Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Positivo, aferrado a su fe y liberando su creatividad, el pianista Oscar Hernández sobrevive al desempleo que ha acarreado la pandemia del Covid-19, que ha paralizado prácticamente toda la industria del entretenimiento.
“Lo más frustrante es que no hay final, no se ve en estos momentos. Si uno dijera que en enero vamos pa’ lante, pero a estas alturas no es fácil porque no se ve la luz al final del túnel. Pero no voy a dejar que eso me detenga”, dijo a la Fundación Nacional para la Cultura Popular desde su estudio de grabación en Los Ángeles, California.
A lo negativo Oscar le saca provecho. Lleva meses produciendo música a larga distancia, de manera virtual. También ha adelantado arreglos para los próximos álbumes de Spanish Harlem Orchestra, que recientemente lanzó el disco “The Latin Jazz Project”, y como solista de jazz.
Prueba de su arrojo y perseverancia, Oscar estrena la compañía Ovation Records, de salsa y latin jazz. Su debut ocurre con el lanzamiento del disco “En mi voz” del sonero ecuatoriano Marco Bermúdez y sus próximos álbumes los circulará con Ovation.
“Realmente ya no hay casas disqueras. Mejor es tratar de hacerlo uno mismo y buscar la manera porque casi no hay sellos. Se me hace muy fácil hacer música. Soy muy bueno en lo que hago. Para mí lo importante es crear una imagen entre los conocedores y fanáticos que puedan apoyar lo que uno hace, gracias a la trayectoria y el reconocimiento que se tiene del público”.
Sobre el disco de Marco Bermúdez, a quien este medio digital también entrevistó, Oscar resaltó su talento y lealtad a la Spanish Harlem Orchestra.
“Lleva muchos años en esto y hay gente con menos tiempo y talento y lanzan sus discos. Salió muy buena la producción. Lo quiero y aprecio mucho. Ya tiene 16 años con la Orquesta”.
Como productor ejecutivo de Ovation Records, Oscar Hernández ha tenido que familiarizarse con el negocio de la música y conocer las nuevas herramientas de mercadeo y distribución en tiempos en que son escasas los establecimientos disqueros.
“Esa es la parte que no está fácil, pero la gente ya sabe quien yo soy y es algo que pienso que deberían apoyar. Sé que no es fácil porque el público se ha mal acostumbrado a que la música la deben adquirir gratis y no debería ser así porque a nosotros nos cuesta mucho dinero producir. Solo tienen que comprar una bajada digital que vale $10 y es una manera de respaldar al artista. Si mil personas lo apoyan ya son $10 mil dólares y eso nos da para hacer el próximo disco. La bajada digital es un álbum que durará para toda la vida en su teléfono y computadora”.
La ventaja que le reconoce a la música digital, en comparación con los formatos tangibles, “es que se puede distribuir de manera súper fácil y rápida”, sostuvo Oscar, quien se adapta a las nuevas tecnologías y asimila las nuevas avenidas para promover la música, como las redes sociales y canales como YouTube y Vimeo.
“Pienso que $10 no es mucho dinero”, afirma Oscar, quien pronto lanzará en el formato de vinilo la producción “The Latin Jazz Project” de la Spanish Harlem Orchestra.
“El vinilo es más para los melómanos. En pocas semanas voy a sacar el disco. Hay un público para eso y lo vamos a hacer por la imagen de echar hacia adelante el concepto artístico. Quiero que la gente sepa que mi sueño es aportar lo mejor que pueda artísticamente y a la gente de Puerto Rico dejarle saber que estoy representándolos de la mejor manera a través de lo que yo hago”, finalizó Oscar Hernández, pianista de una trayectoria de 50 años en la salsa y el jazz latino, reconocido con varios Grammy.