Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
La cagüeña Estefanía Natalia Soto Torres ha vivido una “montaña rusa” de emociones desde que la organización Miss Universe Puerto Rico la coronó como la sucesora de Madison Anderson Berríos. El reinado de la joven, de madre orocoveña y padre pepiniano, cobra un matiz diferente porque tuvo que ser seleccionada por la franquicia del certamen de belleza que dirige Denise Quiñones, Miss Universe 2001, al no poderse realizar un evento oficial por la pandemia del Covid-19.

Desde que asumió el título ha tenido una vida intensa llena de entrevistas y preparación con talleres rumbo al concurso Miss Universo. “Me toca ser reina en uno de los momentos históricos más intensos que hemos visto. Para mí es un orgullo poder representar a mi país y más allá con un sentido de responsabilidad muy grande para utilizar la plataforma no solo para celebrar la belleza física, sino para celebrar todo lo que tenemos que dar como puertorriqueños. Hay que utilizar la plataforma para aportar al cambio que necesitamos, que es lo más que me interesa”, dijo.
Estefanía había quedado primera finalista (como Miss San Sebastián) en la edición de Miss Universe Puerto Rico que ganó Madison Anderson. “Competí localmente el año pasado, porque fue un interés que me nació de manera muy genuina, prácticamente de un día para otro. Aprendí muchísimo, pero una vez terminé como primera finalista, cerré capítulo y seguí mi vida profesional y personal. Luego llega esto a mí. Ha sido un proceso de ajuste y una transición en varios sentidos, de una vida como Estefanía Soto a de momento ser Miss Universe Puerto Rico. Incluso, también a nivel profesional, en el sector de lo que es la moda y la belleza. Una transición de modelo, en lo que tengo tantos años de experiencia, a ‘Miss’. He estado al frente de muchos retos que me han permitido descubrirme de diferentes maneras, así que con gusto y mucha motivación lo enfrento y estoy feliz de contar con el equipo que tengo que me han guiado día a día”, afirmó.
La joven, nacida el 27 de abril de 1992, está sumamente preparada a nivel académico. En su biografía oficial se resalta que en 2013, mientras completaba sus estudios de bachillerato, ella participó de un intercambio estudiantil en la Universidad de Quebec en Montreal. Un año más tarde, obtuvo su diploma de bachillerato en lenguas extranjeras con concentración en francés de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Después de tomarse un año libre durante el cual trabajó en la Alianza Francesa de Puerto Rico y viajó como mochilera por diversos países de Europa, Estefanía se lanzó al mundo académico internacional al ganar la prestigiosa beca de estudios graduados Erasmus Mundus. Entre 2015 y 2017 estudió en Francia, Bélgica y México, países donde realizó una maestría interdisciplinaria en mediación intercultural con enfoque sociológico, antropológico y perspectiva de género. En el marco de dicha experiencia realizó trabajo de campo durante cuatro meses en el mercado La Ciudadela de Ciudad de México. En su tesis “Made in La Ciudadela: Community-building and placemaking practices among Indigenous Triqui Migrants in a Handcrafts Market in Mexico City” escribió sobre la trayectoria migratoria de los indígenas triqui provenientes del estado de Oaxaca y de sus estrategias de construcción de comunidad en el mercado… Seguido a tener su título de maestría, Estefanía desarrolló su carrera profesional laborando para la organización internacional Eurocities en Bruselas, la Embajada de Francia en Washington D.C. y en la Organización Europea de Patentes en La Haya.
La actual Miss Universe Puerto Rico, que habla con fluidez español, inglés, francés y recientemente alcanzó el nivel intermedio en la lengua holandesa, subrayó que “tuve una niñez guiada por unos padres (Luz Torres Colón y Ariel Soto Serrano) que siempre me enseñaron a seguir mis pasiones, a hacer lo que me apasionaba, independientemente lo que fuera, de manera disciplinada y organizada. Creo que la disciplina y la pasión fueron la base para lo que permitió descubrirme, ir por los caminos que quería a nivel profesional y personal. Llegar a la universidad, enfrentarme con la vida de estudiante, luego tener la bendición de poder desarrollarme a nivel académico y profesional en otros países también me ha ayudado a ver la importancia de lo que es pensar fuera de la perspectiva con la cual nacemos”.
-¿Cómo tienes un pedacito de Puerto Rico en cada país que has vivido por largas temporadas?, preguntamos.
-“Pienso en una bandera que tengo, de esas que se pegan a los cristales, y trato de ponerla en algún lugar de mi apartamento donde esté viviendo. Más allá de eso, la conexión con los familiares y amistades tiene que estar siempre. Cada seis meses trataba de colarme acá a la Isla a recuperar energías que es tan importante. Puerto Rico es mi lugar donde podía regresar, porque ahora estoy en mi país, para recuperar esas energías. Esa conexión con la familia y con las raíces de uno nunca las podemos olvidar, las llevamos a cualquier lado independientemente adonde vayamos”, señaló.

-¿Qué tipo de música escuchabas durante tu desarrollo?
-“Me encantaba el rock en español, la música alternativa, indie, la música electrónica, house… Ya hoy he expandido mis gustos y escucho salsa, bachata, merengue, ¡de todo un poco!”, manifestó.
-Con tantas vivencias culturales, ¿planificas escribir un libro?
-“¡Wao! Fíjate, nunca lo he pensado. Ahora que lo dices no me sorprendería que en algún futuro tenga la oportunidad de poner en palabras que lleguen a la gente todo lo que he vivido y, sobre todo, todo lo que he aprendido. Lo importante para compartir es lo que he aprendido”, respondió.
Estefanía comentó que se pasa leyendo sobre las situaciones que afectan a los puertorriqueños para no ser malinterpretada en algún momento en algún tema, ya que su misión es “llevar un mensaje de unidad que es lo más que se necesita en este momento que vivimos”.
Al ser cuestionada sobre si las figuras públicas deben opinar sobre algunas controversias gubernamentales o del país en general, la reina sostuvo, “creo que es una decisión muy personal. Quien no desee hacerlo, lo respeto y quien lo haga, igualmente. Lo que sí entiendo es que aquellos que decidan comentar sobre algún aspecto que ocurra en el País, lo importante es tener en mente que cuando somos figuras públicas tenemos mucha influencia y ahí está la clave. Como figuras públicas tenemos la dicha, la oportunidad de crear un impacto en un sinnúmero de personas y ese mensaje tiene que ser genuino. Deben entender que son una fuente de inspiración e influencia para muchas personas”.
… Y más que una modelo reconocida –
A sus 11 años, Estefanía logró su primer desfile de modas para el reconocido diseñador Rubén Darío. Posteriormente, desarrolló su carrera en esa faceta bajo la representación de la agencia de modelos Única, dirigida por Caridad Fernández. Trabajó en editoriales de moda para las principales revistas locales y fue musa para reconocidos diseñadores como Harry Robles, Gustavo Arango, Luis Antonio, Peter Cardón, Eclíptica, Sonia Rivera, Lisa Capalli y Reynaldo Álvarez, entre otros.

Hoy, como representante de la mujer puertorriqueña, Estefanía entiende que el rol de éstas ha cambiado. “Hemos hecho muchísimos avances a nivel profesional y personal, pero nos queda mucho por lograr. La realidad es que a veces todavía se nos cuestiona por qué tomamos decisiones que pudieran parecer raras. A mí por el hecho de tener una maestría y la bendición de contar con experiencias laborales en varias organizaciones internacionales, mucha gente no entiende ahora por qué estoy siendo Miss Universe Puerto Rico. Creo que eso refleja esa falta de confianza y quizás de respeto y visualización, a lo mejor, de lo que las mujeres somos capaces de hacer… Así que ha evolucionado mucho, pero tenemos mucho por lo cual trabajar para que sea efectiva esa visualización de lo que es la mujer moderna”, precisó.
Antes de culminar la entrevista, Estefanía resaltó que se considera una mujer feliz. “Para mí, la felicidad es una decisión que tomo cada día que me despierto… Visualizarme como una mujer feliz quiere decir, también, que me mantengo abierta a esos momentos tristes que la vida nos pone por el piso y nos vuelve a subir… A pesar de que podamos tener momentos difíciles no nos quita que seamos seres felices. Así que yo escojo ser feliz día a día. Espero seguir tomando esa decisión en un futuro. Creo que tengo todas las personas alrededor mío que me apoyan, me quieren, ¡el pueblo! Eso es lo más importante para ser feliz”, sentenció Estefanía Soto, quien es mucho más que una reina.