. Hoy, su regalo en Puerto Rico es amor, solidaridad y valorar la vida. Se despidieron, me echaron la bendición y continuarán con la tradición que cumple 137 años, una misión que llevan con amor desde Juana Díaz para el mundo, cultivando los valores culturales y nuestra tradición.